El jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, dijo ayer que de haber sido fiscal habría pedido la detención de Sara Garfunkel, madre del fallecido Alberto Nisman, tras el hallazgo en su domicilio de un arma del mismo calibre a la encontrada junto al cuerpo de su hijo.
“Si yo hubiera sido fiscal, la hubiera detenido, y hubiera allanado (la vivienda de Garfunkel) hace 88 días, por lo menos”, indicó Fernández.
“Qué hace la pistola en manos de la madre? ¿La madre qué es lo que conoce? ¿Cuántas horas estuvo en el departamento (de Nisman)? ¿Había una carta del fiscal? La presencia de esta arma, claro que cambia la situación, debe ser la primera vez que coincido con la jueza (Sandra) Arroyo Salgado”, agregó.
El pasado martes, Garfunkel (73 años) declaró ante la fiscal Viviana Fein que encontró hace dos semanas una pistola entre las pertenencias de su hijo guardadas en su casa.
Arroyo Salgado, exmujer de Nisman y querellante en la causa en representación de sus hijas, menores de edad, afirmó que el hallazgo del arma “cambia todo, cambia el escenario” de la causa. Por el contrario, Fein aseguró que “no modifica la investigación”.
En tanto, el miércoles se inspeccionó el vehículo de alta gama que utilizaba Alberto Nisman y se fijó para el 27 de abril la junta médica que evaluará las diferencias entre el informe de los forenses oficiales y el realizado por los peritos de la parte querellante.
El juez federal Rodolfo Canicoba Corral envió un exhorto a los Estados Unidos para obtener información sobre la cuenta bancaria que la madre y la hermana de Nisman y el técnico Lagomarsino tenían en el banco Merrill Lynch de Nueva York.(I)
Antecedentes
Involucrados
Acusación
El fiscal Alberto Nisman había denunciado a la presidenta Cristina Fernández y su canciller Héctor Timerman de supuesto encubrimiento de los iraníes acusados por el atentado a AMIA que en 1994 dejó 85 muertos. Dos instancias judiciales desestimaron la denuncia que ahora revisa la Cámara Federal de Casación Penal.
El presidente de la Corte Suprema argentina, Ricardo Lorenzetti, pidió este lunes definiciones en la investigación por la muerte del fiscal Alberto Nisman fallecido hace casi tres meses en misteriosas circunstancias luego de acusar a la presidenta Cristina Kirchner de encubrimiento.
«No quiero juzgar lo que hace la fiscal porque no me corresponde, pero sí creo que es momento en el que hay que tomarse definiciones concretas», dijo Lorenzetti a Radio La Red.
Según el titular de la Corte Suprema «ha pasado en muchos casos que los homicidios no se resuelven, o terminan en cuestiones subalternas, derivadas, y esto no puede ser así», criticó.
Nisman fue hallado muerto en su departamento el 18 de enero pasado, cuatro días después de acusar a Kirchner y a su canciller Héctor Timerman de encubrir a exfuncionarios iraníes por el atentado a la mutual judía AMIA en Buenos Aires que dejó 85 muertos y 300 heridos en 1994.
«En muchos casos, el tiempo excesivo termina enredando el proceso, las víctimas terminan siendo culpables», advirtió Lorenzetti quien recordó que «lo importante es evitar la frustración de la gente que reclama justicia».
La investigación, caratulada como «muerte dudosa», está en manos de la fiscal Viviana Fein que ha cruzado numerosas acusaciones públicas con la exesposa de Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, quien sostiene que se trató de un homicidio.
¿Homicidio o suicidio?
Arroyo Salgado dio a conocer en rueda de prensa el 5 de marzo un informe de peritos de parte según el cual Nisman fue víctima de un homicidio.
Fein le recriminó que «es una querella que no trabaja al lado de la fiscal» y la criticó por «aseverar frente a una audiencia pública que fue un homicidio», cuando la causa sobre el deceso del fiscal todavía está «en plena tramitación».
El único imputado en la causa es un colaborador del fiscal, el experto en informática Diego Lagomarsino, pero sólo por prestarle el arma de la que salió la bala que lo mató.
Por otra parte la denuncia de Nisman fue desestimada por un juez, que consideró «inexistencia de delito» y luego también fue desechada por la Cámara Federal, aunque el fiscal que la reimpulsó apeló la decisión y aún está en trámite de resolución. (I)
El jefe de Gabinete argentino lanzó duros calificativos al fiscal que denunció a la presidenta Fernández.
