La palabra diaria [30/03/2018]
Soy renovado, refrescado y satisfecho por el poder transformador de Dios en mí.
Renovación
El Viernes Santo nos recuerda que aun las personas más espirituales experimentan dolor y sufrimiento. Sin embargo, nosotros elegimos cómo responder. En el relato de la crucifixión de Jesús en los Evangelios leemos que él dijo: “Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has abandonado?”. Mas, al final, él supo que, de alguna manera, su experiencia era para bien. “¡Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu!”. Jesús eligió entregarse y confiar en que su crucifixión tendría profundo significado.Incluso durante momentos de profundo dolor, puedo demostrar fortaleza –la cual emana de mi identidad divina. Avivo mi sabiduría y afirmo que todo está en orden divino, aunque mis ojos no puedan percibirlo. Sé que nunca puedo estar separado del amor de Dios.
Juan 18:36
Respondió Jesús: “Mi reino no es de este mundo”. (F)