El grupo yihadista Estado Islámico (EI) ha ejecutado y quemado a más de cuarenta personas en la zona de Al Bagdadi, en el oeste de Irak y cerca de una base militar donde están desplegados 300 marines estadounidenses que apoyan a las tropas iraquíes.
Una fuente de seguridad local explicó este martes que los extremistas asesinaron a más de secuestrados, en su mayoría miembros de la Policía y de los Consejos de Salvación (milicias suníes progubernamentales).
Después quemaron los cadáveres en una plaza pública de la localidad de Al Bagdadi, tomada por el EI la semana pasada y ubicada en la provincia occidental de Al Anbar.
Además, el EI tiene rodeada desde hace días una urbanización residencial de la zona de Al Bagdadi en la que viven decenas de familias, que sufren escasez de alimentos, agua potable y productos básicos, según la fuente de seguridad.
La provincia de Al Anbar está en su mayoría bajo el control de los militantes radicales y Al Bagdadi era una de las pocas ciudades que se mantenía en poder del Gobierno iraquí.
Estados Unidos, que lidera una alianza internacional contra el EI, tiene desplegados a 300 militares en la base de Ain al Asad, situada a unos 15 kilómetros de distancia de Al Bagdadi y que ha sufrido en los últimos días intentos de ataque frustrados por parte del grupo extremista.
Los yihadistas difundieron hace unas semanas un vídeo en el que se observa cómo quemaron vivo al piloto jordano Muaz Kasasbeh, capturado en Siria después de que el avión que dirigía se estrellara en el marco de una operación de la coalición internacional contra el EI que encabeza Estados Unidos.
La Fuerza Aérea jordana bombardeó objetivos del Estado Islámico (EI) en Siria, informó este jueves la televisión estatal, dos días después de que el grupo yihadista emitiera un video que muestra cómo muere quemado vivo un piloto jordano capturado por el grupo islamista.
Los aviones volvieron a la capital Ammán tras cumplir su misión, señaló la televisión sin dar detalles.
Medios locales aseguraron que los bombardeos se dirigieron contra posiciones del EI en la provincia nororiental de Al Raqqa, feudo de la milicia radical. Además de en Siria, el EI controla también un vasto territorio en Irak.
El miércoles, el rey jordano Abulá II prometió una «dura respuesta» a la ejecución del piloto Muaz al Kasasbeh, capturado el diciembre por los yihadistas después de que su avión se estrellara en territorio sirio durante una misión de la coalición internacional contra el EI.
El rey Abdulá visitó este jueves la ciudad natal del piloto Al Karak, en el sur del país, donde ofreció las condolencias a su familia. El piloto, miembro de una influente tribu, se convirtió en una causa nacional.
En un tributo al piloto, los aviones jordanos sobrevolaron su localidad natal cuando volvían de la misión en Siria, señaló la televisión jordana.
Jordania forma parte de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que desde septiembre lleva a cabo una campaña aérea contra objetivos yihadistas en Siria.
El anuncio de hoy supone la primera vez que Jordania hace públicos sus ataques contra el EI, información que hasta ahora ofrecía Estados Unidos.
Así lo aseguran fuentes de Seguridad. Es en venganza por el asesinato del piloto jordano que fue quemado vivo.
Jordania continuó este sábado los intentos por salvar a su piloto Muaz Kasasbeh, en manos del Estado Islámico (EI), grupo yihadista que ayer volvió a cumplir sus amenazas al decapitar al periodista japonés Kenji Goto tras días de intensas negociaciones.
El portavoz del Ejecutivo jordano, Mohamed al Momani, condenó en un comunicado la ejecución de Goto y el terrorismo del Estado Islámico.
Al Momani subrayó que su país continúa «desplegando sus esfuerzos» para obtener la liberación de Kasasbeh, capturado por los extremistas el pasado 24 de diciembre mientras participaba en una ofensiva aérea de la coalición internacional liderada por Estados Unidos contra el EI.