La exesposa de Alberto Nisman, la jueza Sandra Arroyo Salgado, presentó ante la Justicia datos sobre una cuenta bancaria en el exterior que el fallecido fiscal argentino habría compartido con quien le entregó el arma que acabó con su vida, informaron este sábado medios locales.
Arroyo Salgado entregó a la jueza Fabiana Palmaghini, a cargo del caso por la muerte del procurador, los datos de una cuenta en Estados Unidos cuyos titulares serían Nisman y Diego Lagomarsino, que prestaba servicios informáticos al fiscal y está imputado por haberle presentado el arma de la que salió el disparo que terminó con su vida.
La ex esposa de Nisman, que asegura que el fiscal fue asesinado, pidió a la Justicia que investigue la relación financiera con Lagomarsino y si ésta tiene alguna vinculación con la muerte de quien investigaba el atentado de 1994 contra la mutualista judía AMIA.
Según publicó este sábado el diario Perfil, Arroyo Salgado descubrió la existencia de esa cuenta por «la confesión de un miembro de la familia directa de Nisman».
El fiscal fue hallado muerto de un tiro en la cabeza en su apartamento el 18 de enero, cuatro días después de denunciar a la presidenta argentina, Cristina Fernández, por presunto encubrimiento a los iraníes acusados por el atentado contra la AMIA.
La fiscal del caso, Viviana Fein, no descarta ninguna hipótesis: asesinato, suicidio -voluntario o inducido- o un accidente en la manipulación del arma.
Para los peritos de parte contratados por Arroyo Salgado, Nisman fue asesinado y no el 18 de enero, cuando fue hallado su cuerpo, sino el 17, día en que Lagomarsino acudió al apartamento de Nisman para acercarle el arma que, según declaró el informático, le pidió prestada el propio procurador para defensa personal.
Maximiliano Rusconi, abogado de Lagomarsino, dijo que su cliente «no ha volcado a la causa información que forme parte de la intimidad económica de la familia Nisman, que no hace al objeto del proceso y que podía ser utilizada para dañar la imagen del fiscal y de su familia».
«La actitud de la querella nos sorprende sobremanera, y no creemos que debamos ser cómplices de este intento de distracción del objeto procesal de la investigación», dijo el abogado en declaraciones publicadas hoy por medios locales.
El letrado afirmó que si Lagomarsino es citado a declarar, dará la información con «precisión» y «en la convicción de que él no ha sido responsable del posible daño a la imagen de Nisman».
La denuncia contra el gobierno de Argentina por un supuesto acuerdo secreto con Irán para eliminar órdenes internacionales de arresto contra sospechosos del atentado a la mutual judía AMIA se apoyó en una «mentira», afirma el canciller argentino Héctor Timerman en una entrevista que se divulgará el domingo.
El fiscal Alberto Nisman, quien fue hallado muerto un día antes de defender su denuncia ante una comisión del Congreso, se apoyó en la convicción de que, como parte del acuerdo secreto con Teherán, el gobierno actuó para que Interpol cancelara las denominadas «alertas rojas» sobre pedidos de detención a los sospechosos iraníes.
«Es una mentira. Una mentira completa. Nunca he dicho nada de eso. El señor Nisman nunca presentó ninguna evidencia», expresó Timerman en una entrevista grabada para el célebre programa 60 Minutos, de la red de TV estadounidense CBS News, que irá al aire en la noche del domingo.
En la entrevista con CBS News, Timerman también descartó categóricamente que el caso del fiscal Nisman pueda ser comparado a la pesadilla que significó la «guerra sucia» en la década de 1970 en Argentina, con miles de desaparecidos y ejecuciones sumarias.
«No, eso es imposible. Estamos hablando de cosas que fueron terribles, terribles», expresó Timerman, según adelantos de la entrevista divulgados el sábado por la propia cadena CBS News.
Asistente de Nisman
El programa 60 Minutos también grabó una entrevista con un exauxiliar de Nisman, Diego Lagomarsino, quien le prestó el arma utilizada en el disparo que provocó la muerte del fiscal.
Lagomarsino afirmó que Nisman le dijo que no confiaba en los 10 guardaespaldas, pero sin embargo aseguró no saber si realmente cometió un suicidio o fue asesinado.
