El exgobernador de Arkansas se sumó a la lista republicana que ya cuenta con 5 aspirantes y uno en puertas.
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El doctor Ben Carson, la ejecutiva Carly Fiorina y el exgobernador de Arkansas Mike Huckabee se iunirán a la batalla.
Cuatro de los seis exprisioneros de Guantánamo que llegaron a Uruguay como refugiados en diciembre de 2014 permanecen frente a la embajada de Estados Unidos para exigir una compensación económica por los 13 años que pasaron en la prisión que Washington mantiene en suelo cubano.
Los sirios Ali Husein Shabaan, de 33 años, Abd al-Hadi Faraj (39) y Ahmed Adnan Ahjam (37), y el tunecino Abdul Bin Mohammed Abis Ourgy (49) dicen estar dispuestos a permanecer al frente de la legación estadounidense en Montevideo hasta tanto sus demandas sean atendidas.
«Dos, tres, cuatro meses, nos quedaremos aquí el tiempo que sea necesario», dijo el tunecino Abis Ourgy a la AFP, quien indicó que si la protesta pacífica no resulta, «haremos una huelga de hambre, lo que sea necesario para que nos escuchen».
Los cuatro refugiados publicaron este domingo un comunicado en inglés en su página web para ratificar su agradecimiento al gobierno uruguayo y puntualizar que su demanda económica está dirigida hacia Estados Unidos, por ser el país al que consideran responsable de su actual situación.
«Decidimos protestar ante la embajada de Estados Unidos porque queremos que ellos y el mundo entero escuchen nuestras voces. No es algo que pedimos, sino a lo que lamentablemente fuimos forzados. Hemos tratado todas las vías oficiales, hablamos con varios representantes del gobierno pero nuestra situación no cambió», dice el texto.
En el jardín externo de la embajada, los hombres pasan inadvertidos en medio de familias que se sientan a jugar con sus perros, parejas que conversan y transeúntes que hacen ejercicio en la acera.
13 años en Guantánamo
Han dormido dos noches en el gramado. Los vecinos de la vivienda que la central sindical PIT-CNT dispuso para los refugiados en Montevideo, les han llevado mantas y alimentos.
«Nos vinimos sin nada pero en la noche los vecinos nos trajeron una bolsa de dormir y unas sábanas», dijo el sirio Ali Shabaan. Cuando un periodista le pregunta si sienten frío durante la noche, Shabaan sonríe: «creéme, esto no es nada comparado con las cosas que hemos vivido».
Los hombres conversan con los periodistas que a lo largo del día van apareciendo para constatar si siguen allí. Realizan sus oraciones y se turnan para volver a la casa donde se alojan a unas pocas cuadras del lugar para asearse o ir al baño.
En su comunicado, los refugiados agradecieron al expresidente José Mujica y a Uruguay haberles recibido, pero advierten que Estados Unidos «no puede simplemente delegar sus errores», y reiteran en que merecen una compensación económica para recomenzar sus vidas.
Agregan que quieren quedarse en Uruguay y comenzar a trabajar, pero advierten que «es un proceso que toma tiempo».
«Lo menos que (Estados Unidos) puede hacer es compensarnos por los 13 años que nos quitaron», insiste Shabaan en perfecto inglés.
Respuesta
La embajada de Estados Unidos apenas se pronunció el viernes en la noche a través de un comunicado, donde señaló que todo pedido de audiencia debe ser tramitado durante el horario de funcionamiento de la representación diplomática.
Los refugiados no fueron notificados personalmente, sino que supieron del texto estadounidense porque un vecino lo vio en internet y se los llevó.
No han sido incomodados en el lugar ni se les ha pedido retirarse. El sábado en la noche, dos oficiales de policía se acercaron para ponerse a disposición durante sus rondas en caso de que necesitasen ayuda.
Los otros dos exprisioneros que se encuentran en Montevideo, el sirio Jihad Diyab (43) y el palestino Mohammed Tahamatan (35) no se sumaron a la protesta.
Hasta el momento, ningún funcionario del gobierno uruguayo se había presentado en el lugar, ni se había pronunciado sobre el caso que, según la prensa local, será tratado en el Consejo de Ministros que el presidente Tabaré Vázquez mantendrá este lunes.
Los seis exprisioneros llegaron a Uruguay en diciembre de 2014 luego de pasar 13 años encarcelados en Guantánamo.
El entonces presidente uruguayo José Mujica -un exguerrillero que vivió en cautiverio por más de 12 años- accedió a un pedido de su par estadounidense Barack Obama para recibirlos, alegando razones humanitarias.