Las tensas negociaciones entre el grupo yihadista y los gobiernos de Jordania y Japón no evitaron que el periodista nipón fuera decapitado, según un video de la organización en el que se acusa a Tokio de participar en esa alianza internacional en Irak y Siria.
«Jordania no escatimó ningún esfuerzo para proteger la vida del rehén japonés y salvarlo, y estaba en constante contacto y coordinación con el Gobierno japonés», dijo Al Momani, quien agregó que «los terroristas rechazaron todos los intentos» jordanos para liberar al reportero.
Canje de rehenes
A cambio, el EI exigía la excarcelación de la terrorista Sayida al Rishawi, condenada a pena de muerte en Jordania.
Ammán aceptó intercambiar a Al Rishawi por Goto y Kasasbeh, pero parece que el canje quedó bloqueado porque Jordania quería recibir antes una prueba de que el piloto estaba con vida.
En el video de la decapitación del japonés el EI no hace ninguna alusión al militar jordano.
El portavoz jordano apuntó que todavía están intentando obtener esa «prueba» de que Kasasbeh sigue vivo y lograr que regrese a su país.
El pasado 20 de enero, coincidiendo con el viaje del primer ministro nipón, Shinzo Abe, a Oriente Medio, el EI envió un primer video en el que demandó a Tokio el pago de 200 millones de dólares a cambio de no asesinar a dos japoneses en su poder, Goto y Haruna Yukawa, que fue ejecutado hace una semana.
Condena
La opositora Coalición Nacional Siria (CNFROS) se unió a las condenas por el asesinato del segundo rehén japonés y acusó al EI de cometer «crímenes horribles».
Por su parte, el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, llamó a la comunidad internacional a aumentar su cooperación para acabar con ese grupo extremista, que en junio pasado declaró un califato en las zonas bajo su control en Siria e Irak.
El Estado Islámico está llevando a cabo una intensa guerra propagandística a través de internet en la que continuamente amenaza e invita a atacar a los países occidentales y todos los que participen en la lucha contra el grupo.
Además de ejecutar a los dos japoneses, ha asesinado en Siria a los periodistas estadounidenses James Foley y Steven Sotloff y a tres trabajadores sociales, los británicos David Haines y Alan Henning y el estadounidense Peter Kassig.
Sobre el terreno, el EI ha sufrido últimamente importantes retrocesos, como en la ciudad kurda de Kobani, ubicada en el norte de Siria junto a la frontera con Turquía y que fue liberada por las fuerzas kurdas con ayuda de la coalición internacional tras cuatro meses de combates.
En Irak, los intensos bombardeos internacionales lanzados desde el pasado agosto y los ataques de la aviación iraquí, apoyados por tierra por milicianos tribales y kurdos, han servido para infringir pérdidas al grupo radical, que -no obstante- sigue dominando ciudades como Mosul, la segunda del país.
Combates
Fuentes de seguridad indicaron este domingo que más de sesenta miembros del EI murieron en los últimos dos días en el norte de Irak en combates con las fuerzas kurdas y en bombardeos.
La violencia no da tregua en ese país, donde al menos 1.375 iraquíes murieron (entre ellos 585 militares) y 2.240 resultaron heridos en actos terroristas y violentos en enero pasado, según la misión de la ONU en el país, Unami.
En Siria, donde han muerto más de 200.000 personas desde marzo de 2011, la situación también está lejos de estabilizarse, con continuos enfrentamientos entre tropas del régimen de Bachar al Asad y los rebeldes, así como entre esos dos bandos y los yihadistas del EI.
En Damasco, cerca del famoso zoco de Al Hamidiya, al menos siete civiles murieron hoy y veinte fueron heridos por una explosión en un autobús en el que supuestamente iban personas de confesión chií.
Advirtió que matarán a todos los prisioneros del Estado Islámico si el piloto Maaz Al Kasasbeh muere.
Por el momento no se sabe nada del piloto jornado Muath Al Kasasbeh, ni del periodista japonés Kenji Goto.
Un audio atribuido a ISIS, en voz del rehén japonés Kenji Goto Jogo, señaló instrucciones para un posible traspaso de prisioneros.