Suman 15 los muertos por ataques de Boko Haram durante elecciones en Nigeria
Este sábado tienen lugar en Nigeria las primeras votaciones en quince años que representan una posibilidad real de alternancia. Sin embargo, el proceso ha sido afectado por las amenazas y ataques del grupo fundamentalista islámico Boko Haram.
Hombres armados han atacado varios colegios electorales en los estados de Yobe y Gombe y han asesinado al menos a 15 personas que hacían fila para votar. El líder grupo fundamentalista de Boko Haram, Abubakar Shekau, amenazó recientemente con «asesinar a todo aquel que vaya a las urnas».
Los ataques del grupo se suman a los problemas técnicos con los lectores de los carnés electorales biométricos que recientemente implementara el gobierno, lo que ha provocado retrasos a grado tal que las autoridades han anunciado que extenderán hasta el día de mañana los comicios.
Los candidatos que se disputan el mando supremo del país son Goodluck Jonathan, actual jefe de Estado y cristiano procedente del sur, y su principal opositor, Muhamadou Buhari, musulmán del norte. De acuerdo con múltiples encuestas, se encuentran en empate técnico. Otros 12 candidatos menores también se han presentado.
Boko Haram, por su parte, ha anunciado sus intenciones de implantar un califato en la región, similar al del Estado Islámico en Irak y Siria. Esto ya había provocado el aplazamiento de las elecciones seis semanas y la toma de medidas extremas de seguridad durante esta jornada, incluyendo la prohibición de circulación de vehículos durante las elecciones así como el cierre total del sus fronteras y la presencia del ejército en las urnas.
El grupo fundamentalista ha causado la muerte de 13 mil personas en el país desde 2009 y el desplazamiento de 3.3 millones de personas tras el aumento de sus estrategias violentas en el último año. Actualmente, las fuerzas armadas de Nigeria mantiene una alianza militar con las de los países circundantes para luchar contra ellos.
Nigeria es el país más poblado de África con 175 millones de habitantes, de entre los cuales, 70 millones pueden votar. Mientras el candidato cristiano y actual líder del país promete crecimiento estable y es apoyado por los petroleros, el contrincante musulmán (quien ya fuera presidente en 1983 tras protagonizar un golpe de estado) busca establecer políticas austeras e implementar un plan de seguridad más estricto.