Un equipo de fútbol de la tercera división sueca, el Dalkurd FF de Borlnge, se salvó este martes del accidente aéreo de los Alpes franceses al cambiar de vuelo en el último momento, cuando la plantilla estaba ya en el aeropuerto de Barcelona.
Los jugadores, que habían pasado unos días concentrados en Barcelona, tenían billetes para viajar desde el aeropuerto del Prat a Düsseldorf y desde allí conectar con otro avión que les llevaría a Suecia, informó el diario francés «LÉquipe».
Cuatro años después de que un poderoso tsunami devastase la costa nororiental de Japón, el país busca formas de evitar futuros desastres y concentra sus esfuerzos en la construcción de una cadena de muros de cemento a ser erigidos a lo largo de casi 400 kilómetros (250 millas), que en algunos sectores tendrá una altura equivalente a la de un edificio de cinco pisos.
Hay quienes dicen que estas gigantescas berreras de cemento, que costarán 6.800 millones de dólares, destruirán la economía marina y el paisaje, afectando operaciones pesqueras importantes y haciendo muy poco para proteger a los residentes de las zonas costeras, quienes en su mayoría deberán trasladarse tierra adentro. Los sectores que apoyan la iniciativa arguyen que los muros costeros son un mal necesario, que además generarán trabajos, al menos por un tiempo.
En el puerto pesquero de Osabe, en el norte del país, Kazutoshi Musashi se escandaliza al ver el muro que bloquea la vista al mar.
«La realidad es que se ve como la pared de una cárcel», comentó Musashi, de 46 años y quien vivía junto al mar antes de que el tsunami azotase Osabe y se viese obligado a mudarse tierra adentro.
Las grandes obras públicas son un recurso común del Partido Liberal Democrático de gobierno. Las empresas, sobre todo del ramo de la construcción, ven con buenos ojos esos proyectos y las autoridades locales tienden también a respaldarlos.
La paradoja de estas iniciativas, según algunos expertos, es que mientras pueden aliviar en cierta medida los destrozos, también generan un falso sentido de seguridad. Y eso puede tener graves consecuencias en una costa vulnerable a los tsunamis, las tormentas fuertes y otros desastres naturales. Al menos parte de las 18.500 personas que murieron o desaparecieron en la tragedia del 2011 habían hecho caso omiso a la recomendación de evacuar la zona.
Tsuneaki Iguchi era el alcalde de Iwanuma, ciudad que se encuentra levemente al sur de la urbe más grande de la región, Sendai, cuando el tsunami provocó un temblor de magnitud 9 frente a la costa, causando grandes inundaciones.
Un muro de 7,2 metros de altura, construido hace algunos años para combatir la erosión de las playas, frenó un poco las aguas, lo mismo que unos pinos plantados junto a la costa. De todos modos, el tsunami penetró cinco kilómetros tierra adentro. Pasajeros y trabajadores observaron desde los pisos altos y el techo del aeropuerto cómo las aguas arrasaban con todo a su paso, automóviles, edificios y aviones, que se estrellaban contra las viviendas de las localidades suburbanas de esta urbe densamente poblada, no muy lejos de la playa.
La municipalidad reparó los muros, que habían sido dañados, pero no piensa darles más altura. En su lugar, Iguchi fue uno de los primeros funcionarios municipales que apoyó un plan del ex primer ministro Morihiro Howokawa que contempla plantar árboles a lo largo de la costa, sobre montañas de tierra o escombros, para crear un «muro verde» que complemente las barreras de cemento hechas por el hombre si estas ceden.
«No necesitamos que el muro marino sea más alto. Lo que necesitamos es evacuar a todo el mundo», sostuvo Iguchi.
El líder comunitario local Takeshi Konno dijo que ninguna obra eliminará la necesidad de que la gente se proteja a sí misma.
«No importa lo que se inventen, no le ganará a la naturaleza. Los seres humanos tenemos que encontrar la forma de convivir con la naturaleza», afirmó Konno. «Escapar cuando hay peligro, lo más importante es salvar la vida».
Cuatro personas conforman la dirigencia del Deportivo Quito. Joselito Cobo, en calidad de presidente, lidera el grupo. Esto, tras la renuncia masiva de doce integrantes del directorio, quienes decidieron dejar la institución debido a que no concuerdan con el titular.
Nelson Panchi, Miguel Vásconez y Carolina Cobo (hija del presidente) acompañarán al principal dirigente azulgrana hasta el próximo 25 de marzo, día en que se realizará una asamblea de socios, y donde, entre otros temas, se pedirá la autorización para el adelanto de elecciones en el club.
