Sony Xperia I IV

Sony Xperia I IV, análisis: para destacar en la gama alta hace falta algo más que un panel 4K

Si algo funciona, no lo toques. Así parece pensar Sony, que ha renovado su Xperia 1 III con un Sony Xperia I IV discreto, pero que promete mejorar en algunos puntos clave respecto a su antecesor. Un móvil pensado por y para la fotografía, con el factor diferencial de la resolución 4K en el panel y un hardware de primer nivel. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página. También puedes participar en el WhatsApp. Si usas Telegram  ingresa al siguiente enlace.

Sobre el papel, un año más, una apuesta ambiciosa que tiene el gran reto de justificar los 1.399 euros que cuesta: el gama alta de firma «tradicional» más caro del mercado. Hemos podido probar en profundidad este Xperia 1 IV, y te traemos su análisis.

Ficha técnica del Sony Xperia 1 IV

ficha tecnica del sony xperia

Diseño: un viejo conocido Sony Xperia I IV

El Sony Xperia 1 IV es idéntico al Xperia 1 III. De hecho, tiene las mismas dimensiones y una diferencia de peso de tan solo un gramo extra. Desde Sony aseguran que ahora es más cómodo en mano y que lleva un mejor recubrimiento en su parte trasera. ¿La realidad? Se ve y se siente prácticamente igual. El acabado mate en la trasera le sienta bien, el módulo de cámara es discreto y el diseño es bastante diferencial respecto a su competencia. El Sony Xperia IV es un móvil especialmente alargado, mucho más estrecho de lo habitual.

En lo personal, no se me hace cómodo que un móvil de 16,5 centímetros sea tan estrecho y alargado

En lo personal, en un móvil tan grande (16,5 cm de alto, casi nada) no me convence demasiado que sea tan alargado: es demasiado estrecho para escribir cómodamente con dos manos, el diseño rectangular hace que los laterales se claven ligeramente en la mano y, aunque a que no es un móvil especialmente pesado, no invita a sostenerlo durante mucho tiempo en la mano. Quizás en una mano pequeña sea un móvil más cómodo, lo innegable es que su factor forma es peculiar.

Otra pega que arrastra el diseño tiene que ver con la unión entre marco y pantalla. No es un acabado demasiado refinado, contando con un pequeño escalón entre panel y marco (incómodo en mano), a lo que se suma que, dentro del propio hueco que deja esta unión, se acumula el polvo con bastante facilidad.

Como contrapartida positiva, hay elementos muy bien pensados, como el botón de desbloqueo (a su vez lector de huellas) que cae justo en el dedo pulgar, la botonera de volumen bien ubicada (aunque algo pequeña) y elementos como la bandeja SIM sin pincho o el botón dedicado a la cámara, algo que le pido a todos los teléfonos del mercado. Como guinda al pastel, en la parte superior tenemos un jack de auriculares.

Sony sabe hacer que los marcos no molesten en 2022. Huye así del notch y agujero en pantalla, siendo uno de los móviles más consistentes en diseño frontal

Por su parte delantera, sigue el mismo diseño que vimos el año pasado. Marcos en pantalla para evitar notch y agujeros. Puede gustar más o menos, pero es un diseño diferente, bastante consistente a nivel estético y con bastante sentido a la hora de no recortar contenido en la reproducción multimedia. En resumidas cuentas, un año más en el que Sony sigue siendo Sony, para bien y para mal.

Pantalla: larga vida al 4K

pantalla larga vida

Un año más, se repite la fórmula. El Xperia IV apuesta por un panel 4K, OLED y con 6,5 pulgadas, con una tasa de refresco no adaptativa de 120 Hz. De nuevo, Sony ha pecado de conservadora, y es que no incluir tecnología LTPO (refresco adaptativo) en un flagship más caro que toda su competencia, quizás no sea la mejor idea. En el apartado del rendimiento detallaremos por qué.

La calibración de este Xperia es una maravilla. Además, podemos calibrarla a nuestro gusto, ajustando el balance de blancos al detalle

Este es el único punto negativo del panel ya que, por lo demás, es un espectáculo. Es un panel muy nítido, con un brillo máximo más que suficiente en días de sol (Sony promete que brilla hasta un 50% más), y con unas opciones de calibración muy ricas. Es el único teléfono, por el momento, capaz de mostrar la gama de colores BT.2022, un salto por delante respecto a DCI-P3. No obstante, nosotros nos hemos encontrado cómodos con la calibración en modo estándar. Si queremos dejar el panel a nuestro gusto, podemos ajustar manualmente la temperatura, colores RGB, etc.

Otra función más que interesante es la de retroiluminación inteligente. De forma automática, el teléfono mantendrá la pantalla encendida si detecta que estamos sujetando el móvil con la mano. De esta forma, aunque esté configurado el apagado de la pantalla, por ejemplo, cada 30 segundos, seguirá encendida si estamos usando el teléfono.

La latencia del panel es buena, con 240 Hz de refresco táctil. Sony promete un 50% más de brillo en esta generación, algo que no hemos podido medir al no tener el modelo anterior en nuestras manos, aunque sí podemos garantizarte que se ve bastante bien bajo el sol. En resumidas cuentas, un panel de gran calidad, con el refresco adaptativo como principal ausencia y con el 4K como principal virtud.

Rendimiento: verano, mojito y calor

rendimiento

Qualcomm Snapdragon 8 Gen 1, volvemos a encontrarnos. Esta generación de Qualcomm para la gama alta, en un buen número de modelos, está ocasionando serios problemas de throttling. El móvil tiene que bajar su rendimiento para no salir ardiendo, perdiendo buena parte de la magia que conlleva tener un SoC de gama alta bajo el capó.

