El papa Francisco destinó en 2014 en ayuda a los más necesitados un total de 1,5 millones de euros (1,680.450 de dólares), según informó este jueves el Vaticano.
Monseñor Diego Giovanni Ravelli, administrador de la Limosnería Apostólica, indicó que la cifra constituye un aumento de un 25 por ciento con respecto al año anterior.
La Limosnería Apostólica opera desde el siglo XIII. Cualquiera puede escribir al pontífice pidiendo ayuda para una pequeña donación siempre y cuando su estado de necesidad vaya acreditado con una carta de un miembro del clero, generalmente el párroco de su iglesia.
Ravelli señaló que hubo muchas peticiones de Italia, sobre todo de Roma. De ello emerge «un doloroso y creciente panorama de enorme miseria material y material» que sufren los trabajadores que han perdido su trabajo o los inmigrantes que han escapado de la pobreza y la guerra.
Tras ser elegido papa en marzo de 2013, Francisco dijo que quería liderar una «Iglesia pobre para los pobres» y se embarcó en diversas iniciativas para ayudar los desfavorecidos.
Los sin techo que viven cerca de la Plaza de San Pedro han sido invitados a pasar un rato con el papa en su cumpleaños y se han habilitado unas duchas gratuitas y un servicio de peluquería gratuito. En marzo se les invitó a una visita guiada por la Capilla Sixtina y se reunieron con el pontífice.
En la jornada de hoy, el Vaticano presentó la última iniciativa de Lemosnería Apostólica: un concierto que se celebrará en el Vaticano el 14 de mayo. Ravelli dijo que esa noche los mejores asientos serán destinados a pobres, inmigrantes y refugiados. (I)
‘Bienvenidos. Esta es la casa de todos, de ustedes. Las puertas están abiertas para todos’, les dijo.