Uruguay es el primer país sudamericano que recibió a expresos de Guantánamo.
El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, anunció ayer la muerte de dos rehenes de Al Qaeda asesinados por error en un operativo estadounidense en la frontera afgano-paquistaní, un hecho por el cual el mandatario asumió “total responsabilidad”.
“Quiero expresar nuestras condolencias a las familias de los dos rehenes, el estadounidense Warren Weinstein y el italiano Giovanni Lo Porto, que murieron trágicamente en una operación antiterrorista estadounidense”, dijo Obama.
En ese operativo, llevado a cabo en enero contra una base de Al Qaeda en la frontera entre Afganistán y Pakistán, también se produjo la muerte de Ahmed Faruq, un estadounidense dirigente de la red yihadista, informó la Casa Blanca.
“Haremos lo máximo posible para asegurarnos de que esto no se repita”, añadió.
Weinstein, cautivo desde 2011, y Lo Porto, desde 2012, eran trabajadores humanitarios en Pakistán.
Las familias de Weinstein y Lo Porto serán indemnizadas, aunque la Casa Blanca no ha facilitado detalles de cuánto recibirán.
Todas estas muertes admitidas ayer ocurrieron como resultado de ataques ejecutados con drones (aviones no tripulados), según afirmaron bajo anonimato funcionarios estadounidenses, aunque el portavoz de Obama, Josh Earnest, rehusó confirmarlo y dar detalles al respecto en su rueda de prensa diaria.(I)
2.000 personas
han muerto en Siria en ataques de la coalición internacional liderada por EE.UU. desde hace 7 meses,
Loretta Lynch se convierte en la primera mujer afroamericana en ocupar el puesto que deja Eric Holder.
La votación en la Cámara Alta la confirmará como fiscal general que le permitirá ser la sucesora de Eric Holder.
Las discusiones a nivel técnico y legal sobre el polémico programa nuclear, vuelven con un nuevo límite en mente.
El periodista Jorge Ramos comenta sobre el futuro de los 11 millones de inmigrantes indocumentados en EEUU.
Correos electrónicos de Sony filtrados por WikiLeaks revelan que el actor hizo esta solicitud al programa Finding your Roots.
Los cubanos eligen autoridades municipales, en un acto de «genuina democracia», considera el gobierno.
Con motivo del Día de la Tierra, el próximo miércoles visitará el Parque Natural de los Everglades, en Florida.
Los tres jueces del panel de la Corte de Apelaciones escucharon los argumentos y responderán pronto.
Presentará un nuevo proyecto de ley con el fin de lograr una reforma migratoria que entre a debate en el Capitolio.
El presentador de Univision comparte la lista de los 100 más influyentes de la revista Time con líderes mundiales como Barack Obama y Angela Merkel.
El primer ministro iraquí dijo que la intervención militar de Arabia Saudita en Yemen podría conducir a una guerra sectaria regional.
Senadores demócratas y republicanos del Comité de Relaciones Internacionales dijeron que resolvieron diferencias clave en la ley del Plan Nuclear de Irán.
El senador por la Florida ha lanzado oficialmente su campaña con un alegato a su pasado inmigrante.
La Cumbre de las Américas concluyó este sábado en Panamá después de dos días en los que se registró el histórico encuentro de los presidentes de Cuba Raúl Castro y de Estados Unidos Barack Obama.
El presidente anfitrión, Juan Carlos Varela, clausuró la cita tras anunciar que la próxima Cumbre se efectuará en Lima, Perú.
«Ha sido una Cumbre histórica, hemos vivido momentos muy importantes, felicito a los gobiernos participantes», declaró Varela.
La cita tuvo su momento culminante este sábado con el primer encuentro en más de cinco décadas entre los presidentes de Cuba y Estados Unidos, en momento que buscan superar sus históricas hostilidades.
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«Este cónclave, estoy seguro, marcará el inicio de una nueva era de diálogo y cooperación en nuestra región», dijo Varela eufórico en una declaración a la prensa al cierre de la cita.
Obama fue el centro de la cumbre, con sus encuentros con Castro y con otro «rival» regional, el venezolano Nicolás Maduro, al tiempo que soportó ataques de gobernantes de izquierda como Cristina Fernández, Evo Morales y Rafael Correa.
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La cita de Panamá fue la primera de las siete ediciones de la Cumbre de las Américas que tuvo la presencia de Cuba, que elevó a 35 el número de países participantes.