Cuatro hombres fueron condenados este miércoles a tres años de cárcel en Egipto por asesinar a un perro a cuchilladas y grabarlo en un video colgado en internet, anunció una fuente del tribunal.
La sentencia, que puede ser recurrida, supone una victoria para los defensores de los animales en un país donde los poderes públicos, según ellos, son insensibles a la violencia animal.
En el video, grabado por un desconocido y que tuvo una fuerte difusión en las redes sociales, se ve a los autores acuchillar al perro, que está atado a una farola, delante de una multitud de transeúntes. Algunos piden que paren de torturar al animal.
Tres hombres fueron detenidos el pasado 26 de febrero y comparecieron el 4 marzo ante un tribunal de El Cairo por «matar torturando a un animal de compañía».
El cuarto hombre, el dueño del perro y que no fue detenido, fue condenado en contumacia a la misma pena por haberlos entregado el animal, explicó a la AFP el tribunal.
Los tres hombres se habían peleado con él. Uno de ellos afirmó a un periódico egipcio que el perro le había mordido en «una parte sensible» unos días antes de su matrimonio y que quería vengarse. Los tres exigieron entonces que el dueño les entregara su animal, lo que hizo. (I)
En 2012 una estudiante india fue brutalmente violada en un autobús que circulaba por Nueva Delhi y murió como consecuencia de las terribles heridas internas que recibió.
La realizadora británica Leslee Udwin, quien hizo un documental sobre el caso para el canal BBC Four que se emitirá el fin de semana, habló con algunos de los violadores que fueron condenados a la pena de muerte por este crimen.
El documental ha indignado a muchos en India y una Corte emitió una medida cautelar para bloquear su transmisión.
Udwin dijo que volvió de India conmocionada por el trato que allí reciben las mujeres, pero esperanzada por el trabajo de quienes buscan un cambio.
Este es su testimonio:
Los horripilantes detalles de la violación me hicieron pensar que iba a encontrarme con monstruos dementes. Psicópatas. Pero la verdad fue mucho más escalofriante. Eran hombres que parecían normales y no tenían nada fuera de lo común.
El 16 de diciembre de 2012 la mujer de 23 años había ido al cine a ver Life of Pi («La vida de Pi» o «Una aventura extraordinaria») con un amigo. A las 8:30 de la noche se subieron a un autobús en el que viajaban seis hombres: cinco adultos y un menor.
El grupo golpeó al hombre y cada uno de ellos tomó turnos para violar a la mujer, antes de atacarla ferozmente con un objeto de hierro.
El conductor del bus, Mukesh Singh, me describió con detalle qué pasó durante y después del incidente.
Según los fiscales, él también participó de la violación mientras los hombres tomaban turnos para conducir, pero Singh me aseguró que se quedó todo el tiempo al volante.
Él y otros tres de los atacantes apelaron su sentencia de muerte.
No tienen remordimiento
A lo largo de 16 horas de entrevistas, Singh jamás mostró remordimiento y se la pasó expresando su sorpresa de que le dieran tanta atención a esta violación cuando es algo que, según él, ocurre comúnmente.
«Una mujer decente no deambula por ahí a las 9 de la noche. Una chica es mucho más responsable de una violación que un chico», dijo.
Este miércoles, activistas del Centro Unitario Socialita Indio (SUCI) participan en una manifestación pidiendo que se aplique la pena de muerte contra Mukesh Singh, acusado de violación, en Calcuta, India. Foto: EFE.
«El trabajo doméstico es para las mujeres, no andar circulando por discos o bares de noche haciendo cosas equivocadas, usando la ropa inadecuada. Sólo el 20% de las mujeres son buenas».
Singh consideró que la gente «tiene derecho a darles una lección», y que la mujer tendría que haberlo aceptado.
«Cuando la violaban no tendría que haber luchado en su defensa. Tendría que haber permanecido en silencio y permitir la violación. Si lo hubiera hecho entonces la habrían dejado ir después de ‘hacérselo’ y sólo hubieran golpeado al varón», afirmó.
Su testimonio se puso aún más escalofriante: me dijo que la pena de muerte que les impusieron «hará que las cosas sean aún más peligrosas para las chicas. Ahora cuando las violen no las dejarán ir como hicimos nosotros. Las matarán. Antes decían: ‘dejémosla ir, no le dirá a nadie’».
