El Senado brasileño aprobó el martes un voto de censura contra el gobierno de Venezuela, por lo que calificó de “detención arbitraria” de opositores.
El voto de censura “repudia” la detención del alcalde de Caracas, Antonio Ledezma, y del líder de Voluntad Popular, Leopoldo López, entre otros activistas políticos.
El texto fue aprobado en vísperas de la visita que Mitzy Capriles y Lilian Tintori, esposas de Ledezma y López, hicieron a las cámaras del Senado para denunciar violaciones de los derechos humanos en su país.
El ministro español de Exteriores, José Manuel García-Margallo, afirmó ayer que no va a pedir al expresidente del gobierno Felipe González que anule su viaje a Venezuela y añadió que si le impiden la entrada, será el país latinoamericano el que tenga que valorar “la repercusión en el mundo y en la región”. (I)
El alcalde de Caracas Antonio Ledezma, preso desde febrero por supuesta conspiración contra el gobierno venezolano, fue trasladado este sábado de madrugada a una clínica donde le será practicada una intervención quirúrgica, informó el servicio de prensa de su partido.
«El alcalde Ledezma fue trasladado a las 02h30 (07h00 GMT) al Urológico San Román (centro clínico del este de Caracas)», aseguró un vocero de prensa.
Este viernes la fiscalía venezolana solicitó permiso para que Ledezma permanezca detenido en el futuro en su domicilio debido a su salud, tras estar encarcelado en la prisión militar de Ramo Verde, a unos 40 kilómetros de Caracas.
Mitzy Capriles, esposa del político, informó a la prensa que Ledezma fue evaluado el viernes por «su médico tratante y dos médicos del Sebin (Servicio Bolivariano de Inteligencia)», quienes coincidieron en el diagnóstico de «hernia inguinal reproducida».
«La fecha de la operación dependerá de los exámenes preoperatorios», añadió Capriles, quien agregó que el alcalde metropolitano fue intervenido «hace menos de un año» por tres hernias.
El ministerio público indicó que una vez que se realice la operación, Ledezma será llevado a su residencia, en la que permanecerá bajo arresto domiciliario para «garantizar su recuperación».
Ledezma, de 59 años, es uno de los principales opositores al gobierno socialista de Nicolás Maduro. Fue detenido el 19 de febrero por funcionarios de inteligencia por «presuntamente apoyar a grupos que pretendían desestabilizar el país a través de acciones violentas».
En la misma prisión de Ramo Verde se encuentra desde febrero de 2014 el opositor radical Leopoldo López, acusado de impulsar las protestas que dejaron 43 muertos entre febrero y mayo del año pasado.
Lilian Tintori, esposa de López, y Mitzy Capriles han estado buscando apoyo internacional para la causa de sus respectivos esposos.
El martes de la semana pasada, el Congreso de los Diputados de España instó al gobierno de Mariano Rajoy a tomar «todas las iniciativas pertinentes» para conseguir «la liberación inmediata» de Ledezma, López y otros presos, lo cual generó tensión diplomática entre ambos países.
El mismo día, el Senado chileno acordó «solicitar la libertad de todos los presos políticos en Venezuela».
El expresidente del gobierno español Felipe González anunció que visitará Venezuela «a mitad de mayo» para asistir como abogado a la defensa de Ledezma y López. (I)
España tildó este miércoles de «intolerables» los «insultos y amenazas» del presidente venezolano Nicolás Maduro que, a raíz de una declaración del Parlamento de Madrid pidiendo la liberación de opositores políticos, calificó al jefe del gobierno español de «racista».
«El Gobierno considera intolerables las últimas declaraciones, insultos y amenazas proferidas por el presidente Maduro contra España», afirmó el ministerio de Asuntos Exteriores en un comunicado. «Las autoridades españolas han sido y serán siempre respetuosas de la dignidad de las personas que ocupan cargos de gobierno en Venezuela», agregó.
