, Maryland
Enfrentamientos callejeros se desataron ayer en la ciudad de Baltimore (este de Estados Unidos) tras el funeral del afroamericano Freddie Gray, quien murió tras ser arrestado por la Policía, cuyos agentes eran blanco de pedradas y botellazos.
El capitán Eric Kowalczyk, portavoz de la Policía, informó que unos siete uniformados resultaron heridos, uno de ellos inconsciente, tras enfrentarse con grupos de afroestadounidenses. Se reportó que un patrullero fue destruido.
Los incidentes se produjeron luego del funeral de Gray, de 25 años, fallecido el 19 de abril por daños severos en la espina dorsal, en circunstancias aún no determinadas y una semana después de haber sido arrestado. Unas 3.000 personas, entre familiares, amigos y anónimos -todos afroamericanos- rindieron homenaje a Gray, quien reposaba en un ataúd en la Iglesia bautista Nueva Shiloh.
Una pantalla en el interior del recinto proyectaba el mensaje: “La vida de los negros cuenta y todas las vidas cuentan”.
Broderick Johnson, jefe de la célula recién creada por el presidente Barack Obama para apoyar a los negros jóvenes (My Brother’s Keeper Task Force) representó al gobierno en el funeral de Gray.
La muerte de Gray desató manifestaciones que se tornaron violentas el fin de semana, dejando decenas de detenidos y al menos una docena de uniformados con heridas leves.
Agentes estatales del orden arribaron en carros blindados para apoyar a la Policía de Baltimore, en tanto se suspendieron las clases en la universidad local en medio de rumores de que habría más violencia.
La Policía de Baltimore anunció haber recibido una “amenaza creíble” de que varias pandillas de la ciudad se habían “asociado para ‘eliminar’ a agentes policiales”. (I)
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