En su página oficial, la Presidencia de la República ha decidido abrir un micrositio especial dedicado al caso Ayotzinapa. Ahí
La organización Amnistía Internacional (AI) publicó este jueves 28 de enero una carta abierta dirigida al titular de la Procuraduría
Murillo Karam admitió que faltan «muchas cosas» por aclarar en torno a la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa.
El jefe de sicarios del cártel Guerreros Unidos, Felipe Rodriguez Salgado, alias «El Cepillo» -uno de los cuatro detenidos cuyo
Los padres de los 43 estudiantes que desaparecieron el 26 de septiembre en Iguala (México) no recurrirán a actos de violencia para evitar el desarrollo de las elecciones en el estado de Guerrero el próximo 7 de junio, aseguró hoy su portavoz, Felipe de la Cruz.
«Nuestro movimiento es pacífico. Creemos que la violencia no genera estabilidad, ni paz, sino todo lo contrario», dijo a Radio Fórmula un día después de una jornada de protesta nacional al cumplirse cuatro meses de la desaparición de los jóvenes.
El llamado a no votar en Guerrero el 7 de junio, cuando se elegirá gobernador, 46 diputados y 81 cargos locales, está dirigido a «que la gente se organice y empecemos a formar asambleas populares, otras formas de gobierno que no sea con políticos ya amañados», indicó.
De la Cruz pidió a la ciudadanía que no olvide los actos de los políticos corruptos en el estado.
«Por ejemplo, en Acapulco ya empezó la precampaña del hijo del exgobernador del estado (ngel Aguirre)», dijo el portavoz, quien añadió que no habrá elecciones en Guerrero porque a los votantes «con facilidad se le olvidan los hechos que suceden allá».
Los familiares de los estudiantes exigieron la renuncia de Aguirre y una investigación por la forma en que manejó el caso de los 43 desaparecidos el 26 de septiembre pasado a manos de policías corruptos y miembros del crimen organizado.
El político del izquierdista Partido de la Revolución Democrática dimitió en octubre pasado presionado por la crisis que desató la desaparición de los alumnos de la escuela Normal Rural de Ayotzinapa. Ahora, su hijo ngel Aguirre Herrera busca la candidatura del PRD a la alcaldía de Acapulco.
El próximo 7 de junio los mexicanos acudirán a las urnas para elegir 500 diputados federales, los Gobiernos de nueve estados y 1.532 cargos locales.
El proceso electoral se llevará a cabo bajo la sombra del caso Ayotzinapa si la fiscalía federal no despeja las dudas que prevalecen sobre lo ocurrido la violenta noche del 26 de septiembre de 2014.
Los familiares y buena parte de la sociedad mexicana no creen en la versión oficial, según la cual los jóvenes fueron asesinados e incinerados en un basurero de Cocula, un municipio vecino a Iguala, por miembros del cártel Guerreros Unidos.
Según el testimonio de tres integrantes de Guerreros Unidos, policías locales detuvieron a los jóvenes y se los entregaron tras un tiroteo ordenado por el entonces alcalde de Iguala, José Luis Abarca, en el que murieron seis personas y otras 25 resultaron heridas.
Hasta ahora un grupo de forenses austríacos sólo ha identificado a uno de los estudiantes desaparecidos entre los restos calcinados supuestamente hallados por la fiscalía mexicana en Cocula.
Padres de los 43 estudiantes mexicanos que desaparecieron y fueron presuntamente masacrados en Guerrero (sur) encabezan este lunes una serie de marchas por Ciudad de México al cumplirse cuatro meses del crimen, para recordar al gobierno que no dejarán de luchar hasta encontrar a sus hijos.
«Ya son cuatro meses que no nos dicen (dónde están). Esta marcha es para que nos devuelvan a los chamacos (jóvenes)», dijo en una de las marchas a la AFP Bernabé Adrajan, padre de Adán, uno de los desaparecidos.
La jornada de protesta arrancó en la mañana con cuatro marchas simultáneas que partieron desde distintos puntos de la capital. En la tarde se convocó otra en el emblemático monumento del Ángel de la Independencia y todas ellas confluirán en un mitin en la central plaza del Zócalo.
Las marchas ocurren en un clima de creciente desconfianza de los padres hacia la investigación oficial de este brutal crimen.
En el sur de la capital miles de alumnos y maestros, muchos provenientes del convulso estado de Guerrero, marchaban portando una gran manta roja con las fotos de los 43 jóvenes, quienes desaparecieron en Iguala (estado Guerrero) en medio de ataques de policías locales coludidos con sicarios del narcotráfico.
Los padres temen que el gobierno quiera echar ya el cierre a un caso que escandalizó al país y la comunidad internacional, y sumió a Enrique Peña Nieto en la peor crisis de su presidencia (2012-2018).
«Lo que queremos es que no se olvide. Que esto no se quede en impunidad», dijo a la AFP Mario Pérez, compañero de las víctimas en la escuela rural de magisterio de Ayotzinapa (Guerrero).
