A cinco meses de la desaparición de 43 estudiantes de Ayotzinapa, miles salieron a las calles a exigir justicia.
Este domingo disminuyó su actividad después de que su intensa actividad obligara al cierre del aeropuerto.
Las autoridades realizan las labores de limpieza para remover la ceniza procedente del volcán de Fuego.
Los padres de los 43 estudiantes desaparecidos hace cuatro meses en Iguala, en el sur de México, encabezarán mañana una manifestación por las principales calles de Ciudad de México y un mítin en la Plaza de la Constitución.
Al cumplirse este lunes cuatro meses de la desaparición forzosa de 43 jóvenes de la escuela normal de Ayotzinapa, padres, organizaciones civiles, campesinos, trabajadores, sindicatos y estudiantes participarán el lunes en la movilización.
En la jornada por Ayotzinapa se exigirá al gobierno la presentación con vida de sus hijos, así como abrir una investigación contra el Ejército, porque aseguran que participó en la desaparición.
«Sólo se han enfocado las investigaciones en la policía municipal.
La desaparición de nuestros hijos fue un plan bien estructurado de parte del gobierno federal», dijeron hoy familiares de los normalistas a su paso por la localidad de Ixtapaluca, en el central Estado de México, antes de arribar a la capital.
«Decidimos conjuntar la actividad con la jornada global por Ayotzinapa», dijo Alberto Galindo, de la dirigencia de la Coordinadora Nacional Plan de Ayala sobre la participación de al menos 10.000 campesinos.
Los alumnos de la escuela rural normal «Raúl Isidro Burgos» desaparecieron el 26 de septiembre en la ciudad de Iguala, en el estado de Guerrero, a unos 200 kilómetros al sur de Ciudad de México, después de ser atacados a tiros por policías municipales. En este episodio hubo además seis muertos y 25 heridos.
Según la fiscalía general de México, los agentes entregaron los estudiantes a miembros del cártel del narcotráfico Guerreros Unidos que los asesinaron y calcinaron sus cuerpos. De los 43 desaparecidos tan sólo se han podido identificar los restos de uno.
Después de cuatro meses de su desaparición, los padres de los estudiantes han seguido buscando a sus hijos y han afirmado que no aceptarán la hipótesis de que están muertos hasta que no haya una comprobación científica.
Según el testimonio de personas detenidas, los jóvenes habrían sido asesinados e incinerados durante unas 14 horas en una fogata en un basurero de Cocula, una localidad vecina a Iguala, tras lo cual los restos fueron arrojados en bolsas de plástico a un río. Por este caso hay cerca de 100 detenidos.
En el basurero y en el río se encontraron cenizas y algunos pocos restos óseos calcinados, que en noviembre fueron enviados a Innsbruck para su identificación.
El 7 de diciembre la Procuradrúa General dio a conocer que se había logrado identificar a uno de los estudiantes, Alexander Mora Venancio, de 21 años.
Las investigaciones por la «desaparición forzada» de 43 estudiantes en México han sido insuficientes y no debe quedar «piedra sin remover», reclamó recientemente Amnistía Internacional (AI). (I)