Pedí que le leyeran la larga y estremecedora lista de las heridas que había sufrido la joven, en busca de una pizca de arrepentimiento, pero no la hubo.
Sería más fácil digerir este crimen atroz si los que lo cometieran fueran monstruos, manzanas podridas, hombres de naturaleza aberrante. Quizá entonces aquellos que creen que la pena de muerte tiene un propósito –y no soy una de ellos- sentirían alivio cuando fueran colgados.
Pero para mí la verdad está muy lejos de esto, y de hecho creo que quizá su muerte esconda el verdadero problema, que es que estos hombres no son la enfermedad, son el síntoma.
Vida sin valor
Mi encuentro con Singh y cuatro de los otros violadores me dejó con una sensación como si mi alma hubiera sido zambullida en alquitrán y no hubiera producto de limpieza en este mundo que pudiera eliminar la mancha.
Uno de los hombres a los que entrevisté, Gaurav, había violado a una niña de cinco años. Pasé tres horas filmando mientras él contaba en detalle cómo había sofocado sus gritos con su gran mano.
Él sonrió durante toda la entrevista, quizás nervioso por la presencia de la cámara. En un momento le pedí que me dijera cuán alta era su víctima. Él se paró e indicó sin perder su sonrisa la altura: cerca de sus rodillas.
La manifestación de este miércoles se da porque la violación de una estudiante de 23 años. Cuatro adultos y un menor fueron acusados de la violación en grupo, en un autobus. Foto: EFE
Cuando le pregunté cómo pudo haber atacado a alguien tan pequeño me miró como si yo estuviera loca y me dijo: «Era una pordiosera. Su vida no tenía ningún valor».
Estos crímenes contra mujeres son parte de la historia, pero la historia completa empieza desde el momento en que una niña no es tan bienvenida como un varón cuando nace. Cuando se distribuyen caramelos cuando nace un niño pero no una niña. Cuando se alimenta mejor al varón.
Cuando se restringen sus movimientos y se limitan su libertad y sus opciones. Cuando es enviada a casa de su marido como una esclava doméstica…
Si a una niña no se le da valor, si vale menos que un varón, entonces es lógico que haya hombres que crean que pueden hacer lo que quieran con ellas.
Inequidad de género
Hablé con los dos abogados que defendieron a los violadores y lo que me dijeron fue muy revelador.
«En nuestra sociedad nunca permitimos que nuestras niñas salgan de la casa después de las 6:30, 7:30 u 8:30 de la noche con desconocidos», dijo uno de ellos, ML Sharma.
«Y con respecto a que un hombre y una mujer sean amigos, lo siento pero no hay lugar para eso en nuestra sociedad. Tenemos la mejor cultura y en nuestra cultura no hay lugar para una mujer».
El otro abogado, AP Singh, había dicho durante una entrevista televisiva: «Si mi hija o hermana tuviera actividades prematrimoniales y cayera en la deshonra ciertamente llevaría a este tipo de hermana o hija a mi granja y frente a toda mi familia la rociaría con petróleo y le prendería fuego».
La inequidad de género es el principal tumor, y la violación, el tráfico de mujeres, el matrimonio de niñas, la matanza de fetos femeninos y los asesinatos «por honor» son la metástasis.
Y el problema en India no es la falta de leyes. Es que no se cumplen las que hay. El artículo 14 de la Constitución le da igualdad absoluta de derechos a hombres y mujeres. La entrega de una dote de matrimonio es un delito, pero muchas familias mantienen esa costumbre de todos modos.
Hasta que -y a menos que- cambie la mentalidad, el cáncer seguirá expandiéndose.
Esperanza
Pero lo que me llevó a hacer este documental no fue la violación misma, fue lo que ocurrió después.
Comenzando el día posterior a la violación y a lo largo de más de un mes, un número sin precedentes de hombres y mujeres comunes salieron a la calle en las ciudades de India para protestar.
Se enfrentaron al frío helado de diciembre y a la represión gubernamental que incluyó cañones de agua, golpes de bastones y bombas lacrimógenas. Su coraje y determinación fueron extraordinariamente inspiradores.
En India, se pide pena de muerte para los violadores de una joven de 23 años, que murió tras los ataques. Foto: EFE
Su presencia me recordó a la multitud en la Plaza Tahrir de El Cairo, Egipto: un encuentro de la sociedad civil para reclamar un diálogo pendiente desde hace mucho tiempo.