El paso de los manifestantes, algunos de los cuales portando palos y otros pocos encapuchados, es seguido de cerca por policías antimotines.
Un grupo de manifestantes realizó pintadas en comercios, bancos y en una instalación de la guardia presidencial, en la que escribieron mensajes como «Fue el Estado». (I)
Padres de los 43 estudiantes mexicanos que desaparecieron y fueron presuntamente masacrados en Guerrero (sur) encabezan este lunes una serie de marchas por Ciudad de México al cumplirse cuatro meses del crimen, para recordar al gobierno que no dejarán de luchar hasta encontrar a sus hijos.
«Ya son cuatro meses que no nos dicen (dónde están). Esta marcha es para que nos devuelvan a los chamacos (jóvenes)», dijo en una de las marchas a la AFP Bernabé Adrajan, padre de Adán, uno de los desaparecidos.
La jornada de protesta arrancó en la mañana con cuatro marchas simultáneas que partieron desde distintos puntos de la capital. En la tarde se convocó otra en el emblemático monumento del Ángel de la Independencia y todas ellas confluirán en un mitin en la central plaza del Zócalo.
Las marchas ocurren en un clima de creciente desconfianza de los padres hacia la investigación oficial de este brutal crimen.
En el sur de la capital miles de alumnos y maestros, muchos provenientes del convulso estado de Guerrero, marchaban portando una gran manta roja con las fotos de los 43 jóvenes, quienes desaparecieron en Iguala (estado Guerrero) en medio de ataques de policías locales coludidos con sicarios del narcotráfico.
Los padres temen que el gobierno quiera echar ya el cierre a un caso que escandalizó al país y la comunidad internacional, y sumió a Enrique Peña Nieto en la peor crisis de su presidencia (2012-2018).
«Lo que queremos es que no se olvide. Que esto no se quede en impunidad», dijo a la AFP Mario Pérez, compañero de las víctimas en la escuela rural de magisterio de Ayotzinapa (Guerrero).
El paso de los manifestantes, algunos de los cuales portando palos y otros pocos encapuchados, es seguido de cerca por policías antimotines.
Un grupo de manifestantes realizó pintadas en comercios, bancos y en una instalación de la guardia presidencial, en la que escribieron mensajes como «Fue el Estado». (I)
Un supuesto sicario del cártel mexicano Guerreros Unidos, señalado como partícipe en la presunta masacre de 43 estudiantes, dijo que él y otros cómplices asesinaron a tiros «a unos 15» jóvenes que les entregaron con vida jefes policiales, según declaraciones que difunde este sábado la prensa mexicana.
Felipe Rodríguez Salgado, alias «El Cepillo», detenido y acusado de participar en el supuesto asesinato e incineración de los jóvenes, a partir de testimonios que forman parte de las investigaciones, agregó que al menos 25 estudiantes ya habían muerto «por asfixia».
«El Cepillo» además admitió que sabía que todas las víctimas eran estudiantes y no delincuentes.
El sujeto detalló que el 26 de septiembre él y otros compinches recibieron la orden de abordar unos vehículos para ayudar a la gente de Gildardo López, alias «El Cabo Gil», lugarteniente del líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias.
En el lugar conocido como Loma de Coyotes lo esperaban «El Cabo Gil» y los mandos de las policías municipales de Iguala y de Cocula en cinco patrullas y una camioneta blanca de redilas de tres toneladas, donde tenían detenido a un grupo de jóvenes.
Según declaraciones, subieron a los estudiantes al vehículo de redilas y los llevaron al basurero de Cocula. Alrededor de 25 ya estaban muerto por asfixia y quedaban unos 15 vivos, a los que acribillaron a tiros y calcinaron, para después regresar a Iguala.
Los restos calcinados fueron colcados en bolsas negras de plástico que luego lanzaron al río San Juan de Cocula.
En su declaración, «El Cepillo» destacó que después de la masacre de 43 alumnos de la escuela normal de Ayotzinapa intentó huir a Estados Unidos para refugiarse con su hermano, pero fue detenido por autoridades migratorias estadunidenses, que lo deportaron a México en calidad de indocumentado.
«El Cepillo» fue capturado el 16 de enero en la localidad de Jiutepec, en el estado de Morelos, por elmentos de la policía federal y el Ejército.
Los estudiantes desaparecieron tras ser detenidos el 26 de septiembre por policías municipales, que los entregaron a los sicarios de Guerreros Unidos.
Hasta ahora han sido arrestadas unas 100 personas por la desaparición, entre ellas el destituido alcalde de la ciudad de Iguala, José Luis Abarca, su esposa y el líder de Guerreros Unidos, Sidronio Casarrubias.
Según las investigaciones, Abarca ordenó a la policía municipal interceptar a los normalistas en Iguala, 200 kilómetros al sur de la capital mexicana, para evitar que sabotearan un acto político de su esposa.
