“Es una opción que está disponible. Ellos no han tomado la decisión», dijo el abogado de la familia Brown.
Un policía de Nueva Jersey fue captado cuando disparó seis veces a un sospechoso a punto de entregarse.
El Departamento de Justicia recomendará que no se le adjudiquen cargos por derechos civiles a Darren Wilson, según The New York Times.
Los homenajes al Martin Luther King Jr. se tornaron en múltiples protestas contra la brutalidad policial.
Barack Obama recibió este martes a su homólogo mexicano Enrique Peña Nieto en la Casa Blanca con el fin de solicitar la cooperación de su vecino para la aplicación de sus nuevas políticas sobre la inmigración y Cuba.
Obama quiere que Peña Nieto lo apoye y presione a Cuba para que implemente reformas democráticas ahora que Washington y La Habana han decidido reanudar relaciones diplomáticas plenas. El distanciamiento entre los dos países había sido un punto de fricción con los países latinoamericanos, incluido México, que tiene una relación normal con la isla de gobierno comunista.
El gobierno de Peña Nieto también se ha comprometido a divulgar los requisitos que deben reunir los inmigrantes para acogerse al plan de proteger de la deportación de unos 4 millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin autorización. Dos tercios de esas personas son mexicanos.
Ambas acciones emprendidas por Obama en las últimas semanas recibieron los elogios del mandatario mexicano, quien podría esperar que esta visita a la Casa Blanca le de impulso tras un 2014 marcado por los escándalos, la violencia y la corrupción. Esto incluye a soldados que mataron a 22 civiles en un «tiroteo» cuestionable y revelaciones de que tanto Peña Nieto como el secretario de Hacienda de México, Luis Videgaray, viven en residencias de lujo construidas y financiadas por uno de los contratistas favoritos del gobierno.
Pero tal vez lo más destacable sean las decenas de miles de personas que han salido a las calles para protestar por el secuestro y posible asesinato el 26 de septiembre de 43 estudiantes, supuestamente a manos de policías locales en colaboración con un cártel de la droga. Peña Nieto dijo al país que era hora de «superar el dolor» del caso sólo unas semanas después de las desapariciones y le tomó un mes reunirse con las familias afectadas.
Protesta
Docenas de manifestantes protestaron frente a la Casa Blanca durante la reunión de los mandatarios y sostenían carteles sobre los estudiantes desaparecidos.
«Estamos muy molestos. Queremos que Peña Nieto renuncie y nos diga dónde están los 43 estudiantes. ¿Por qué tanto silencio?», preguntó Iván Almonte, un mexicano de 36 años que ha vivido en Estados Unidos desde hace 16. «Esperamos que en esta visita Obama presione a Peña Nieto, porque hay derramamiento de sangre en México», agregó.
Human Rights Watch le escribió una carta a Obama el lunes exhortándolo a presionar a Peña Nieto para que tome más en serio el caso y el «amplio patrón de abuso e impunidad» en México. Funcionarios del gobierno estadounidense dijeron que Obama tiene previsto abordar el asunto del fortalecimiento de las fuerzas del orden y las instituciones judiciales durante la visita, que incluye una reunión en el Despacho Oval seguida de un almuerzo de trabajo.
Sergio Alcocer, subsecretario mexicano de Relaciones Exteriores para América del Norte, dijo que no esperaba que el secuestro de los estudiantes fuese tratado directamente durante la conversación entre los dos mandatarios. El funcionario destacó que Estados Unidos había tenido su propio escándalo y protestas por el asesinato a tiros del joven negro desarmado Michael Brown en Ferguson, Missouri.
«Tenemos casos de violencia en diferentes partes del mundo», dijo Alcocer. «Dentro de Estados Unidos sabemos que ha habido este tipo de violencia en la zona de Missouri, por citar solo un caso».
El vicepresidente Joe Biden presidió una reunión sobre temas económicos entre miembros de los gabinetes de ambos países en el Edificio Eisenhower, cerca de la Casa Blanca. Biden habló de la necesidad de crear una Sociedad Transpacífica para mantenerse a la par de una economía global cambiante. «Necesitamos nuevas reglas de juego», dijo el vicepresidente.