Pensé que a pesar de su horrible legado de violencia contra las mujeres, era la primera vez que veía a un país parándose con tanta tenacidad para defender a la mujer, a mí. Y supe que tenía que usar cualquier talento que tuviera para amplificar su reclamo.
A pesar de lo duro que fue para mí enfrentar este desafío emocional y psicológico de mirar en lo más oscuro del corazón humano, lo que me inspiró a seguir adelante fueron estos «nuevos pensadores», en especial los más jóvenes, que quieren el cambio y lo reclaman a gritos.
Soy absolutamente optimista de que estamos en la cúspide del cambio. (I)
El caso sobre la misteriosa muerte del fiscal Alberto Nisman, hallado sin vida tras denunciar por encubrimiento terrorista a la presidenta Cristina Fernández, conmociona a la sociedad argentina y causa revuelo en la dirigencia política. Cuatro semanas después, todavía no se sabe si Nisman, que tenía dos hijas, se disparó en la cabeza o si fue asesinado.
Conforme avanza la investigación nuevos elementos y pistas aumentan las dudas sobre las circunstancias de su muerte. Además, ha dejado en evidencia el oscuro funcionamiento de la agencia local de espionaje, que ahora Fernández quiere reformar a través de un proyecto de ley que envió al Senado.
La última semana la investigación se vio sacudida por el hallazgo de ADN distinto al de Nisman en su apartamento, por lo que la justicia ordenó un cotejo para identificarlo.
Fuentes judiciales revelaron que una persona fue citada por la jueza Fabiana Palmaghin para cotejar su perfil genético con el ADN encontrado. Se trataría de Diego Lagomarsino, el informático que trabajaba con Nisman y que ha sido imputado por haberle prestado el arma que acabó con su vida. Pero, no se descarta que se amplíe la búsqueda a otras personas.
Lagomarsino, según su propio testimonio, visitó dos veces a Nisman en su apartamento la víspera de su deceso, ocurrido el pasado 18 de enero, cuatro días después de denunciar a Fernández, por presunto encubrimiento de terroristas. En su segunda visita, el informático recordó haber tomado un café y haber enseñado al fiscal cómo usar el arma.
Un primer análisis de la pistola determinó que solo había ADN de Nisman en el arma, el mismo resultado que arrojó el test de la ropa que vestía, cuando fue hallado muerto en el baño de su casa.
Lagomarsino, el único imputado en la causa por el momento, fue cesado esta semana como colaborador de la Unidad Fiscal de Investigación por el atentado contra la mutualista judía AMIA, que encabezaba Nisman. El Ministerio Público Fiscal dijo que el informático no iba a trabajar desde enero.
El fiscal fue hallado con un tiro en la sien en la víspera de comparecer en el Congreso para exponer los fundamentos de su denuncia contra Fernández y el canciller Héctor Timerman por presuntamente encubrir a los supuestos autores iraníes de ese ataque, que causó 85 muertos en 1994.
Otra novedad fue el nuevo estudio microscópico, que confirma la ausencia de pólvora en las manos del fallecido fiscal, en coincidencia con los resultados de una primera prueba.
Además, el gobierno argentino vuelve a defender su tesis inicial de que Nisman se quitó la vida, que cambió después de que la mandataria dijera que exagentes de inteligencia lo engañaron para que presentara las acusaciones como parte de una campaña en su contra y que lo mataron cuando ya no les era de utilidad.
“La primera hipótesis valedera con la que contamos es el suicidio”, señaló el martes pasado el secretario general de la Presidencia, Aníbal Fernández.
La muerte de Nisman ha golpeado la imagen de Fernández, lo que complicará las opciones del gobierno en las elecciones presidenciales de octubre.
La mandataria no podrá ser candidata porque cumplió el máximo de dos periodos consecutivos que le permite la ley, pero expertos dicen que el caso impactará negativamente al candidato del kichnerismo.
Un grupo de fiscales que han convocado a una marcha por el mes de la muerte de Nisman, este 18, dicen que el caso pone en evidencia la arraigada cultura de intimidación e intromisión en las cortes argentinas. “Claramente hay una gran intromisión en los casos de alto perfil político”, agrega una fuente diplomática.
Las encuestas muestran que una gran mayoría de los argentinos creen que nunca se sabrá la verdad sobre el fallecimiento del fiscal Nisman. (I)
Reúne a cinco directores que montan cinco piezas breves escritas, y en su mayoría también actuadas, por ellos mismos.
Cuatro sujetos intentaron robar el local, por lo que el dueño se defendió e hirió a tres de los ladrones.