De acuerdo con las declaraciones de algunos detenidos, los agentes los entregaron después a Guerreros Unidos, que los confundieron con miembros de Los Rojos, un grupo rival.
Los jóvenes desaparecidos estudiaban en la Escuela Normal Rural «Raúl Isidro Burgos» de Ayotzinapa, que forma maestros en el sureño estado de Guerrero. (I)
“El gobierno apuesta al olvido, a que esto se diluya. Hacemos un llamado a no olvidar”, dijo Perseo Quiroz.
El laboratorio austriaco de Innsbruck no encontró ADN útil en 16 restos enviados por el gobierno mexicano para identificar, por el método «mitocondrial», a algunos de los 42 estudiantes presuntamente masacrados en Guerrero, informó el martes la fiscalía federal.
El Instituto de Medicina Forense de la Universidad de Innsbruck, que ya identificó a uno de los 43 estudiantes, concluyó en un informe enviado a la fiscalía que «el calor excesivo ha destruido el ADN y el ADN mitocondrial en los restos», dijo la dependencia en un comunicado.
La fiscalía envió en noviembre pasado a Austria 17 restos presuntamente pertenecientes a los jóvenes desaparecidos en septiembre pasado en la ciudad de Iguala, ubicada en el convulso estados de Guerrero (sur).
Según la investigación oficial, los 43 estudiantes fueron asesinados e incinerados en el aislado basurero de la comunidad de Cocula, vecina de Iguala, por integrantes del cartel de Guerreros Unidos.
Los peritos de la fiscalía hallaron 17 restos en una de las ocho bolsas en las que los agresores depositaron las cenizas que habrían sido tiradas a un río.
Lea también: 43 estudiantes fueron asesinados en México, anuncian autoridades
El informe de Innsbruck advierte que aún existe la posibilidad de utilizar una tecnología novedosa llamada «Secuenciación Masivamente Paralela» para lograr la identificación, pero que de aplicarla hay «el riesgo» de que «los extractos de ADN sean consumidos sin obtener ningún resultado adicional».
La fiscalía mexicana ha solicitado al laboratorio austriaco realizar de «inmediato» los estudios bajo la técnica de secuenciación masiva paralela, dijo la dependencia en el comunicado.
Uno identificado
El laboratorio informó a principios de diciembre que uno de los 17 restos enviados pertenece a Alexander Mora, uno de los 43 estudiantes de la escuela rural para maestros de Ayotzinapa que fueron brutalmente atacados por policías de Iguala la noche del 26 al 27 de septiembre, en un crimen que ha conmocionado a la comunidad nacional e internacional.
Este trágico ataque sumió a la administración del presidente Enrique Peña Nieto (2012 – 2018) en la peor crisis desde que asumió el poder con multitudinarias manifestaciones de idignación en varias ciudades del país. (I)
El 7 de junio los mexicanos de 17 estados federales irán a las urnas. La gestión de Peña Nieto no convence a muchos.
La PGR confirmó que fue detenido Felipe Rodríguez Salgado alias El Cepillo. Este hombre es señalado como autor material de la desaparición de los 43.
Los padres de los 43 estudiantes desaparecidos en Iguala exigen que se investigue al ejército en relación al caso.
El exalcalde de Iguala fue acusado el martes del secuestro de los 43 estudiantes desaparecidos en Guerrero.
La esposa del exalcalde de la ciudad mexicana de Iguala, detenida tras la desaparición de 43 estudiantes en el estado de Guerrero, sería miembro del grupo criminal local Guerreros Unidos, vinculado a la posible masacre de los jóvenes, informó ayer el poder judicial.
El Consejo de la Judicatura indicó que María de los Ángeles Pineda afronta cargos por delincuencia organizada en la modalidad de narcotráfico y operaciones con recursos de procedencia ilícita.
Según la investigación, Pineda pertenecería desde el 2005 al cartel Guerreros Unidos, donde daba “protección y apoyo económico para lograr los fines de ese grupo”, apuntó.
La mujer se encargaba de comprar bienes muebles e inmuebles y de invertir los recursos obtenidos de la venta y distribución de droga en Guerrero y otros estados donde el grupo criminal tiene presencia, añadió la institución. Ella fue detenida el 4 de noviembre del 2014 en la capital mexicana junto a su esposo, José Luis Abarca.
En tanto, en Chilpancingo, capital de Guerrero, manifestantes que reclaman la aparición con vida de los 43 estudiantes impidieron al Instituto Nacional Electoral realizar exámenes para elegir al personal de apoyo en los comicios del 7 de junio en esta ciudad. (I)
Daba protección y apoyo económico para lograr los fines del grupo criminal mediante la compra de bienes inmuebles.
Autoridades hallaron seis fosas clandestinas con restos humanos en el municipio de Chilapa, al centro de Guerrero.
Además de los cadáveres con huellas de tortura, las autoridades encontraron otras 11 cabezas humanas.