La responsable por las entrevistas en Buenos Aires, la periodista Lesley Stahl, mencionó en un programa de la propia CBS News que «hay evidencias de que (Nisman) se equivocó» al afirmar que el gobierno argentino pidió a Interpol que se cancelen las alertas rojas sobre los sospechosos.
La denuncia de Nisman contra la presidente Cristina Kirchner y el canciller Timerman por la supuesta tentativa de encubrir a los acusados iraníes por el atentado, fue desestimada por un juez de primera instancia, Daniel Rafecas, quien señaló la «inexistencia de delito». Esta decisión es objeto de una apelación. (I)
La denuncia contra el gobierno de Argentina por un supuesto acuerdo secreto con Irán para eliminar órdenes internacionales de arresto contra sospechosos del atentado a la mutual judía AMIA se apoyó en una «mentira», afirma el canciller argentino Héctor Timerman en una entrevista que se divulgará el domingo.
El fiscal Alberto Nisman, quien fue hallado muerto un día antes de defender su denuncia ante una comisión del Congreso, se apoyó en la convicción de que, como parte del acuerdo secreto con Teherán, el gobierno actuó para que Interpol cancelara las denominadas «alertas rojas» sobre pedidos de detención a los sospechosos iraníes.
«Es una mentira. Una mentira completa. Nunca he dicho nada de eso. El señor Nisman nunca presentó ninguna evidencia», expresó Timerman en una entrevista grabada para el célebre programa 60 Minutos, de la red de TV estadounidense CBS News, que irá al aire en la noche del domingo.
En la entrevista con CBS News, Timerman también descartó categóricamente que el caso del fiscal Nisman pueda ser comparado a la pesadilla que significó la «guerra sucia» en la década de 1970 en Argentina, con miles de desaparecidos y ejecuciones sumarias.
«No, eso es imposible. Estamos hablando de cosas que fueron terribles, terribles», expresó Timerman, según adelantos de la entrevista divulgados el sábado por la propia cadena CBS News.
El programa 60 Minutos también grabó una entrevista con un exauxiliar de Nisman, Diego Lagomarsino, quien le prestó el arma utilizada en el disparo que provocó la muerte del fiscal.
Lagomarsino afirmó que Nisman le dijo que no confiaba en los 10 guardaespaldas, pero sin embargo aseguró no saber si realmente cometió un suicidio o fue asesinado.
La responsable por las entrevistas en Buenos Aires, la periodista Lesley Stahl, mencionó en un programa de la propia CBS News que «hay evidencias de que (Nisman) se equivocó» al afirmar que el gobierno argentino pidió a Interpol que se cancelen las alertas rojas sobre los sospechosos.
La denuncia de Nisman contra la presidente Cristina Kirchner y el canciller Timerman por la supuesta tentativa de encubrir a los acusados iraníes por el atentado, fue desestimada por un juez de primera instancia, Daniel Rafecas, quien señaló la «inexistencia de delito». Esta decisión es objeto de una apelación.
La multitudinaria “marcha del silencio” del miércoles envió un estruendoso reclamo de justicia a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner en medio de la conmoción popular por la extraña muerte del fiscal Alberto Nisman días después de haber denunciado a la mandataria por supuesto encubrimiento.
Cientos de miles de personas homenajearon al fiscal y lanzaron un llamado de atención al gobierno kirchnerista, que a diez meses de concluir su mandato había advertido que esta marcha formaba parte de un “golpe de Estado blando”.
La gente expresó su hartazgo ante la corrupción, apenas horas después de que la presidenta avisara que “este gobierno no permite que nadie le marque la cancha”. El gobierno habría tomado nota del malestar popular, pero es difícil que lo admita en público. Al contrario, ayer salió a minimizar la marcha y considerarla una “manifestación opositora”.
El caso Nisman estremeció el escenario político y reavivó una de las heridas abiertas que más duele: el atentado a la Asociación Mutual Israelita (AMIA), el peor ataque terrorista en el país, que permanece impune casi 21 años después.
Una sucesión de graves hechos conmocionó al país desde mediados de enero. En primer lugar, la denuncia del fiscal especial que investigaba el caso AMIA contra la presidenta, su canciller y otros colaboradores por supuesto encubrimiento de los iraníes acusados del atentado. Cuatro días después de la muerte del fiscal, hay una tardía reacción presidencial primero vía Facebook, y luego con reiterados discursos por cadena nacional en los que no se hizo referencia directa al tema.