La Cumbre terminó sin una declaración final luego de que los negociadores no lograron alcanzar un acuerdo por la oposición norteamericana a una manifestación de repudio al decreto estadounidense que declara a Venezuela como una «amenaza» a la seguridad de Estados Unidos.
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Perú será la sede de la próxima Cumbre de las Américas en 2018, según confirmó el sábado Varela.
El encuentro de Lima será la octava cita de la cumbre organizada por primera vez en 1994. (I)
El presidente estadounidense, Barack Obama, mantuvo un breve diálogo con su par de Venezuela, Nicolás Maduro, al margen de la Cumbre de las Américas que se celebra este viernes y sábado en Panamá.
«El presidente Obama y Maduro tuvieron una breve conversación (…) antes de que Obama partiera» del Centro de Convenciones donde se celebra la cita hemisférica, dijo Katherine Vargas, portavoz de la Casa Blanca.
Allí, Obama le reiteró que «el interés de Estados Unidos no era amenazar a Venezuela, sino apoyar la democracia, estabilidad y prosperidad en Venezuela y en la región», añadió.
Durante las sesiones plenarias del foro, Maduro exigió a Obama derogar el decreto de sanción a siete funcionarios venezolanos en que se califica a Venezuela como amenaza para Estados Unidos, pero también le expresó disposición a un diálogo.
«He traído más de 11 millones de firmas que serán entregadas por la vía diplomática y vengo en nombre de 30 millones de venezolanos a exigirle al presidemte Obama que derogue el decreto que amenaza a Venezuela», dijo Maduro.
El presidente venezolano calificó como «irracional», «desproporcionado» y «peligroso», el decreto que emitió Obama en marzo pasado, en el que se declaraba a Venezuela «una amenaza inusual y extraordinaria».
Pero además afirmó: «Yo le tiendo mi mano para resolver los asuntos» entre Estados Unidos y Venezuela. (I)
De todas maneras, Obama ya no estaba en la sala, había salido ya del salón de sesiones para sostener reuniones bilaterales.
El presidente venezolano también expresó dudas: «Lo respeto, pero no tengo confianza en usted presidente Obama (…) Estoy dispuesto a hablar con Estados Unidos, he enviado varios mensajes y no nos responden«, destacó.
Bajando el tono en vísperas de la Cumbre, Obama aclaró que su decreto sobre Venezuela era una declaración «formal» y que no creía que fuera realmente una «amenaza» para su país.
«Solo una declaración por valiente que sea, y lo es, del presidente Obama no es suficiente, hay que que buscar los caminos políticos, diplomáticos, y jurídicos para despejar este decreto amenazante», dijo Maduro, ante los presidentes latinoamericanos. (I)
El presidente venezolano, Nicolás Maduro, propuso hoy a su homólogo de EE.UU., Barack Obama, reconducir las relaciones entre ambos países a partir de un diálogo basado en el respeto mutuo, pero condicionado en cuatro puntos.
Maduro indicó, durante la sesión plenaria de la VII Cumbre de las Américas que se celebra en Panamá con la participación de delegaciones de los 35 países del continente, que tendía «la mano» a Obama, pero que primero EE.UU. debía «reconocer la independencia y soberanía» de Venezuela.
«Si no reconocen nuestra revolución seguirán estrellándose en el mismo muro de aislacionismo», dijo el sucesor del fallecido Hugo Chávez asegurando que las élites de EE.UU. creyeron que con la muerte del anterior presidente venezolano «la revolución bolivariana se acababa».
Como segunda condición para establecer el diálogo, Maduro instó a Obama a «derrocar» el decreto con el que EE.UU. considera a Venezuela una «amenaza».
Según Maduro, el decreto es «desproporcionado, irracional» y «hay que buscar los caminos diplomáticos, jurídicos» para eliminarlo porque «nuestros hijos no estarán tranquilos hasta que EE.UU. derogue ese decreto».
«Este decreto es muy peligroso (…) no es solamente la sanción de siete venezolanos honorables. Todo lo que dicen sobre ellos es mentira, es falso. Este decreto se mete en la vida interna de Venezuela», lamentó.
«Yo me encabrono cuando alguien habla de Venezuela porque yo no hablo de ningún país. Cada quien dirige su país con los métodos de su Constitución. Nadie debe meterse con venezuela», insistió.
Maduro exigió además que EE.UU. desmonte «la maquinaria militar» que aseguró tiene establecida en su embajada en Caracas «donde se han preparado golpes de estado».
«¿Qué hago?», se preguntó Maduro refiriéndose a que según él EE.UU. conspira contra el Gobierno chavista desde el propio territorio venezolano. «¿Me hago el loco, miro para el lado?», añadió.
