La alianza de gobiernos izquierdistas pidió a EEUU anular la orden ejecutiva que señala a Venezuela como una amenaza.
La tercera reunión entre Estados Unidos y Cuba dirigida a restablecer relaciones diplomáticas tras medio siglo culminó el lunes en La Habana en un clima constructivo, pero antes de reabrir las embajadas deberán resolver algunos temas pendientes, informaron ambas partes este martes.
Estados Unidos mantiene viva la idea de reabrir las embajadas antes de la Cumbre de las Américas, que se realizará en Panamá en abril, «pero para eso es necesario que haya progresos en asuntos específicos y acuerdos sobre lo que debe ser hecho», dijo la portavoz del Departamento de Estado, Jen Psaki.
«Continuaremos trabajando en esto», añadió Psaki, quien recordó que ni Cuba ni Estados Unidos «hemos puesto un plazo» para concluir las conversaciones.
En este encuentro a puertas cerradas y rodeado de gran reserva participaron la jefa de la diplomacia estadounidense para América Latina, Roberta Jacobson, y la directora de Estados Unidos de la cancillería cubana, Josefina Vidal.
«El 16 de marzo, tuvo lugar en La Habana, un encuentro entre delegaciones de Cuba y los Estados Unidos, para intercambiar sobre temas específicos relacionados con el proceso de restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países», señaló la cancillería cubana en un escueto comunicado.
Agregó que «al finalizar el encuentro, que se desarrolló en un clima profesional, las dos delegaciones acordaron mantener la comunicación en el futuro como parte de este proceso».
«La discusión de ayer fue positiva y constructiva, y fue sostenida en una atmósfera de respeto mutuo. Estuvo enfocada en el restablecimiento de las relaciones diplomáticas y la reapertura de embajadas», dijo Psaki.
Encuentros
Esta fue la tercera reunión desde que ambos países anunciaran hace exactamente tres meses su decisión de restablecer relaciones diplomáticas, saludada por el mundo entero.
Los anteriores encuentros se desarrollaron en La Habana en enero y en Washington en febrero, también encabezados por Jacobson y Vidal.
A diferencia de los dos encuentros anteriores ninguna de las dos funcionarias habló con la prensa el lunes en La Habana.
El presidente estadounidense, Barack Obama, busca la reapertura de las embajadas antes de la Cumbre de las Américas, el 10 y 11 de abril en Panamá, a la que Cuba ha sido invitada por primera vez, pero las sanciones adoptadas la semana pasada por Washington contra Venezuela podrían frustrar esos planes.
La Habana se apresuró a salir en defensa de su estrecho aliado político y económico (que le suministra el 60% del petróleo), acusando a Washington de intervenir en asuntos internos de Caracas, al tiempo que calificó esas sanciones de «arbitrarias y agresivas» y «sin fundamento alguno».
Fidel Castro afirmó este martes que Venezuela está preparada tanto en el terreno diplomático como militar para enfrentar «la insólita política» de «amenazas e imposiciones» de Estados Unidos, en una carta dirigida al presidente Nicolás Maduro.
Venezuela «ha declarado de forma precisa que siempre ha estado dispuesta a discutir de forma pacífica y civilizada con el gobierno de Estados Unidos, pero nunca aceptará amenazas e imposiciones de ese país», señaló Castro en la misiva, la segunda que envía a Maduro en una semana.
Más allá del tema venezolano, Jacobson y Vidal deben superar ciertos desacuerdos, principalmente sobre la presencia de Cuba en una lista estadounidense de países que apoyan el terrorismo. La Habana ha exigido ser retirada de la lista como requisito para la reapertura de embajadas.
Washington ya inició la revisión del caso, pero no hay fecha para su conclusión.
Los dos países tienen previsto reunirse nuevamente a fines de marzo para abordar, por primera vez, el sensible tema de los derechos humanos.
Los países integrantes definirán posiciones conjuntas para la VII Cumbre de las Américas del próximo mes.
Los presidentes de los países del bloque de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América se reunirán este martes en la capital venezolana para evaluar las recientes fricciones que han surgido entre Washington y Caracas, y definir posiciones conjuntas para la VII Cumbre de las Américas del próximo mes.
En medio de las tensiones diplomáticas entre Estados Unidos y Venezuela, el presidente Nicolás Maduro sostendrá un encuentro con algunos de sus aliados regionales que le han manifestado su respaldo ante la decisión que tomó el gobierno estadounidense de congelar los bienes de siete funcionarios venezolanos y declarar al país sudamericano una amenaza extraordinaria para la seguridad nacional.
Las medidas de Washington se dieron pocos días después que el mandatario venezolano acordó la reducción del personal de la Embajada de Estados Unidos en Caracas y la exigencia de visa para los turistas estadounidenses.
Maduro adelantó el pasado domingo que en este encuentro de presidentes y primeros ministros del ALBA se abordará también todo lo relacionado con la VII Cumbre de las Américas que se efectuará en Panamá entre el 10 y 11 de abril y donde está prevista la participación de Cuba.
El ALBA se creó el 2004 como una alternativa al Área de Libre Comercio de las Américas, y está integrada por Venezuela, Ecuador, Cuba, Bolivia, Nicaragua, Dominica, Granada, San Cristóbal y Nieves, Santa Lucía, Antigua y Barbuda, Surinam y San Vicente y Las Granadinas.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, urgió ayer a poner fin a los conflictos y luchas sectarias, de los que dijo que son un “imán” para los terroristas, y abogó también porque haya “más voces de tolerancia y paz”, especialmente en internet.
Obama habló desde el Departamento de Estado ante representantes de más de 60 países en la clausura de la Cumbre contra el Extremismo Violento. Según el mandatario, en la lucha global contra los extremistas es clave abordar los “agravios” políticos y económicos que llevan a que especialmente los jóvenes se sientan “atrapados” en comunidades pobres, lo que les convierte en blanco perfecto de radicales. Grupos como el EI o Al Qaeda están “desesperados por legitimidad” y por eso es fundamental rechazar a nivel global que esas organizaciones “representan al islam”.
El secretario de la ONU, Ban Ki-moon, anunció para los próximos meses una reunión global con líderes religiosos del mundo para “mandar un mensaje poderoso de tolerancia, solidaridad y reconciliación”.
EI tomó ayer el control de Sirte, una importante localidad portuaria de Libia. (I)