Luego, la imputación a la presidenta y la solicitud formal de apertura de la investigación en su contra. Su vice, Amado Boudou, irá a juicio político y además será procesado en el caso de la compra irregular de una empresa que imprimía papel moneda para el Estado, en un nuevo dolor de cabeza para un Gobierno salpicado por acusaciones judiciales.
La Sala I de la Cámara Federal argentina confirmó ayer la acusación formal que había realizado en junio el juez Ariel Lijo, que había denunciado a Boudou por usar sus influencias para que la compañía Ciccone saliera de la quiebra en 2010, cuando era ministro de Economía, y luego adquirirla a través de un fondo de inversión.
La oposición buscó capitalizar el descontento popular adhiriéndose a la marcha.
Pasado un mes de la muerte de Nisman, la investigación no tuvo indicios claros para definir si fue un suicidio o un homicidio. La exesposa del fiscal, la jueza Sandra Arroyo Salgado, insistió ayer en que no admite la posibilidad de un suicidio y sembró dudas.
“En esta coyuntura judicial, política y mediática, no están dadas las garantías para que sea una investigación imparcial y sin riesgos”, alertó.
En tanto, Salvador Cabral, senador oficialista, salió a asegurar que a Nisman lo habría matado el colaborador que le prestó la pistola, Diego Lagomarsino, y que se trataría de un caso de “crimen pasional”. (I)
300 mil personas participaron en la marcha convocada por fiscales
Anoche hablé con la presidenta Cristina Fernández de Kirchner para transmitirle toda nuestra solidaridad de la patria de Simón Bolívar y Hugo Chávez. Fuerza Cristina”.
Nicolás Maduro, presidente de Venezuela.Después de un intento de agresión económica mediante los llamados fondos buitre, ahora viene un golpe judicial”.
Evo Morales, presidente de Bolivia.
Diego Lagomarsino, el hombre que prestó el arma que mató a Alberto Nisman, el fiscal argentino que acusaba a iraníes del atentado antijudío de 1994 en Buenos Aires, fue despedido el lunes de su puesto de colaborador judicial, informó el portal oficial Infojus.
Lagomarsino, un analista informático colaborador de la Fiscalía, fue el hombre que le llevó a Nisman hasta su apartamento una pistola calibre 22 que el fiscal le había pedido presuntamente para defenderse, según el portal del Ministerio de Justicia.
El arma fue hallada por los policías empuñada por la mano derecha de Nisman al ser descubierto el cadáver el 18 de enero en el baño de su apartamento, en un caso de alto impacto político que la Justicia evalúa si fue suicidio u homicidio.
«El nuevo fiscal (temporario, Alberto Gentili) solicitó que se le dé la baja a Lagomarsino, porque le consta que no trabajó», dijo a radio Nacional Rock Luis Viillanueva, vocero de la Procuración General (jefatura de fiscales).
Nisman había acusado el 14 de enero a la presidenta Cristina Kirchner de encubrir a los exgobernantes iraníes sospechosos de organizar el atentado contra la mutual judeo-argentina AMIA, con saldo de 85 muertos y 300 heridos.
La denuncia del fiscal sostiene que Kirchner y otros funcionarios querían proteger a los iraníes, entre ellos al expresidente Ali Rafsanjani, a cambio de petróleo, aunque el crudo de Teherán no sirve para ser procesado en Argentina.
Según el gobierno, Lagomarsino es un agente de Antonio ‘Jaime’ Stiuso, exhombre fuerte de los servicios de inteligencia del Estado y señalado con algún grado de responsabilidad en la enigmática muerte de Nisman.
La fiscal investigadora Viviana Fein ha anunciado que Stiuso, que sirvió a gobiernos democráticos e incluso a la dictadura (1976-1983), será llamado a declarar esta semana.
Nisman también sostuvo en su denuncia contra Kirchner que había pedido anular el pedido de captura de los iraníes por Interpol, pero las autoridades de la entidad policial lo desmintieron.
Nisman era fiscal especial de la causa AMIA desde 2004, cuando recibió el respaldo del entonces presidente Néstor Kirchner (2003-2007).
En enero de 2013 la presidenta Kirchner firmó un acuerdo con Irán para sentar en el banquillo a los iraníes, iniciativa que fue resistida por Nisman y los dirigentes de la colectividad judía en Argentina, la más grande de América Latina.