El martes, el presidente venezolano tildó al jefe del ejecutivo español, el conservador Mariano Rajoy, de «racista» y afirmó que analiza «respuestas» a «la agresión [de la] que estamos siendo víctimas los venezolanos por parte de las élites corruptas y corrompidas de España».
Chivo expiatorio
En opinión de Carlos Malamud, especialista sobre América Latina en el Real Instituto Elcano de estudios internacionales, Maduro podría estar buscando «un nuevo chivo expiatorio» ahora que el acercamiento entre su principal aliado, Cuba, y Estados Unidos dificulta arremeter contra Washington.
«Necesita agitar algún espantajo externo a la política nacional para tratar de tapar la grave crisis económica, política y social que tiene Venezuela», afirma. «Necesitaba algún enemigo al cual atacar» y «la declaración del Congreso le ha venido como anillo al dedo para nuevamente enfilar sus cañones contra España», subraya.
El martes el Congreso de los Diputados español aprobó por inmensa mayoría, con el apoyo del partido de Rajoy y de varios de la oposición, incluidos los socialistas, una declaración que pide la «liberación inmediata» de los líderes opositores venezolanos Leopoldo López y Antonio Ledezma, así como de otros políticos encarcelados en el país, e insta al ejecutivo a trabajar en ese sentido.
«Que las Cortes [españolas] vayan a opinar de su madre, pero que no opinen de Venezuela», dijo Maduro poco después durante su programa televisivo «En contacto con Maduro».
Como consecuencia, el embajador venezolano en Madrid, Mario Ricardo Isea, fue convocado este miércoles por el gobierno español para expresarle su «malestar y rechazo» por estas palabras.
«Este tipo de declaraciones e insultos no contribuyen a un mínimo entendimiento entre dos gobiernos que representan a dos pueblos unidos históricamente por estrechos lazos», afirmó el ministerio de Exteriores español.
Es la primera vez que la cancillería convoca al embajador venezolano desde la vuelta de éste a finales de febrero a Madrid, después que Caracas lo llamara a consultas en octubre como protesta por una reunión que Rajoy mantuvo con Lilian Tintori, esposa del líder opositor Leopoldo López. En marzo, el jefe del ejecutivo español recibió también en Madrid a Mitzy Capriles, esposa de Antonio Ledezma. (I)
“Vengo como esposa de un preso político, como la voz de tantas víctimas que hay en Venezuela. Vengo a pedir ayuda a Chile”, manifestó Lilian Tintori, quien demanda la liberación de su marido, el líder opositor venezolano Leopoldo López, y la de “otros 80 presos políticos, encarcelados sin razón (y) sin una causa”, añadió.
La esposa del disidente venezolano está acompañada por Mitzi Capriles, cónyuge del también encarcelado alcalde de Caracas, Antonio Ledezma.
Al llegar el domingo al aeropuerto de Santiago de Chile, Tintori expresó que le “encantaría” conversar con la presidenta Michelle Bachelet, aunque no está contemplada, porque, dijo, es “sensible” al tema de los derechos humanos.
Tintori y Capriles se reunieron ayer con los expresidentes Ricardo Lagos, Eduardo Frei y Sebastián Piñera, y también con la directiva del Partido Demócrata Cristiano.
La delegación tenía previsto visitar el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, luego sostendría un encuentro con la comunidad venezolana que reside en Chile.
Tintori y Capriles irán hoy al Congreso, en Valparaíso, donde tendrán audiencias con el presidente del Senado, Patricio Walker, con parlamentarios opositores, la senadora socialista Isabel Allende y con las comisiones de relaciones exteriores de las dos cámaras.
La última jornada de actividades será mañana, con un encuentro con la alcaldesa de Santiago, Carolina Tohá, y un almuerzo con trece exministros de gobiernos de la oficialista Concertación (centroizquierda), que ahora se denomina Nueva Mayoría, todos firmantes de la carta en favor de la libertad de Leopoldo López. (I)
La Fiscalía venezolana acusó a Antonio Ledezma de apoyar a grupos que pretendían desestabilizar al gobierno.