Por último, Maduro condicionó el diálogo con Obama a que EE.UU. tome «medidas legales para detener la conspiración» en su contra «desde Miami, desde Florida», desde donde se habría planificado su propio asesinato y donde «hay gente», periodistas, que se dedican a «analizar cuál es el mejor fusil para asesinarme».
Maduro subrayó que quiere «conversar» con EE.UU., que quiere «paz» y una relación civilizada «que de verdad nos permita avanzar», pero que «Venezuela está bajo una agresión, bajo una amenaza».
«América Latina entró en una nueva época (…) no es una época de cambios, es un cambio de época», afirmó Maduro.
«Asumamos el reto de construir relaciones de respeto, de construcción de la felicidad de nuestro pueblos, de democracia verdadera», propuso Maduro.
Entrega de carta
El presidente venezolano aseguró que entre 1994 y 2005 se perdió la «guerra contra el neocolonialismo y neoliberalismo», pero que a partir de 2005 los pueblos de América sí han conseguido avanzar gracias a iniciativas como Petrocaribe, que «es garantía de prosperidad».
Maduro confirmó que entregaría a la delegación estadounidense en la Cumbre una carta de la Asociación de Familiares y Víctimas de la Invasión a Panamá del 20 de diciembre de 1989 en la que se exhorta a EE.UU. a que pida perdón por aquella intervención militar que dijo dejó 4.000 muertos.
El mandatario de Venezuela aseguró que antes de la invasión de Panamá, EE.UU. decretó al país centroamericano como una amenaza para la seguridad de los estadounidenses, lo que fue «un decreto de la misma proporción» que recientemente se dedicó a la nación suramericana.
«La historia no puede ser tapada. Entregaré esta carta que me han entregado entre lágrimas y cantos», dijo Maduro.
Aseguró que la mayoría de los estadounidenses «quieren la paz», «quieren dejar de ser imperio», pero los intereses de los lobbies en Washington se lo impiden.
«Usted es presidente», le dijo a Obama, «EE.UU. quiere dejar de ser imperio», reiteró. (I)
El presidente de Cuba, Raúl Castro, al intervenir por primera vez en una Cumbre de las Américas, hizo este sábado un relato histórico de «agresiones imperialistas» a América Latina, pero exculpó de ellas al mandatario estadounidense, Barack Obama.
En un discurso que duró 42 minutos exactos, Castro abundó en su relato sobre las «guerras, conquistas e intervenciones» de EE.UU., al que se refirió como «fuerza hegemónica que despojó de territorios a toda nuestra América y se extendió hasta el río Bravo».
En ese mismo marco, recordó que a fines del siglo XIX el Congreso de Estados Unidos autorizó «intervenir militarmente en Cuba» y que ello dio paso «a la instalación de una base en Guantánamo, que hasta hoy ocupa nuestro territorio».
En esa línea histórica, llegó al Siglo XX, cuando afirmó que «predominó hacia América Latina la política de las cañoneras» y hubo «sucesivas intervenciones para derrocar regímenes democráticos» en América Latina, donde «fueron instaladas dictaduras en veinte países y doce de ellas en forma simultánea».
Siempre en clara referencia a Estados Unidos, aseguró que «sólo en Suramérica fueron asesinados cientos de miles de personas» y citó como caso más «brutal» el golpe de Estado de 1973 contra el presidente chileno Salvador Allende, cuyo ejemplo es «imperecedero», dijo.
Cuando concluía el repaso histórico, Castro decidió ofrecerle «disculpas» a Obama.
«La pasión me sale por los poros cuando de la revolución se trata, pero le pido disculpas al presidente Obama porque él no tiene nada que ver con todo esto», declaró para recibir otra ovación.
«Todos (los presidentes de EEUU anteriores) tienen deudas con nosotros, pero no el presidente Obama», que «es un hombre honesto» y con una «forma de ser que obedece a su origen humilde», dijo.
Castro también valoró como «un paso muy positivo» la decisión de Obama de quitar a Cuba de la lista de países que, según Estados Unidos, son patrocinadores del terrorismo y comentó con ironía esa acusación que la Casa Blanca mantiene desde hace décadas.
«Dicen que somos terroristas. Y sí hemos hecho algunos actos de solidaridad con muchos pueblos que pueden considerarse terroristas» en el «imperialismo», declaró, para aclarar que se refería a misiones humanitarias en diferentes países en vías de desarrollo.
Tras valorar el «esfuerzo» que lleva adelante con Obama para establecer relaciones «normales», Castro instó a los países de América Latina a que apoyen al presidente de Estados Unidos en «su intención de liquidar el bloqueo» a la isla.