Lagomarsino declaró en la Justicia que Nisman le pidió el arma porque temía ser víctima de algún ataque, aunque tenía custodia las 24 horas.
El Poder Judicial definió el nombre del magistrado que se hará cargo de la denuncia presentada por el fiscal Alberto Nisman contra Cristina Kirchner.
La fiscal Viviana Frein admitió que los borradores fueron encontrados en el cubo de la basura de Nisman y forman parte de la investigación.
Alberto Nisman apareció muerto con un balazo en la cabeza. Cientos de personas le dieron el último adiós con flores y carteles de Justicia.
Diego Lagomarsino, el hombre que vio por última vez con vida a Alberto Nisman, reveló varios detalles sobre ese encuentro.
La diputada nacional por Unión PRO, la opositora Patricia Bullrich, ratificó ayer que Nisman “se sentía amenazado” y que le informó que era víctima de escuchas.
Bullrich se presentó ante la fiscal del caso Nisman, Viviana Fein, voluntariamente y luego habló con la prensa. La legisladora le contó a la fiscal los contactos que había tenido con Nisman antes de su muerte. “Lo que más le había dolido era una de las escuchas donde un agente de los servicios secretos le había pasado información de su familia a uno de los imputados en la causa”, dijo.
En tanto, la Fiscalía imputó a Diego Lagomarsino, colaborador de Nisman, por prestarle la pistola de calibre 22 que causó la muerte del fiscal.
Ayer, el gobierno argentino lamentó que el periodista Damián Pachter, quien dio la primicia de la muerte de Nisman por Twitter, saliera del país.
El jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró que el gobierno no violó la privacidad de Pachter al difundir sus datos personales, incluido el boleto aéreo para salir de Argentina, y adujo que su paradero era importante. La Sociedad Interamericana de Prensa rechazó la publicación del itinerario de viaje del periodista y le recordó al gobierno de Argentina que le debió dar seguridad.
También ayer, la presidenta argentina Cristina Fernández dijo que enviará esta semana al Congreso un proyecto para reformar los servicios de inteligencia.(I)
La fiscal argentina que investiga la misteriosa muerte de su colega Alberto Nisman imputó a un colaborador del fallecido funcionario por haberle dado el arma que acabó con su vida, en un caso que ha conmocionado a la sociedad y sacudido a la clase política del país.
Nisman estaba a cargo de la fiscalía especial que investiga el atentado contra la mutual judía AMIA en 1994, y días antes de su fallecimiento había acusado a la presidenta Cristina Fernández de un complot para encubrir a los iraníes acusados del estallido que dejó 85 muertos en Buenos Aires.
El fiscal fue hallado el domingo 18 de enero en el baño de su departamento con un disparo en la sien y un arma a su lado, justo horas antes de una reunión agendada con diputados para presentar detalles de su denuncia, que también involucra al canciller argentino, dos dirigentes políticos y un legislador.
Su colaborador Diego Lagomarsino declaró ante la justicia que le prestó el arma porque el propio Nisman se la había pedido supuestamente para protegerse.
«(Lagomarsino) se encuentra imputado por facilitar el arma Bersa calibre 22 hallada en el departamento de Alberto Nisman», dijo en un comunicado de Viviana Fein, la fiscal del caso.
«La fiscal está evaluando las pruebas recolectadas y los testimonios para saber hasta dónde podría extenderse la imputación», añadió la nota de Fein.
Datos de autopsia
El trágico final de Nisman es investigado bajo el rótulo de «muerte dudosa» y las autoridades han dicho que no se descarta ninguna de las tres hipótesis: suicidio, suicidio instigado o asesinato.
La fiscal Fein informó el fin de semana que la autopsia determinó que el arma fue disparada a una distancia inferior a un centímetro de la sien, lo que apoya la teoría del suicidio.
«Fue prácticamente apoyando el arma sobre el parietal derecho», dijo Fein al canal de noticias TN.
Pero todavía hay muchas dudas.
El secretario de Seguridad, Sergio Berni, ya ha comenzado a investigar a los oficiales de policía asignados para proteger a Nisman. El fiscal tenía una custodia personal compuesta por diez agentes de la policía federal.
«He pedido (…) un sumario administrativo para ver cómo se actuó, de qué manera se actuó y si la custodia actuó correctamente», dijo al final de la semana pasada Berni, a una radio local. «Quiero saber hora por hora cómo fueron los acontecimientos».
