El presidente Raúl Castro les impuso el título de Héroes de la República de Cuba y la Orden Playa Girón.
Quince largas horas de negociaciones entre los líderes de Rusia, Ucrania, Alemania y Francia consiguieron lo que parecía ya casi imposible, un acuerdo de paz para el Este de Ucrania que ponga fin a diez meses de hostilidades que amenazan la estabilidad de toda Europa.
El presidente ruso, Vladímir Putin, apareció hacia el mediodía de este jueves ante la prensa congregada en el Palacio de la Independencia de Minsk para anunciar que se había acordado un alto el fuego en el este de Ucrania a partir del próximo domingo.
«Hemos llegado a un acuerdo sobre lo importante», dijo Putin, que detalló que la tregua debe entrar en vigor a las 00.00 horas del 15 de febrero hora ucraniana (22.00 GMT del día 14 de febrero).
También el presidente francés, Francois Hollande, dijo a un grupo de periodistas que se había alcanzado un arreglo político para ese conflicto que ya se ha cobrado casi 6.000 víctimas, y consideró que el acuerdo «ha sido un alivio para Europa y una esperanza para Ucrania».
Atrás quedaba toda una noche de negociaciones entre ambos mandatarios -junto con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente de Ucrania, Petro Poroshenko-, marcadas por la tensión en muchos momentos y en las que, a juzgar por las pocas imágenes registradas, el líder del Kremlin estaba solo contra todos.
Poroshenko, que apareció siempre arropado por Merkel y Hollande, no ocultó la dureza del encuentro al señalar que «no fue nada fácil» consensuar el acuerdo.
«De hecho, se nos plantearon todo tipo condiciones inaceptables: concesiones, retiradas», dijo el líder ucraniano a la prensa.
El texto acordado entre todas las partes tiene por objetivo la aplicación de los acuerdos de paz firmados en la capital bielorrusa en septiembre de 2014.
El documento, que fue firmado por el llamado Grupo de Contacto -representantes de Kiev y de los separatistas prorrusos, con Rusia y la OSCE como mediadores- y aprobado verbalmente por los cuatro mandatarios, no es más que un primer paso para un arreglo global, por lo que la prudencia fue la tónica en las declaraciones posteriores.
Merkel reconoció que no se hace muchas ilusiones y que ahora de lo que se trata es de que se cumplan las medidas concretas del documento.
«Al final el presidente Putin ejerció presión sobre los separatistas para que aceptaran declarar un alto el fuego desde la medianoche del domingo», dijo.
También fue muy cauto Hollande, quien subrayó que las próximas horas serán determinantes para el éxito o el fracaso de la iniciativa y que este es un momento «crucial».
El anfitrión de la cumbre, el presidente de Bielorrusia, Alexánder Lukashenko, incidió en que «a lo largo de la Historia se han elaborado muchos documentos, pero lo principal es cumplirlos».
Putin achacó la tardanza del acuerdo al hecho de que las autoridades de Kiev se niegan a mantener contactos directos con los separatistas prorrusos del este del país.
«A pesar de que no están reconocidas (las repúblicas separatistas de Donetsk y Lugansk), hay que partir de la vida real, y si quieren conseguir un acuerdo duradero y construir unas relaciones hay que mantener contactos directos», dijo.
Además del alto el fuego que entrará en vigor el domingo, el acuerdo prevé la retirada de todo el armamento pesado a la misma distancia por parte de ambos bandos con el fin de crear una zona de seguridad.
Para las milicias prorrusas, la referencia será la línea de separación acordada en Minsk en septiembre de 2014, lo que significa un retroceso frente a sus actuales posiciones, un proceso que deberá verificar la OSCE (Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa).
Se contempla igualmente comenzar un diálogo para la convocatoria de elecciones locales en las zonas bajo control rebelde, una amnistía general para todos los participantes en el conflicto y la liberación de todos los rehenes y canje de prisioneros de guerra.
Kiev deberá reanudar los pagos sociales, pensiones y servicios bancarios en las zonas rebeldes, y a cambio restablecerá el pleno control de la frontera ruso-ucraniana en la zona de conflicto para finales de 2015.
Otro punto del documento exige la retirada y desarme de todas la formaciones armadas extranjeras, armamento y mercenarios del territorio de Ucrania.
Y en el plano político, una reforma constitucional para la descentralización de Ucrania, aunque no se habla de una federalización, que era una de las exigencias de Moscú.
A las pocas horas de partir los líderes de Minsk, las autoridades ucranianas denunciaron que durante la pasada noche medio centenar de tanques, 40 sistemas de lanzamiento de misiles y otros tantos blindados cruzaron la frontera rusa y se internaron en territorio ucraniano. (I)
Padres de los 43 estudiantes mexicanos que desaparecieron y fueron presuntamente masacrados en Guerrero (sur) encabezan este lunes una serie de marchas por Ciudad de México al cumplirse cuatro meses del crimen, para recordar al gobierno que no dejarán de luchar hasta encontrar a sus hijos.
«Ya son cuatro meses que no nos dicen (dónde están). Esta marcha es para que nos devuelvan a los chamacos (jóvenes)», dijo en una de las marchas a la AFP Bernabé Adrajan, padre de Adán, uno de los desaparecidos.
La jornada de protesta arrancó en la mañana con cuatro marchas simultáneas que partieron desde distintos puntos de la capital. En la tarde se convocó otra en el emblemático monumento del Ángel de la Independencia y todas ellas confluirán en un mitin en la central plaza del Zócalo.
Las marchas ocurren en un clima de creciente desconfianza de los padres hacia la investigación oficial de este brutal crimen.
En el sur de la capital miles de alumnos y maestros, muchos provenientes del convulso estado de Guerrero, marchaban portando una gran manta roja con las fotos de los 43 jóvenes, quienes desaparecieron en Iguala (estado Guerrero) en medio de ataques de policías locales coludidos con sicarios del narcotráfico.
Los padres temen que el gobierno quiera echar ya el cierre a un caso que escandalizó al país y la comunidad internacional, y sumió a Enrique Peña Nieto en la peor crisis de su presidencia (2012-2018).
«Lo que queremos es que no se olvide. Que esto no se quede en impunidad», dijo a la AFP Mario Pérez, compañero de las víctimas en la escuela rural de magisterio de Ayotzinapa (Guerrero).
El paso de los manifestantes, algunos de los cuales portando palos y otros pocos encapuchados, es seguido de cerca por policías antimotines.
Un grupo de manifestantes realizó pintadas en comercios, bancos y en una instalación de la guardia presidencial, en la que escribieron mensajes como «Fue el Estado». (I)
El presidente de Uruguay, José Mujica, aseguró hoy que no le gusta la idea de que se realice una movilización en su honor cuando se cumpla el último día de su actual mandato, tal como se está convocando en redes sociales.
«No me gusta», comentó el presidente, «voy a escribir», a pedir que no se haga esa actividad, aseguró.
La convocatoria, que apunta a celebrarse el 28 de febrero, última jornada de Mujica como presidente, es promovida por ciudadanos que simpatizan con su figura y están conformes con su gestión. Los organizadores llaman a concentrarse en la Plaza Independencia de Montevideo, frente al edificio sede de la Presidencia.
«Cuando viene un gobierno hay que apuntalarlo. (…) No mirar para atrás, mirar para adelante», señaló el mandatario en declaraciones difundidas hoy por un canal de televisión local.
Mujica será sucedido el 1 de marzo por Tabaré Vázquez, también del Frente Amplio, una coalición de agrupaciones de partidos mayoritariamente identificados con la izquierda. Tras dejar ese cargo asumirá una banca en el Senado.