Xavi Hernández, de 35 años y pilar de los éxitos del Barcelona y de la selección española en los últimos años, firmó un contrato para la próxima temporada con el Al Sadd, anunciaron el sábado los dirigentes del club catarí.
«El Al Sadd ha logrado la firma del capitán Xavi y aquí tienen una foto de él con nuestro director deportivo Muhammed Ghoulam», publicó en Instagram el mánager del segundo clasificado del campeonato catarí, Abdulá Al-Berik.
Este martes se cumplieron varios partidos por la ronda de los dieciseisavos de final de la Copa del Guardián de las Dos Mezquitas Sagradas, y uno de los cotejos que más expectativa generó, fue el que enfrentó al Al Wahd de EAU con el Al Nassr de Arabia Saudita en el estadio del Rey Abdul Aziz.
Barcelona Sporting Club lo anunció como uno de sus fichajes para la Serie A 2015 pero una cláusula que se reservó Universidad Católica en su contrato, le permitió a Armando Wila fichar por el club árabe y sigue marcando diferencias frente a las redes.
Ari Amr puso en ventaja al local al 23’ y cuando el partido agonizaba, al 90’+3, Armando Wila decretó el tanto de la igualada que forzó los tiempos extra. Y al 111’, Fabián Estoyanoff firmaría el tanto de la victoria y la clasificación para el Al Nassr.
Once inicialista del Al Nassr: She’an; Kamel, Eid, Jaman y Al Zobide; Aziz, Abass, Zaylai y Yahia; Armando Wila y Estoyanoff.
[removed][removed]
Este martes se cumplieron varios partidos por la ronda de los dieciseisavos de final de la Copa del Guardián de las Dos Mezquitas Sagradas, y uno de los cotejos que más expectativa generó, fue el que enfrentó al Al Wahd de EAU con el Al Nassr de Arabia Saudita en el estadio del Rey Abdul Aziz.
Barcelona Sporting Club lo anunció como uno de sus fichajes para la Serie A 2015 pero una cláusula que se reservó Universidad Católica en su contrato, le permitió a Armando Wila fichar por el club árabe y sigue marcando diferencias frente a las redes.
Ari Amr puso en ventaja al local al 23’ y cuando el partido agonizaba, al 90’+3, Armando Wila decretó el tanto de la igualada que forzó los tiempos extra. Y al 111’, Fabián Estoyanoff firmaría el tanto de la victoria y la clasificación para el Al Nassr.
Once inicialista del Al Nassr: She’an; Kamel, Eid, Jaman y Al Zobide; Aziz, Abass, Zaylai y Yahia; Armando Wila y Estoyanoff.
Yemen reanudará el diálogo nacional sobre su futuro, anunció ayer el enviado de la ONU para ayudar a la crisis del país árabe, Jamal Benomar, luego de que rebeldes chiitas disolvieran el Parlamento y tomaran formalmente el poder.
Las conversaciones, que se iniciarán hoy, incluirán a Mohamed Ali al Huti, cuyos rebeldes hutíes irrumpieron en septiembre en la capital, Saná, y otras localidades antes de que sitiaran al presidente y el viernes se hicieran del control total del país más pobre del mundo árabe, dijo el enviado.
“Me complace anunciarles que todos los partidos políticos han aceptado regresar a la mesa de diálogo”, declaró Benomar a periodistas en un hotel en Saná. “Naciones Unidas está comprometida a sacar a Yemen de esta crisis”.
Los hutíes enfrentan cada vez mayores presiones internas e internacionales. El sábado en la noche, el partido del expresidente Alí Abdulá Salé –el principal aliado de los hutíes– se sumó a la oposición cada vez mayor a la usurpación del poder y propuso la reanudación del diálogo con la participación de Benomar como moderador.
Los hutíes venían preparando una campaña para capturar la provincia petrolera de Marib, pero el surgimiento de una fuerte alianza tribal en esa zona, así como la fuerte presencia de la rama de Al-Qaeda en Yemen los disuadió de proseguir con sus planes.
En Yemen existe una de las células más activas de Al Qaeda. Los extremistas golpean casi a diario al ejército y las fuerzas de seguridad en diversas partes del país, en tanto que los ataques de Estados Unidos con drones contra combatientes de ese grupo han redundado en la pérdida de vidas civiles, lo que ha atizado el resentimiento de la población.
