El ministro de Defensa de Uruguay, Eleuterio Fernández Huidobro, precisó hoy que el Gobierno uruguayo aún no ha decidido retirar la misión de paz que el país suramericano mantiene en Haití, dentro de la Misión de las Naciones Unidas para la Estabilización en ese país (Minustah).
«El Consejo de Ministros de ayer no resolvió el retiro de las tropas humanitarias de Haití, solamente escuchó un pormenorizado informe de la situación en Haití dado por el canciller (Luis) Almagro», declaró Fernández Huidobro en una conferencia de prensa convocada de manera «urgente» para aclarar la posición del Gobierno.
Según informaron hoy a Efe fuentes de la Cancillería uruguaya, el ministro de Relaciones Exteriores, Luis Almagro, emprendió un viaje a Washington y Nueva York para coordinar con la Organización de las Naciones Unidas (ONU) el cierre de la misión.
Sin embargo, Fernández Huidobro explicó hoy que este tema no fue planteado en el Consejo de Ministros realizado el miércoles, aunque indicó que el Gobierno uruguayo sigue de cerca la situación política de Haití.
El diario La República publicó hoy que el senador Rodolfo Nin Novoa, futuro ministro de Relaciones Exteriores desde el próximo 1 de marzo, afirmó que la decisión de replegar la presencia militar uruguaya «ya está adoptada», pero la desactivación de dicha participación se hará de manera coordinada con Naciones Unidas.
Fernández Huidobro señaló hoy que las misiones de paz «son solo una prolongación de la política exterior de Uruguay y, por lo tanto, dependen fundamentalmente del Ministerio de Relaciones Exteriores».
«El Ministerio de Defensa aplica lo que la política internacional del país decida» y «asesora si estamos en condiciones técnicas de contribuir», añadió.
Preguntado por la declaración de Nin Novoa a la prensa uruguaya, Fernández Huidobro dijo que probablemente se debió a que el periodista que le interrogó le aseguró que el retiro de las tropas de Haití ya había sido anunciado por el Gobierno.
«Nin (Novoa) sabe que nosotros estamos facultados por el Parlamento para en cualquier momento retirar las tropas», explicó Fernández Huidobro, «pero no ha sido así», precisó.
La Cancillería y el Ministerio de Defensa colaboran para seguir «minuto a minuto» la situación en Haití, «como se hace con otras misiones de paz», aunque «otras no ocasionan tantas novedades cotidianas», explicó Fernández Huidobro.
Haití está «atravesando una crisis política», que «no se puede reducir a que su Gobierno es malo y la oposición es buena», apostilló el titular del Ministerio de Defensa de Uruguay.
En este sentido, aseveró que «ciertos partidos de la oposición están buscando la generación de un gran caos» en Haití, por lo que, argumentó, «no hay que dejarse manipular por intereses monetarios» y defendió que la retirada de las tropas uruguayas solo sería inminente ante la imposición de un régimen de «tiranía o dictadura» en el país caribeño.
El origen de la presencia uruguaya en Haití se remonta a junio de 2004, cuando se desplazó más de un millar de militares como integrantes de la Minustah, puesta en marcha a raíz del movimiento armado que derrocó ese año al expresidente Jean Bertrand Aristide.
Desde entonces, Uruguay ha ido prorrogando su permanencia.
La última vez el pasado 29 de diciembre, cuando el Parlamento extendió la presencia de 605 militares, que disminuirán a 250 miembros desde el 28 de febrero hasta el 31 de diciembre de 2015.
Además, se reservó al poder Ejecutivo la decisión, dentro de los mismos plazos, de reducir en mayor número los militares e incluso proceder al retiro total de los mismos comunicándolo a la Asamblea General.
Un vehículo submarino no tripulado logró sacar imágenes de la parte principal del fuselaje de la aeronave.
El ataque de estilo militar contra el semanario satírico Charlie Hebdo, amenazado desde que en el 2006 publicó caricaturas del profeta Mahoma que generaron protestas en el mundo islámico, y las dos tomas de rehenes, y que terminaron con la vida de tres yihadistas, dejó en claro que no solo Francia sino que toda Europa enfrenta una amenaza terrorista en evolución.
No se trata únicamente de AlQaeda, o del Estado Islámico de Irak y el Levante, ni de los discípulos de algunos guías religiosos incendiarios. En vez de esto, dicen los expertos de seguridad, se trata de una furia generalizada, impulsada por internet, contra la sociedad occidental que se siente entre los musulmanes radicalizados y puede explotar en cualquier momento y lugar como la masacre en París o un ataque contra un museo judío en Bélgica.
