Una grabación de la conversación entre el piloto del avión de la aerolínea taiwanesa TransAsia y la torre de control del aeropuerto Zhongshan de Taipei apunta a que uno de los motores se incendió tras despegar y podría ser la causa del siniestro, que provocó 31 muertos y 12 desaparecidos.
En la grabación, difundida en internet y cuya autenticidad ha confirmado este jueves la Administración de Aviación Civil de Taiwán, el piloto dice: «!Socorro, socorro, motor en llamas!», y después se pierde el contacto con el avión.
El número oficial de víctimas del accidente ocurrido el miércoles en Taipei es de 31 muertos, 12 desaparecidos y 15 heridos, aunque los bomberos contabilizan un fallecido más, mientras continúan las operaciones de rescate y salvamento de los desaparecidos.
Hay 12 supervivientes entre los 27 taiwaneses que iban a bordo del avión, incluida una azafata mientras que el piloto, Liao Chien-tsung; el copiloto, Liu Tzu-chung, y el ingeniero de vuelo, Hung Ping-chung, fallecieron. Entre los 31 pasajeros de la China continental, la mayoría procedentes de la ciudad de Xiamen (este), sólo se han salvado tres.
Numerosos ciudadanos chinos están cancelando sus viajes a Taiwán tras el accidente, lo que se teme cause fuertes pérdidas en el sector turístico isleño, ya que en 2014 llegaron a la isla 5,2 millones de turistas de China, Hong Kong y Macao, más de la mitad del total de 9,9 millones de turistas.
El Consejo de Seguridad Aérea de Taiwán anunció hoy que expertos de la China continental participarán en la investigación del accidente.
El piloto
TransAsia desveló que uno de los motores del avión siniestrado, que recibió el 14 de abril de 2014 y fue revisado el 26 de enero de este año, fue cambiado en Macao, cuando venía de camino a Taiwán, por la empresa canadiense Pratt & Whitney.
Algunos internautas en Taiwán alaban al piloto, Liao Chien-tsung, con más de 4.900 horas de vuelo a sus espaldas, por haber evitado estrellarse en una zona con gente y haber logrado llegar hasta el río Jilong.
El avión -con 58 personas a bordo, entre ellas cinco tripulantes y dos menores- se precipitó al río, tras perder altura por causas aún no confirmadas y golpear un viaducto, pocos minutos después de despegar con dirección a la isla de Kinmen, a escasos kilómetros de la costa china.
La Administración de Aviación Civil de Taiwán prohibió hoy a TransAsia realizar vuelos con aparatos del tipo siniestrado y la aerolínea ha comenzado a revisar los motores de todas sus aeronaves ATR, dijo el presidente de la compañía, Paul Chen, que prometió cooperar plenamente con la investigación.
Las dos cajas negras -el registrador de datos de vuelo y la grabadora de voz de la cabina- se recuperaron después de bajar la marea y serán analizadas para establecer las causas del accidente, que ocurrió bajo condiciones climáticas favorables.
Se sabe que el piloto hizo tres llamadas de socorro a la torre de control del aeropuerto Songshan de Taipéi y que el aparato, en lugar de girar inmediatamente hacia el sur después de despegar, voló en línea recta y perdió altura hasta tocar en un paso elevado y un taxi para precipitarse a continuación sobre el río.
En su caída -grabada y fotografiada desde coches que circulaban por la autovía que recorre el puente contra el que chocó- el extremo del ala izquierda del aparato impactó con un taxi antes de precipitarse al agua.
Según testigos, el piloto intentó remontar el vuelo antes del choque del aparato con el puente y su caída a las aguas del río, a tan sólo cinco kilómetros de la pista de despegue.
Al menos 6 personas resultaron heridas por las llamas se desataran en un edificio del distrito Mission.
Cinco marchistas rusos, entre ellos tres ganadores de medallas olímpicas de oro, fueron suspendidos ayer por la Agencia Antidopaje rusa. Entre los sancionados está Valery Borchin, quien en los JJ.OO. de Pekín 2008 se quedó con la presea dorada, escoltado por el ecuatoriano Jefferson Pérez, medallista de plata.