Los hutíes han chocado con combatientes de Al Qaeda que son sunitas y tienen el apoyo de las poderosas tribus del norte de Yemen.
La toma del poder de parte de los hutíes también ha atizado ánimos secesionistas en el sur, situación que ha incrementado los temores de una nueva guerra civil como la de 1994, cuando el otrora sur independiente intentó separarse de su unión con el norte, forjada cuatro años antes.
El mes pasado, los rebeldes atacaron el palacio presidencial y la situación la residencia del presidente Abed Rabbo Mansur Hadi, quien proviene del sur. En unos cuantos días, Hadi y los integrantes de su gabinete renunciaron y actualmente siguen en arresto domiciliario.
Hadi fue elegido presidente en el 2012 después de una revuelta popular en la que Salé fue obligado a renunciar.
Al igual que los hutíes, Salé es miembro de la secta zaydi, una pequeña derivación del islam chiita que existe casi exclusivamente en Yemen. Los zaydíes representan cerca del 30% de la población en Yemen.
Ayer, Mohamed Ali al Huti empezó a conformar el gobierno de facto nombrando a Mahmud al Dyunaid, líder de las filas rebeldes, como jefe de gabinete. (I)
Oposición
Reacciones
Sur y sureste
Ayer reinaba una fuerte tensión en el sur y sureste de Yemen, donde las autoridades locales anunciaron “no reconocer” el poder de las milicias chiitas de Ansarualá.
Este de Saná
En la provincia petrolera de Marib, los jefes de importantes tribus sunitas abordaban la manera de “hacer frente a cualquier eventualidad”.
El nuevo rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdul-Aziz Al, de 79 años, le sucede en el trono del primer país exportador de petróleo, clave en Oriente Medio, al fallecido rey Abdalá.
El nuevo rey saudí designó hoy a su sobrino Mohamed bin Nayef como segundo en la línea sucesoria de la monarquía petrolera, según un decreto real difundido por los medios oficiales saudíes.
Bin Nayef ocupa actualmente el cargo de ministro saudí del Interior y es hijo del fallecido Nayef bin Abdelaziz, hermano del actual rey.
Además de siguiente príncipe heredero, Bin Nayef ocupará el cargo de segundo viceprimer ministro del Parlamento y mantendrá la cartera de Interior.
Nacido en Yeda en 1959, el segundo en la línea sucesoria al trono saudí estudió Ciencias Políticas en Estados Unidos y se especializó en asuntos militares y de lucha contra el terrorismo.
En agosto de 2009, Bin Nayef, entonces viceministro para Asuntos de Seguridad del Ministerio del Interior salió ileso de un intento de asesinato en una operación terrorista de Al Qaeda en Arabia Saudí.
Situación internacional
El nuevo rey prometió este viernes continuar con las políticas de sus predecesores, en un discurso emitido en la televisión del país al asumir el gobierno del reino tras la muerte del monarca Abdulá, de 90 años.
Las declaraciones del rey Salman bin Abdul-Aziz Al Saud se produjeron mientras el reino suní, rico en petróleo, comenzaba a llorar al rey Abdulá, que murió el viernes de madrugada tras casi dos décadas en el poder.
«Seguiremos ateniéndonos a las correctas políticas que ha seguido Arabia Saudí desde su fundación», dijo Salman en el discurso recogido por la cadena estatal Saudi 2.
Además, el nuevo gobernante hizo una referencia indirecta al caos que afecta a Oriente Medio, donde el grupo extremista Estado Islámico controla sendos tercios de Irak y Siria.
«Las naciones árabes e islámicas pasan por una gran necesidad de solidaridad y cohesión», dijo.
Salman, de 79 años, había ido asumiendo tareas del rey en el último año conforme los problemas de salud de su predecesor y medio hermano, el enfermo Abdulá, lo dejaban cada vez más incapacitado
Salman era ministro de Defensa desde 2011. Eso le convirtió en responsable del ejército cuando Arabia Saudí se unió a Estados Unidos y otros países árabes para lanzar ataques aéreos en Siria en 2014 contra la milicia Estado Islámico, un grupo armado suní al que el reino empezó a considerar una amenaza para su propia estabilidad.