De acuerdo con medios locales, los dos agentes de seguridad que debían encontrarse con Nisman en la mañana del domingo de su muerte -y que ya declararon ante la fiscal Fein- dieron versiones contradictorias respecto de a qué hora subieron al departamento del fiscal ese día a tocarle el timbre.
Mientras tanto, Fein dijo el lunes que comenzó un «análisis profundo» sobre las imágenes de las cámaras de seguridad del edificio de Nisman, después de detectar «falencias» en los registros escritos de ingresos y egresos del lujoso complejo ubicado en el barrio de Puerto Madero.
El Gobierno sospecha que la muerte de Nisman pudo haber sido instigada por agentes de inteligencia desplazados recientemente.
Lea también: Conmoción por muerte de fiscal que acusó a Cristina Fernández en Argentina
La denuncia de Nisman -unas 300 páginas que se conocieron la semana pasada- fue considerada débil por el Gobierno y algunos expertos, que argumentan que los servicios de inteligencia que colaboraban con el fiscal pudieron brindarle información falsa.
Nisman creía que hubo un fallido plan secreto entre Buenos Aires y Teherán para «desincriminar» a varios iraníes -sobre los que pesan alertas rojas de Interpol- a fin de restablecer los lazos diplomáticos y comerciales bilaterales. (I)
Luego de que el gobierno de argentina publicó en su cuenta de Twitter datos del viaje del periodista que anunció la muerte de Nisman.
La fiscal argentina que investiga la muerte de su colega Alberto Nisman insistió el sábado en que las pericias preliminares indican que recibió el disparo «con el arma apoyada sobre la sien», prestada por un cercano colaborador con orden de arraigo.
Mientras el país sigue atento las declaraciones de la fiscal Viviana Fein sobre la muerte de Nisman horas antes de explicar ante el Congreso una dura denuncia contra la presidenta Cristina Kirchner, la justicia prohibió la salida del país de Diego Lagomarsino, un colaborador cercano al fiscal que le prestó el sábado pasado la pistola calibre 22 que lo mató.
Lagomarsino se puso a disposición de los investigadores el viernes en la noche.
Fein dijo el sábado al canal de noticias TN que el disparo se produjo a «una distancia no mayor a un centímetro» e insistió en que hasta ahora no hay pruebas de que hayan participado terceras personas.
La fiscal agregó que «el disparo se efectuó apoyando el arma en el parietal derecho». «El disparo fue sobre la oreja, el arma fue apoyada sobre la sien», reiteró.
Fein también precisó que Nisman, de 51 años, murió «alrededor del mediodía del domingo» 18 de enero en un departamento del exclusivo barrio de Puerto Madero, en Buenos Aires.
«Estamos esperando el examen toxicológico e histopatológico, que son exámenes que pueden demorar», dijo.
Cuatro días antes de su muerte, Nisman hizo pública una denuncia contra la presidenta Kirchner y su canciller Héctor Timerman por supuestamente encubrir a iraníes acusados de haber participado en un atentado contra una mutual judía en Buenos Aires en 1994.
Aquel atentado, que dejó 85 muertos y 300 heridos, ocurrió dos años después de otro en la embajada de Israel de la capital argentina (que dejó 29 muertos), y es considerado el mayor ataque terrorista en la historia argentina.
La causa AMIA, como se le conoce en Argentina, lleva más de 20 años sin resolverse, con juicios anulados por serias irregularidades que dañaron la reputación de jueces y del servicio de inteligencia argentino.
Nisman estaba implicado en la investigación AMIA desde 1997. Pero fue en 2004 cuando se convirtió en máximo responsable de la Fiscalía Especial AMIA, cargo que le concedió el entonces presidente Néstor Kirchner (2003-2007), hoy fallecido, esposo de la actual presidenta.
Tras la muerte de Nisman, la Fiscalía indicó en primer lugar que todas las pistas apuntaban a un suicidio, pero luego no se encontraron rastros de pólvora en la mano de Nisman, entre otros elementos que volvieron compleja la investigación.
El gobierno argentino cree que Nisman no se suicidó y ha levantado sospechas sobre el papel del exjefe de operaciones de la Secretaría de Inteligencia, Antonio ‘Jaime’ Stiusso, removido del cargo en diciembre.
Stiusso trabajaba estrechamente con Nisman desde que el fiscal fue designado en 2004 para investigar el atentado a la AMIA. (I)