Lucía Topolansky, esposa del expresidente José Mujica, lanzó su campaña para la candidatura a la intendencia de Montevideo.
Se trata de Eduardo Cabrera alias El Cura, requerido por una corte del distrito de NY, por narcotráfico.
La muerte del fiscal Nisman ha puesto los focos sobre los opacos servicios de inteligencia, cuya reforma se debate el martes.
El presidente de Uruguay, José Mujica, aseguró hoy que no le gusta la idea de que se realice una movilización en su honor cuando se cumpla el último día de su actual mandato, tal como se está convocando en redes sociales.
«No me gusta», comentó el presidente, «voy a escribir», a pedir que no se haga esa actividad, aseguró.
La convocatoria, que apunta a celebrarse el 28 de febrero, última jornada de Mujica como presidente, es promovida por ciudadanos que simpatizan con su figura y están conformes con su gestión. Los organizadores llaman a concentrarse en la Plaza Independencia de Montevideo, frente al edificio sede de la Presidencia.
«Cuando viene un gobierno hay que apuntalarlo. (…) No mirar para atrás, mirar para adelante», señaló el mandatario en declaraciones difundidas hoy por un canal de televisión local.
Mujica será sucedido el 1 de marzo por Tabaré Vázquez, también del Frente Amplio, una coalición de agrupaciones de partidos mayoritariamente identificados con la izquierda. Tras dejar ese cargo asumirá una banca en el Senado.
El presidente de Uruguay, José Mujica, donó 550.000 dólares de su sueldo durante los cinco años de gestión que culminarán el 1 de marzo, informó hoy el propio mandatario.
El Plan de Integración Socio-Habitacional Juntos, creado en mayo de 2010, recibió 400.000 dólares, «en efectivo y en equipos», y el resto fueron aportes partidarios al gobernante Frente Amplio (FA) «porque significa una obligación moral y ética», sostuvo Mujica.
«Sabemos que con estas cosas no cambiamos el mundo, pero sentimos y multiplicamos nuestro compromiso con la sociedad», expresó el presidente de Uruguay durante una de sus audiciones radiales semanales.
El mandatario criticó la «menguada» solidaridad social en su país.
«Las empresas privadas tienden a pedir alivios fiscales para colaborar en lo social. En el fondo, indirectamente, nos damos cuenta que esa ayuda social tiene poco de privada y bastante de pública», dijo Mujica.
«Por desgracia, allí donde el Estado no interviene regulando de alguna manera, el reparto de la riqueza que se genera espontáneamente en el devenir del mercado tiende a concentrarse y esa concentración, si la dejamos así, nos crea dos sociedades: una que progresa fantásticamente y multiplica todo su acervo y otra que va quedando al costado del camino», agregó el presidente uruguayo.
$ 12.000 mensuales
Por eso defendió la necesidad de políticas sociales que «son instrumentos que tratan de forzar un poco la distribución de la riqueza que se genera para evitar los males de una concentración excesiva y hacer viable la tonalidad global de la sociedad».
El salario mensual de un presidente en Uruguay ronda los 12.000 dólares, cifra que Mujica declaró que no necesita en su totalidad para vivir.
En mayo de 2010, a poco más de dos meses de asumir el cargo, Mujica declaró la emergencia socio-habitacional por la situación de extrema precariedad en que se encontraban cerca de 15.000 hogares uruguayos.
El decreto dio nacimiento al Plan Juntos «como una herramienta necesaria para contribuir desde el Estado y con la mayor celeridad posible a hacer efectivo el derecho de la población más vulnerable a una calidad de vida y hábitat dignos, imaginando y construyendo participativa y solidariamente un mejor futuro».