El nuevo rey toma el mando en un momento en el que el reino musulmán ultraconservador, una gran potencia petrolífera, intenta gestionar las presiones sociales de una pujante población joven —en torno a la mitad de sus 20 millones de habitantes tiene menos de 25 años— que busca empleo y pone a prueba los límites a la libertad de expresión en internet, donde abundan las críticas a la familia real.
La salud de Salman ha sido una fuente de preocupación. El monarca ha sufrido al menos una apoplejía que limitó el movimiento de su brazo izquierdo.
El nuevo rey de Arabia Saudí, Salman bin Abdul-Aziz Al, de 79 años, le sucede en el trono del primer país exportador de petróleo, clave en Oriente Medio, al fallecido rey Abdalá.
El nuevo rey saudí designó hoy a su sobrino Mohamed bin Nayef como segundo en la línea sucesoria de la monarquía petrolera, según un decreto real difundido por los medios oficiales saudíes.
Bin Nayef ocupa actualmente el cargo de ministro saudí del Interior y es hijo del fallecido Nayef bin Abdelaziz, hermano del actual rey.
Además de siguiente príncipe heredero, Bin Nayef ocupará el cargo de segundo viceprimer ministro del Parlamento y mantendrá la cartera de Interior.
Nacido en Yeda en 1959, el segundo en la línea sucesoria al trono saudí estudió Ciencias Políticas en Estados Unidos y se especializó en asuntos militares y de lucha contra el terrorismo.
En agosto de 2009, Bin Nayef, entonces viceministro para Asuntos de Seguridad del Ministerio del Interior salió ileso de un intento de asesinato en una operación terrorista de Al Qaeda en Arabia Saudí.
Situación internacional
El nuevo rey prometió este viernes continuar con las políticas de sus predecesores, en un discurso emitido en la televisión del país al asumir el gobierno del reino tras la muerte del monarca Abdulá, de 90 años.
Las declaraciones del rey Salman bin Abdul-Aziz Al Saud se produjeron mientras el reino suní, rico en petróleo, comenzaba a llorar al rey Abdulá, que murió el viernes de madrugada tras casi dos décadas en el poder.
«Seguiremos ateniéndonos a las correctas políticas que ha seguido Arabia Saudí desde su fundación», dijo Salman en el discurso recogido por la cadena estatal Saudi 2.
Además, el nuevo gobernante hizo una referencia indirecta al caos que afecta a Oriente Medio, donde el grupo extremista Estado Islámico controla sendos tercios de Irak y Siria.
«Las naciones árabes e islámicas pasan por una gran necesidad de solidaridad y cohesión», dijo.
Salman, de 79 años, había ido asumiendo tareas del rey en el último año conforme los problemas de salud de su predecesor y medio hermano, el enfermo Abdulá, lo dejaban cada vez más incapacitado
Salman era ministro de Defensa desde 2011. Eso le convirtió en responsable del ejército cuando Arabia Saudí se unió a Estados Unidos y otros países árabes para lanzar ataques aéreos en Siria en 2014 contra la milicia Estado Islámico, un grupo armado suní al que el reino empezó a considerar una amenaza para su propia estabilidad.
El nuevo rey toma el mando en un momento en el que el reino musulmán ultraconservador, una gran potencia petrolífera, intenta gestionar las presiones sociales de una pujante población joven —en torno a la mitad de sus 20 millones de habitantes tiene menos de 25 años— que busca empleo y pone a prueba los límites a la libertad de expresión en internet, donde abundan las críticas a la familia real.
La salud de Salman ha sido una fuente de preocupación. El monarca ha sufrido al menos una apoplejía que limitó el movimiento de su brazo izquierdo.
El temporal de vientos huracanados y lluvias torrenciales que sacude Oriente Medio desde el pasado miércoles ha agravado la situación de miles de gazatíes que siguen sin vivienda desde la guerra del pasado verano con Israel y que ahora deben enfrentarse también al «General invierno».