Magnus Ranstorp, especialista en terrorismo del Colegio Nacional Sueco de Defensa, señala que una nueva generación de jóvenes musulmanes ha crecido en ciudades europeas tras el 11 de septiembre y hasta cierto punto ha adoptado la visión de Al Qaeda de que occidente está en guerra contra el Islam, primero en Afganistán, después en Irak y ahora en Siria.
Rans consideró que la descarada proclamación del Estado Islámico de un califato ha atrapado la imaginación de jóvenes musulmanes europeos que quieren ir a Siria para sumarse a la batalla y llevarla a casa.
Además dijo que muchos musulmanes se sienten segregados en comunidades pobres en las afueras de las capitales y están dispuestos a combatir. “Hay una polarización mucho más aguda de la sociedad”, dijo, al tiempo que destacó el avance de la extrema derecha y los partidos políticos antiinmigración opuestos al crecimiento del Islam en Europa.
Pero ya sea un ataque motivado exclusivamente por la cuestión de las caricaturas o más bien un atentado destinado a “castigar” a países en guerra contra los yihadistas, lo ocurrido en Francia será un catalizador para atraer a más simpatizantes de la causa yihadista, dice Max Abrahms, experto norteamericano en terrorismo.
“Este ataque se considerará como un éxito. Y cuando los grupos terroristas dan la impresión de salir ganando, lo tienen más fácil para reclutar a gente”, explica este profesor en ciencias políticas.
El responsable europeo de la coordinación antiterrorista estimó en septiembre pasado que 3.000 europeos habían viajado a Irak y Siria, subrayando que las partidas se aceleraban.
El ministro francés del Interior, Bernard Cazeneuve, señaló en diciembre que cerca de 1.200 franceses habían ido a Siria, incluyendo unos 400 que seguían en la zona de guerra y 200 que iban hacia allá.
Un mes antes un alto magistrado parisino, François Molins, fue más preciso, pues señaló que 1.132 franceses estaban implicados en redes yihadistas, de los cuales 118 habían regresado a Francia luego de un periodo en Siria.
El Reino Unido elevó a “fuerte” el nivel de amenaza sobre la seguridad nacional, el segundo más alto en una escala de 5, lo que implica que un ataque es “altamente probable”.
Andrew Parker, jefe de inteligencia interior británico, justificó este incremento por el fortalecimiento del grupo Estado Islámico en Siria e Irak, y de un grupo de excombatientes de Al Qaeda, llamado Jorasán, que fuera blanco de ataques aéreos estadounidenses.
Cerca de 600 británicos han ido a Siria para unirse a los extremistas del país, y la mayoría se han unido al EI, según Parker. Unos 550 alemanes han hecho lo mismo y se sabe que 180 han regresado a su país, incluyendo unos 30 radicales que se consideran extremadamente peligrosos, de acuerdo con el ministro alemán del Interior, Thomas de Maiziere.
Parker señaló que se han vuelto intolerantes y han aprendido a matar. (I)
Un nuevo contingente compuesto por 25 trabajadores ecuatorianos llegó a Santiago de Cuba, donde participan en la reconstrucción de inmuebles y edificios de la ciudad afectados por el huracán Sandy, que causó graves daños en esa ciudad oriental en octubre de 2012, informaron medios locales.
El grupo está integrado por personal militar y civil, que trabajará durante seis meses en las labores de reconstrucción, indicó el Ministerio de Defensa de Ecuador en informaciones citado por medios cubanos.
Tras el paso del huracán, Ecuador ya envió personal militar que inicialmente trabajó en la rehabilitación y remodelación de la residencia de la Facultad de Ciencias Médicas de la provincia santiaguera.
También se han dedicado a la construcción de viviendas con el empleo de nuevos sistemas como muros cortantes de hormigón armado, para garantizar la calidad y la resistencia a sismos y otros desastres climatológicos propios de esa región.
El compromiso de Ecuador es edificar en total 1.600 casas para los damnificados por el huracán, que ocasionó en la ciudad daños valorados en unos 4.700 millones de dólares, de los que unos 2.600 corresponden a viviendas.
Sandy, que azotó Santiago el 25 de octubre de 2012, causó once muertos, dañó a más de 170.000 viviendas de la ciudad, de las que 15.888 quedaron totalmente derruidas y más de 22.000 registraron derrumbes parciales.