«El presidente Obama nació bajo la política del bloqueo a Cuba, tampoco tiene culpa de eso», pero «ese y otros elementos deberán resolverse en el proceso de normalización de relaciones», indicó.
Pedido a Obama
Castro también le dejó a Obama una firme exigencia en relación a Venezuela, un país del que sostuvo que «no es ni puede ser una amenaza contra la seguridad de Estados Unidos».
Consideró «positivo que el presidente Obama lo haya reconocido», pero exigió que «sean derogadas» las sanciones aplicadas a Venezuela y manifestó «todo el apoyo de Cuba al Gobierno legítimo y a la unión cívico milita que encabeza el presidente Nicolás Maduro».
Al hablar de Venezuela, Castro llegó a encresparse al afirmar que los cubanos con quienes «mejor conocen» el proceso de «agresión» que «sufre» el Gobierno bolivariano.
«Lo sabemos porque (los venezolanos) están pasando por el mismo camino por el que pasamos nosotros y están pasando por las mismas agresiones por las que pasamos nosotros», declaró al tiempo que daba un fuerte golpe en la mesa.
Castro también aludió indirectamente a Estados Unidos en relación a otros asuntos, como cuando declaró el apoyo cubano a la soberanía argentina sobre las islas Malvinas y a la «defensa de la soberanía financiera de ese país» frente a los llamados «fondos buitre».
Asimismo, manifestó el respaldo de Cuba y de «todos los pueblos latinoamericanos al empeño del pueblo latinoamericano de Puerto Rico por alcanzar la independencia».
En otra alusión directa a Estados Unidos, Castro también afirmó que «no se puede aceptar que menos de una docena de imperios, sobre todo norteamericanos, determinen lo que se ve o se lee en el planeta» y consideró «inaceptable que se empleen herramientas informáticas para agredir o espiar a otros Estados».
Cuando concluía su intervención, Castro le tendió una mano a Obama, a quien le dijo directamente que «quienes estamos aquí tenemos la oportunidad de aprender a respetar las tolerancias y a convivir en paz, como buenos vecinos». (I)
El presidente Barack Obama respondió durante su intervención al mandatario ecuatoriano, Rafael Correa, durante la sesión plenaria de la VII Cumbre de las Américas que se desarrolla en Panamá.
Correa, minutos antes, denunció en la plenaria que Estados Unidos «continúa con ilegales intervenciones» en América Latina, y que ha llegado la «hora para la segunda y definitiva independencia» de la región.
Según Correa, el intervencionismo de Washington se revela con acciones como la orden ejecutiva con la que Obama declaró la situación en Venezuela una «amenaza», o con el pedido de funcionarios estadounidenses ante el Congreso de ese país de recursos para «defender la libertad de expresión» en Cuba, Venezuela, Ecuador y Nicaragua.
Correa en su intervención también criticó el papel de la prensa en Latinoamérica al señalar que es «mala, muy mala». «Una buena prensa es vital para la democracia», sostuvo.
Respuesta de Barack Obama
En su intervención, Obama respondió directamente a las acusaciones del presidente ecuatoriano, Rafael Correa, sobre intervencionismo
Obama admitió que en el pasado la política de derechos humanos de Estados Unidos no siempre fue acertada, pero que, hoy por hoy, su país no tiene interés en «inmiscuirse» cuando denuncia determinadas situaciones que no considera justas, sino que lo hace porque considera que es «lo correcto».
«No estamos atrapados en la ideología, al menos no yo», remarcó Obama.
Y añadió, en referencia a la prensa buena y mala, que el presidente Correa quizás «tenga más confianza que yo en la distinción entre la prensa buena y la mala, creo que hay mala prensa por el hecho de que me critica, sin embargo sigue hablando esta prensa (…) porque yo no confío en un sistema en que una persona hace esa determinación. Creo que si creemos en la democracia es que todo el mundo tiene la oportunidad de hablar y ofrecer sus opiniones para defender lo que opina (…)».
«(…) Nosotros pensamos que el ideal de no encarcelar a la gente si está en desacuerdo con nosotros es la más justa», recalcó.
Minutos después, el presidente Correa respondió a Obama en Twitter. «La mala prensa no es la que nos “critica”: es la que tumbó a Allende, la que desinforma, la que practica la censura a conveniencia», escribió.
«El falso dilema de siempre: “prefiero una mala prensa a una prensa silenciada. Preferimos sencillamente una buena prensa», añadió. (I)