«La vida en Gaza es dura y el mal tiempo sólo empeora la situación. Desafortunadamente a nadie le importa, pero a nosotros sí nos preocupan nuestros niños y nuestro futuro. Nadie nos ayuda», se queja Abdul Salam Manasrah echando por la boca una exhalación de vaho a causa del frío.
Como otros miles de personas afectadas por el conflicto o la pobreza, Manasrah, sus tres hijos, y varios de sus vecinos han pasado el temporal denominado «Huda» a cielo descubierto, «sin electricidad, gas ni agua».
Vestidos con todo lo que tienen a su alcance, esta familia trata de luchar contra las inclemencias junto a una estufa dentro en una vivienda derruida del barrio de Shayaíe, al este de la capital de la franja, uno de los más castigado en la ofensiva israelí «Margen protector» entre julio y agosto pasados.
Amén de 2.300 muertos y cerca de 11.000 heridos, los incesantes bombardeos aéreos durante 50 días dejaron sin techo en Gaza a decenas de miles de personas, que ahora más que nunca se preguntan dónde está la prometida ayuda internacional para la reconstrucción.
«Las soluciones temporales no ayudan, en lugar de matar el dolor lo que deben hacer es curar la infección», señala Manasrah y acusa a «los líderes del pueblo palestino, a los países árabes e islámicos y a la comunidad internacional» de abandonarlos a su suerte.
Tras la ofensiva militar, la ONU pagó el alquiler a miles de familias durante seis meses para que pudieran tener un techo, pero los propietarios de las viviendas destruidas aseguran que el alquiler no es único problema, pues también perdieron sus muebles y enseres.
El 12 de octubre en El Cairo, la comunidad internacional prometió destinar 5.500 millones de dólares para reconstruir Gaza y sus infraestructuras como desagües, agua y electricidad, ayudas que no terminan de llegar.
Según datos recientes, hasta la fecha sólo un 2 % de la ayuda ha sido transferida, a causa de las disputas internas entre los gobernantes de facto de Gaza -el movimiento islamista Hamás- y la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que impiden que las partes se pongan de acuerdo en el mecanismo de control de dinero.
Tampoco se ha conseguido una solución para la entrada de materiales de construcción, que Israel exige sean supervisados para impedir que acaben siendo empleados por las milicias con fines ofensivos.
Mientras la diplomacia se ha estancado, el desolador paisaje tras la guerra se ve agravado ahora por la lluvia y el viento, que ya han dejado un muerto y dieciocho heridos en la franja.
Ashraf al Qidra, portavoz del Ministerio de Sanidad en Gaza, explicó que una bebé de cuatro meses de la aldea Khuza falleció el viernes debido a la ola de frío.
La familia de la víctima vive en una casa prefabricada de metal que le habían concedido tras la destrucción de su vivienda, y según la madre, Shayma Abu Aassi, la criatura murió asfixiada a causa del fuego que habían encendido dentro para calentarse.
«Si tuviéramos una vida normal como la de otras personas en cualquier país, si tuviéramos electricidad y una casa bien construida, todas nuestras tragedias se terminarían inmediatamente, pero parece que las desgracias en Gaza son interminables», se lamentó indignado Anis Abu Aassi, tío de la menor.
La actual ola de frío, procedente de Rusia, ha venido acompañada de temperaturas de 2 grados a pie de playa, vientos de hasta 100 kilómetros por horas y olas de hasta 10 metros.
A sólo unas decenas de kilómetros, un manto de nieve cubrió todas las cimas por encima de los 650 metros, provocando el cierre de los accesos a ciudades como Jerusalén y Ramala.
Pero en la franja, los estragos han sido producto del fuerte viento y, sobre todo, de las lluvias torrenciales que han inundado barrios enteros.
En el barrio de Abu Rida 49 viviendas móviles resultaron anegadas y otras cien familias viven en casas destruidas e inhabitables.
Los equipos de defensa civil han tenido también que evacuar a cientos de habitantes de Shayaíe y de la ciudad de Rafah, y trasladarlos a escuelas de la ONU.
«Si la situación sigue así, Gaza se convertirá en un cementerio. Durante la guerra, la gente moría por los misiles israelíes y sus proyectiles de tanques, ahora muere de frío», lamentó Abu Aassi.