Steven Clayton, de 64 años, fue encontrado sin vida al pie de las escaleras de su casa, en Lake Wylie (Carolina del Sur), en Estados Unidos.

Lo que parecía en un inicio, un accidente doméstico, luego resultó ser un asesinato silenciosocometido por su propia esposa.

Según The Washington Post, cuando el cadáver apareció, ella dijo que el hombre había caído por los escalones y finalmente había fallecido. Sin embargo —tal como recoge Infobae— la autopsia reveló otra cosa: el cuerpo de la víctima contenía una alta dosis de tetrahidrozolina. Es decir, había sido envenenado.

La tetrahidrozolina es una sustancia química utilizada en la industria farmacológica. Se encuentra, principalmente, en gotas para los ojos y productos para la descongestión nasal.

“La mujer fue llamada a un interrogatorio luego de que el reporte toxicológico llegara”, dijo un vocero de la Policía a El Heraldo sobre este caso.

De acuerdo a dicho informe, el hombre había sido envenenado por tres días con gotas para los ojos. Un dato que —cuenta Infobae— la mujer finalmente aceptó. Ella había estado suministrándole a su pareja este líquido a través del agua y la comida.

Tras una inspección en su domicilio, se encontraron varias botellas vacías de gotas para los ojos y —narra El Heraldo— estas fueron llevadas como parte de la evidencia de la investigación.

Los motivos que llevaron a la mujer a cometer el crimen aún no están claros, pero se cree que tiene que ver con intereses económicos. Los esposos vivían en una mansión, inspirada en la de George Washington en Mount Vernon. La vivienda estaba valuada en más de 800 mil dólares, según Infobae.