El presidente de Ecuador, Rafael Correa, se sumó a la campaña emprendida por el gobierno venezolano que busca recoger diez millones de firmas para solicitar a Estados Unidos que derogue el decreto que calificó al país caribeño como una «amenaza inusual» a su seguridad.
Correa firmó un formulario que le presentó un grupo de jóvenes y se puso una gorra con la leyenda «Venezuela no es una amenaza. Somos esperanza».
«Aquí no se trata de estar a favor o en contra de un gobierno, se trata de hacer respetar el derecho internacional», dijo Correa al referirse a esta campaña en su informe semanal de labores radiotelevisado a todo el país.
«Lo que hizo (el presidente estadounidense Barack) Obama con su decreto ejecutivo es como si yo con un decreto, en base a la fuerza, pusiera sanciones a Colombia, Perú, Israel, a Estados Unidos. Eso atenta contra todo derecho internacional», agregó.
«Estamos recogiendo millones de firmas para decirle a Obama ya basta, América Latina ya cambió», agregó.
Entre los asistentes a su informe se encontraba un grupo de diplomáticos venezolanos que fueron saludados por el mandatario ecuatoriano.
El gobierno de Venezuela inició hace días una campaña de recolección de firmas para solicitar la derogatoria de la orden ejecutiva del presidente de Estados Unidos, que establece sanciones contra funcionarios venezolanos y declara a este país sudamericano como una «amenaza inusual» a su seguridad.
El presidente venzolano, Nicolás Maduro, se propone entregar el pedido de derogatoria, acompañado de diez millones de firmas, a Obama durante la Cumbre de las Américas, que se celebra el 10 y 11 de abril en Panamá. (I)
Productor de teleserie asegura que no le teme a la acogida de la exitosa telenovela de Latina, que ha alcanzado picos de 23.7.
México es el país en América Latina que ha gastado más dinero en la compra de aeronaves y vehículos militares de EEUU.
Vivir en casa propia es la gran aspiración de familias en todas partes del mundo.
Pero en América Latina, la probabilidad de que ese sueño se haga realidad varía dramáticamente según el país en que se vive.
Contrario a lo que algunos podrían pensar, la relativamente buena situación económica que ha vivido la región en la última década no ha resultado en más personas comprando vivienda, sino lo contrario.
«En muchas de las principales ciudades latinoamericanas la gente tiende a alquilar casa más que hace diez años», indica a BBC Mundo Andrés Blanco, especialista en política de vivienda y desarrollo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
También en contra de lo que podía pensarse, el objetivo de vivir en casa propia no es más fácil en los países relativamente más prósperos del continente.
Pues es Managua, la capital de una de las naciones más pobres de la región, en donde es mayor el porcentaje de propietarios.
En la capital nicaragüense el 90 % de la gente vive en casa propia.
En cambio, en varias de las principales ciudades colombianas es notorio el alto porcentaje de la gente que acude al alquiler.
Bogotá de arriendo
Bogotá es la ciudad latinoamericana con menor índice de propietarios.
El 40 % de los habitantes de la capital colombiana arriendan su lugar de vivienda, según indica un estudio del BID titulado «Se busca vivienda en alquiler».
Medellín y Cali, la segunda y tercera ciudad de ese país, también tienen tasas de más de 35 % de sus residentes viviendo en alquiler.
Situación que se presenta de modo similar en Santo Domingo y Quito.
Mientras que entre las ciudades con mayores tasas de propietarios, después de Managua, están Lima, Buenos Aires y Caracas, en donde cerca del 80 % de las familias viven en residencias de su propiedad.
Una discusión global
La discusión entre vivienda propia vs. vivienda de alquiler se extiende por todo el mundo.
Incluso en Estados Unidos, donde tener una casa propia ha sido siempre uno de los símbolos de la vida de clase media a la que tantos aspiran, estudios indican que el porcentaje de familias propietarias ha caído de tal manera, que hoy en día es menor al de la mayoría de las ciudades latinoamericanas.
En Estados Unidos solo el 64 % de las familias vive en casa propia, según datos del Censo.
Datos que caen aún más en Europa. Por ejemplo en Alemania, llega apenas al 43 %
Los motivos para la divergencia
Sin embargo, en América Latina es notoria la diferencia que hay entre las ciudades a la hora de ver quiénes compran y quienes alquilan vivienda.
Andres Blanco del BID cree que hay por lo menos tres grandes razones que explican estas diferencias entre las ciudades latinoamericanas.
Por una parte, indica el experto, hay factores sociales que cambian la demanda. «Grupos como los jóvenes y los divorciados tienden a alquilar más», explica el experto. Por lo que las ciudades donde están más representados estos grupos van a mostrar también más inclinación a alquilar que a comprar.
También hay políticas de subsidios estatales en países como Chile que por lo general buscan ayudar a la gente a comprar vivienda propia. A diferencia de lo que ocurre en Estados Unidos, donde muchas veces hay subsidios para que la gente alquile, señala el funcionario del BID.
Adicionalmente, los patrones de propiedad de la tierra en la ciudad son importantes para entender el fenómeno. En ciudades como Bogotá, donde la tierra que rodea a la ciudad es de propiedad privada, se hace muy caro para los recién llegados adquirir un terreno en donde edificar su vivienda.
Mientras que en otras ciudades de la región, rodeadas de terreno estatal, muchos residentes encuentran relativamente más fácil ocupar predios para establecer ahí su residencia.
Blanco sospecha que estos factores pueden ayudar a explicar el caso de Managua y su altísimo porcentaje de propietarios, así como el hecho que en la capital colombiana sea mucho más común vivir en arriendo.
Cada vez más en arriendo
Otra de las tendencias que puede observarse en muchas de las principales ciudades de la región, es que cada vez hay más gente tomando la decisión de alquilar en vez de comprar.
El estudio del BID indica que «en la mayoría de países de la región el alquiler ha venido creciendo a partir de los 90s».
«Hay una fuerte tendencia cultural a querer casa propia», asegura Blanco, pero muchas veces la gente joven no sabe dónde quiere vivir, y no sabe qué tan grande deberá ser su vivienda en el futuro. En estos casos, muchas veces no se justifica financieramente tener una vivienda propia.
El especialista del BID cita además el hecho que en América Latina hay costos de transacción altos asociados a comprar vivienda, que pueden llegar en promedio al 12 % del valor del inmueble.
«Si yo compro una vivienda esta mañana y la vendo esta tarde, de entrada pierdo más del 10 % con todo lo que tengo que pagar de impuestos, corredores inmobiliarios, seguros y todo lo demás. Para compensar esos costos, necesito estar en esa residencia desde tres, cuatro, cinco, hasta diez años en mercados que no son muy dinámicos», señala Blanco.
Además, indica, la tendencia en muchas de las ciudades de la región es a observar aumentos en el precio de la tierra por encima de la tasa de inflación.
Esto, sumado al encarecimiento del crédito en varias naciones de la región hace más complejas las perspectivas de comprar vivienda.
Al mismo tiempo que por cuenta de cambios culturales y sociales, hay cada vez más solteros y divorciados, así como inmigrantes que no saben cuánto tiempo quieren permanecer en una determinada ciudad.
«Todos estos factores hacen más probable que en el futuro cercano, aumente la tasa de alquiler en muchas de las grandes ciudades latinoamericanas», puntualiza Blanco. (I)
El programa Estás en todas se transmitirá, desde el 23 de marzo, a las 9:30 de la mañana, coincidiendo en el horario con Espectáculos.
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