El presidente de Estados Unidos, Barack Obama, deberá cambiar desde hoy el golf y la playa por un nuevo curso político marcado por la toma de control republicana en ambas cámaras del Senado.
Acompañado de su esposa, Michelle, y sus dos hijas, Obama llegó ayer a la Casa Blanca tras dos semanas de vacaciones en Hawái por el Año Nuevo.
Su regreso está marcado por la toma de posesión mañana del nuevo Congreso, como resultado de las elecciones legislativas de noviembre pasado y controlado en ambas cámaras por los republicanos por primera vez desde el 2006.
Sin una mayoría demócrata en el Senado que los detenga, los legisladores republicanos asistirán a la reanudación de labores del Congreso con la intención de retomar terreno perdido en cuanto a salud pública, inmigración y medioambiente, mostrando su poder mientras Obama inicia sus últimos dos años en el cargo.
“Vamos a votar sobre cosas que sé que (a Obama) no le van a gustar, y espero que podamos ponerlas sobre su mesa (para su firma)”, expresó ayer el próximo líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, en una entrevista con la cadena CNN.
McConnell aseguró que el Senado volverá a intentar derogar la reforma sanitaria aprobada en el 2010, o al menos invalidar aspectos claves de esa ley defendida por Obama; además de votar a favor de la construcción del oleoducto Keystone XL, que transportaría crudo desde Canadá al Golfo de México.
El representante Rodney Davis, republicano por Illinois, dijo que la Cámara de Representantes comenzaría de inmediato con iniciativas de ley sobre el mercado laboral, que han recibido el apoyo de ambos partidos pero que se empantanaron en el Senado.
Los republicanos también han discutido utilizar la disputa sobre los fondos para el Departamento de Seguridad Nacional como un instrumento para desafiar la histórica decisión de Obama de normalizar las relaciones con Cuba.
Además del inicio del nuevo Congreso, Obama tiene por delante esta semana su reunión con el presidente de México, Enrique Peña Nieto, a quien recibirá en el Despacho Oval para conversar sobre asuntos económicos y de seguridad.
El miércoles, el mandatario emprenderá un viaje de tres días a Detroit (Michigan), Phoenix (Arizona) y Tennessee destinado a allanar el terreno para su discurso anual sobre el Estado de la Unión ante el Congreso, que tendrá lugar el 20 de enero. (I)
Si el presidente (Obama) está dispuesto a trabajar con nosotros, tendremos oportunidad real de hacer frente a los desafíos más urgentes de nuestra nación”.
Rodney Davis, legislador republicano
20
de este mes el presidente Obama dará su discurso nacional.