Ataques presuntamente con gas cloro por helicópteros del gobierno sirio dejaron 40 heridos y un niño muerto en el noroeste del país, dijeron activistas ayer, un día después de que un organismo internacional que vigila el uso de armas químicas se declaró dispuesto a investigar varias denuncias.
El grupo Defensa Civil Siria difundió videos en los cuales se ve a paramédicos y vecinos llevar niños a un hospital mientras tosen y jadean por falta de aire en Saraqeb, provincia de Idlib. Un video desde Nareb muestra a un paramédico recibiendo oxígeno después de rescatar gente en otro ataque. Una coalición de grupos insurgentes en Idlib registró avances contra las fuerzas leales al presidente Bashar Assad.
Los videos parecían auténticos y correspondían con lo averiguado por AP.
El Observatorio Sirio para los DD. HH., que se basa en una red de activistas en el terreno, dijo que los ataques durante la noche dejaron al menos 40 civiles heridos, incluidos varios niños. El observatorio, con sede en Gran Bretaña, dijo que según funcionarios médicos en Nareb, un niño murió por causas que no estaban claras. Comités Coordinadores Locales, otro grupo activista, también informó sobre el presunto ataque químico en Saraqeb. (I
El presidente sirio, Bashar al Asad, dijo el lunes que espera «actos» de Estados Unidos, después de que el secretario de Estado, John Kerry, afirmara que Washington debe negociar con el régimen.
«Seguimos escuchando las declaraciones, debemos esperar los actos y entonces decidiremos», afirmó Asad, citado por la agencia oficial Sana.
Kerry dijo este fin de semana que «al final, habrá que negociar» con Al Asad para poner fin al conflicto sirio, interrogado por la cadena CBS.
La portavoz del Departamento de Estado, Jennifer Psaki, matizó este lunes las declaraciones de Kerry, y precisó que estos comentarios no indican un cambio en la política estadounidense y que «no hay futuro para un dictador brutal como Asad en Siria».
«Como llevamos tiempo diciendo, se necesitan representantes de Asad en el proceso» de paz, pero no estará «el propio Asad, y no es eso lo que quería decir Kerry», explicó.
El líder sirio dijo que cualquier cambio en la política de la comunidad internacional sobre su país debe pasar por poner fin al «apoyo político a los terroristas», término con el que habitualmente se refiere a los que apoyan a la oposición siria.
Más de 215.000 personas murieron en Siria desde que se inició el conflicto en marzo de 2011, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH), que cuenta con una amplia red de informantes en el país.
El enviado de Naciones Unidas a Siria afirmó el martes que ha recibido un compromiso por parte del gobierno sirio de suspender los ataques aéreos contra la ciudad de Alepo por seis semanas para permitir probar un plan propuesto por la ONU de «congelar» las hostilidades en la ciudad más grande del país.
Staffan de Mistura informó al Consejo de Seguridad en sesión cerrada de sus más recientes informes para encontrar una solución a la guerra civil. No hubo indicativos de cuándo iniciaría la suspensión de bombardeos, pero el enviado dijo que volvería a Siria «lo más pronto posible» para valorar si es posible el compromiso del gobierno y anunciar una fecha de inicio.
Definió esta noticia como un rayo de esperanza y mantuvo el énfasis en una solución política al conflicto de casi cuatro años.
Pero persisten las dudas. De Mistura ahora debe recibir el apoyo de la oposición para el plan. Y el embajador de Siria ante Naciones Unidas no emitió comentario tras la junta de consejo.
«Seamos honestos. No me hago ilusiones», señaló De Mistura a la prensa. «Basándome en experiencias previas, es un tema difícil de alcanzar».
Este fue el primer informe de De Mistura ante el consejo desde que explicó su plan de congelamiento en octubre, y los miembros del Consejo de Seguridad querían saber qué clase de apoyo, de existir, recibió por parte del presidente Bashar Assad en su reunión con De Mistura este mes.
Alepo está dividida entre el oeste controlado por los rebeldes y el este gubernamental. De Mistura quiere una «zona de congelamiento» monitoreada por Naciones Unidas que calme la violencia, permita el acceso de ayuda humanitaria y actúe como el primer paso hacia una solución del conflicto. «Nuestra esperanza es que Alepo pueda ser una señal de buena voluntad, una medida para construir confianza que pueda facilitar el reinicio del proceso político», señaló el mes pasado en Ginebra.
Pero los activistas de oposición con base en Alepo han expresado temor de que el gobierno explote la tregua para reunir más tropas y combatir en otro sitio, y han cuestionado cómo un cese al fuego funcionaría con los rebeldes del grupo Estado Islámico en la región. Y el Frente Nusra, afiliados a Al Qaeda en Siria, recientemente rechazaron la propuesta de De Mistura por considerarla una conspiración que le permitiría al gobierno de Siria y sus tropas reagruparse para más ataques.
El presidente de Siria le concedió una entrevista a BBC en la que dice que no hay comunicación con EEUU.
Ante la muerte del piloto jordano el gobierno ordenó la ejecución de dos yihadistas. Pero la venganza no puede ser la única reacción.
El gobierno sirio acusó Turquía de permitir que los «terroristas» crucen libremente la frontera después de Ankara dijo que la pareja de uno de los atacantes de París entró a Siria desde territorio turco a principios de este mes.
El ministro turco de Relaciones Exteriores Mevlut Cavusoglu dijo este lunes que la mujer, Hayat Boumedienne, llegó a Turquía proveniente de Madrid el 2 de enero y cruzó a Siria el día 8, un día después del ataque a las oficinas de la revista satírica Charlie Hebdo en París.
Turquía es un fuerte partidario de los rebeldes sirios que luchan para derrocar al presidente Bashar Assad, cuyo gobierno ve a todos sus oponentes armados como «terroristas».
El Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria indicó el lunes que Turquía ayudó a los terroristas que «derraman la sangre de sirios y personas inocentes en todo el mundo» y pidió a la comunidad internacional «detener la política destructiva de Turquía».