Capitán del barco que naufragó es detenido por homicidio múltiple

Los fiscales culparon al capitán tunecino de un barco pesquero por provocar la muerte de cientos de inmigrantes encerrados bajo la cubierta cuando su embarcación se volcó en el Mediterráneo, en un naufragio que conmocionó a Europa el fin de semana pasado.

El capitán Mohammed Ali Malek, de 27 años, fue arrestado como sospechoso de homicidio múltiple.

Los sobrevivientes dijeron a la Acnur que el desastre ocurrió cuando uno de los traficantes hizo chocar el barco contra el buque Rey Jacobo, de bandera portuguesa, que respondió a un pedido de auxilio.

“Los sobrevivientes dijeron que la persona que gobernaba su barco, el traficante, navegaba mal e hizo una mala maniobra que lo llevó a chocar contra el buque más grande”, dijo Carlota Sami, portavoz de la Acnur. El barco se volcó y se hundió.

Varios cientos de personas estaban encerradas en el nivel inferior, otras tantas en un segundo nivel y cientos más iban en la cubierta, según los fiscales.

Los rescatados señalaron a los fiscales que el maltrato a manos de los traficantes comenzó antes de que abordaran la nave condenada la noche del 16 de abril. Los tuvieron durante periodos de hasta 30 días en una granja cerca del punto de salida del barco y los llevaron en camiones en grupos de a 30 al embarcadero.

Los fiscales dijeron que el naufragio se debió tanto a la mala maniobra del capitán, como a la reacción posterior de los migrantes, que se desplazaban por la nave desequilibrada por el choque.

La conmoción del desastre ha provocado una reacción de la Unión Europea, al pedir Italia que no se la deje librada a sus propios medios para sobrellevar el peso de los rescates, y que la UE se concentre en impedir la salida de buques con migrantes desde Libia.

El arresto de los cabecillas y la destrucción de sus buques es un aspecto crucial de la propuesta de 10 puntos de Europa para una cumbre de emergencia mañana en Bruselas.

Italia ha arrestado a un millar de contrabandistas, en su mayoría navegantes, no los jefes de las operaciones.

Según relataron los supervivientes, el barco partió de Trípoli el sábado, llevando a bordo a 350 eritreos, así como a personas procedentes de Siria, Somalia, Sierra Leona, Mali, Senegal, Gambia, Costa de Marfil y Etiopía. Ayer fueron trasladados a un centro para inmigrantes en Catania donde se mostraron “muy cansados, muy impresionados, en silencio”, según dijo Flavio Di Giacomo, de la Organización Internacional para las Migraciones.

La Agencia de la ONU para los Refugiados dijo ayer que creen que están frente al mayor desastre de su tipo ocurrido en el Mediterráneo. (I)

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rescatados de seis barcos hubo el lunes en el mediterráneo.