Entre seis y siete millones de personas asistieron a la multitudinaria misa del pontífice en Manila.
Los arquéologos quedaron sorprendidos al encontrar un rifle de 132 años en un parque nacional de Nevada.
Entre los detenidos hay siete implicados en un ataque armado contra un bar en el que murieron tres personas.
«Yo soy Charlie, judío, policía», «Libertad, igualdad, dibuja, escribe»: cientos de miles de personas abarrotaban este domingo el centro de París proclamando sus convicciones, entre homenajes a los 17 muertos de los atentados y afirmación de los valores de tolerancia y libertad.
Varias horas antes del inicio oficial de la marcha, previsto a las 14:00 GMT (09:00 en Ecuador), bajo un sol radiante en pleno invierno, los manifestantes llenaban la inmensa plaza de la República, en el centro de la capital, no lejos de los locales del semanario Charlie Hebdo.
«¡Libertad!», gritaba la multitud al pie de la estatua de la República situada en el centro de la plaza, que representa desde el miércoles el epicentro del dolor, la ira y la emoción por los atentados.
En la estatua fue colgado un cartel con la pregunta: «¿Qué sociedad queremos construir?». Al pie de ella se lee la inscripción: «fue necesario Charlie para unirnos. Continuemos…»
Entre los manifestantes, abundan los debates: «Podemos vivir juntos porque compartimos los mismos valores, la libertad, el respeto de cada cual con sus diferencias», declara Daniel, de 30 años, músico y judío. «Los islamistas no son musulmanes, son analfabetos», afirma Riad, un argelino de 60 años.
Laurent, de 39 años, enarbola una caricatura que muestra figuras de las grandes religiones que conversan entre las nubes. Dios dice contrariado «No protestes Mahoma, aquí hemos sido caricaturizados todos».
«Es para decir que sea cual sea la religión, Charlie hacía humor», explico el hombre, que dice manifestarse «por primera vez» en su vida. El semanario satírico Charlie Hebdo, cuya redacción fue diezmada el miércoles por el atentado, no escatimaba las sátiras anticlericales, lo que irritó a menudo a las diversas religiones.
En una pancarta se leía «Yo soy Charlie, policía, judío» y el nombre de cuatro personas muertas el viernes en un supermercado judío. Veronique, que la enarbola, desea «que todas las religiones, todos los continentes, se unan».
«No soy francés, pero sé pertinentemente cuál es el problema, es el islam», sostiene un hombre. «No son los musulmanes los que hicieron eso. Hay que decirlo», le responde Jamel, de 50 años, que dice a la AFP: «Tengo miedo por mí, por mis hijos. Hay mezquitas que han sido atacadas».
Lassina Traore, musulmán de origen africano, de 34 años de edad, trajo a la plaza de la República 17 velas, una por cada víctima. Vino a manifestarse para «reafirmar los valores de Francia» y mostrar que «Francia es fuerte y está unida».
Alison, de 26 años, dice que vino pese al miedo, porque se pregunta si los dispositivos de seguridad serán suficientes. Con «tanta gente, jefes de Estado, representantes palestinos… No estamos al amparo de nada», dice. Judía no practicante, afirma que fue conmovida igualmente por la matanza de Charlie Hebdo y por la de la tienda judía.
«Los que tienen un fusil y matan a la gente son cobardes», explica Jean-Alain, de 39 años, a su hijo de siete. «Quisimos venir para que esto sea concreto para él, que vea que pensamos todos lo mismo», dice.
Claudine, de 56 años, no quería venir a la marcha a raíz de las polémicas sobre los límites de la libertad de expresión y las «confrontaciones incesantes» que le dan la impresión de que nadie quiere la paz. Pero Mila, su hija de 14 años, quiso venir. «Está bien que ella quiera reaccionar. Yo respeto esa elección y la acompaño», afirma. (I)
Entre el lunes o martes próximo llegará a Guayaquil el defensor uruguayo Andrés Lamas para firmar su contrato con Barcelona por dos años. Así lo reveló en diálogo con radio Caravana el propio jugador, que hoy tiene previsto viajar a Uruguay desde Suiza, tras despedirse del Lucerna de ese país.