El Xperia I IV se calienta demasiado, hasta el punto de que desactiva los 120Hz para intentar bajar unos grados la temperatura

En el caso del Sony, estamos ante uno de los casos más graves. Es un móvil que se calienta demasiado (como ya pasaba en su antecesor, con un procesador algo más fresco), hasta el punto de que el propio sistema desactiva los 120Hz para protegerse del calor (y no podemos volver a activarlos hasta que se enfríe.

Es la primera vez que apreciamos esta función desactivada al completo por problemas con la temperatura. En el apartado de la pantalla te contábamos cómo echábamos en falta valores intermedios en tasa de refresco. Este móvil, al no tenerlos, se moverá a 60 Hz cuando esté caliente, y ya te adelantamos que está caliente la mayor parte del tiempo.

Tanto en los test de CPU como los de GPU, este Xperia es el Android que más ha caído, algo que se veía venir con tan altas temperaturas. Cuando está muy caliente, el teléfono muestra algo de lag, y pide a gritos un descanso, básicamente, porque llega casi a quemar en las manos. Haciendo unas pocas fotos, e incluso navegando y haciendo uso básico, ya coge temperatura (no preocupante, en este uso básico) más rápido de lo habitual. Analizar este teléfono en verano y en el sur de España no ayuda, pero sea como fuere este móvil necesita un mejor sistema de refrigeración.

Software: Sony es un ejemplo de que se puede personalizar y respetar a Google

software

La capa de personalización de Sony vuelve a ser el ejemplo de que se puede personalizar Android, pero respetando esa interfaz limpia que propone Google. La ROM de Xperia llega con Android 12, una buena dosis de aplicaciones propias y un menú de ajustes en el que podemos zambullirnos durante horas. Es una estética limpia, sin sobrecarga visual, y con un launcher sencillo que respeta los iconos de Android Stock.

No hay apenas bloatware más allá de Facebook, LinkedIn o Tidal, y Sony precarga algunas apps propias, como Cinema Pro, Video pro, Music Pro o Bravia Core. La capa se mueve bastante bien y, aunque no es la más rica permitiendo personalizaciones profundas en el sistema, es una de las más equilibradas del momento.

La ausencia más marcada es Material You. Pese a tener Android 12, este Sony no tiene el motor de temas adaptativos de Google, por lo que no cambiarán aunque modifiquemos el fondo de pantalla. Siendo una ROM tan limpia, esperamos que se pueda acabar implementando esta función en futuras actualizaciones.

Biometría

En el apartado de la biometría tenemos el mismo jarro de agua fría del año pasado. Sony sigue sin añadir reconocimiento facial en su gama alta, y el lector de huellas tiene bastante margen de mejora. Dentro de los lectores laterales, es uno de los menos precisos y funciona algo lento.

Por lo general, la tasa de error no es muy alta, pero sí es fácil que no reconozca el dedo unas pocas veces al día. Los lectores físicos son, a día de hoy, bastante rápidos, por lo que esperábamos una mejor respuesta en este aspecto.

Autonomía: un respiro en días ajetreados

autonomia

El año pasado criticamos los 4.500mAh del Sony Xperia I IV. Llegaba al final del día, pero no sobrepasaba las seis horas de pantalla con demasiada facilidad. En esta generación llegamos sin problema a siete u ocho horas de pantalla de forma consistente, pese al calor que recoge el dispositivo. En mi caso, me ha durado dos días completos con unas seis horas de pantalla.

Es un mechero en reposo, e incluso cuando le damos uso intenso no se drena. Apostar por los 5.000mAh es una buena idea para mantener controlado un procesador tan tragón. Respecto a la carga, tenemos 30W, cifra bastante baja para un Android que compite en este rango de precio. La carga completa demora cerca de dos horas, aunque el primer tramo (del 0 al 50%), se realiza en una hora.

Lo que nos ha gustado especialmente es el número de opciones que tenemos para cuidar la batería. Podemos hacer que el teléfono calcule cómo cargar para optimizar la vida útil, seleccionar las horas a las que se cargará, e incluso limitar la carga a cierto porcentaje, algo especialmente útil para la que la batería dure años.

Sonido: muchas nueces, poco ruido

sonido

Sony hace bastante hincapié en el audio espacial 360 de este Xperia. ¿Qué es esto? Según Sony, una tecnología para reproducir el sonido de forma más envolvente con los altavoces del teléfono. El objetivo es que el sonido «nos rodee» para que la experiencia sea lo más inmersiva posible.

Lo cierto es que no es una función que destaque demasiado. Al activar el audio 360 tenemos una experiencia ligeramente más inmersiva pero, sin él, el audio sigue siendo estéreo, así que la diferencia no es dramática). El principal problema es que el sistema de altavoces no es demasiado potente, ni siquiera activando Dolby Sound.

No es, ni mucho menos, un mal apartado auditivo, pero vista la ambición sobre el papel en este apartado, esperábamos encontrar uno de los mejores teléfonos en este apartado.

Cámara: tenemos mucho de lo que hablar

camara

Sony repite con los sensores del año pasado, pero ahora son capaces de procesar información de forma más rápida. Tenemos así un sensor principal de 12 megapíxeles, un ultra gran angular de 12 megapíxeles, y un tercer sensor también de 12 megapíxeles con un rango de zoom que se mueve entre 85 y 125mm. Todo el rango de zoom es óptico, por lo que no debería haber pérdida de calidad en cualquier fotografía tomada dentro de ese rango. Pero antes de hablar de resultados, hablemos de la app de cámara.

La app de cámara de Sony es, con diferencia, la más completa del mercado. En el modo básico es una interfaz de cámara clásica, con botón de disparador, acceso rápidos, cambio rápido entre lentes e integración con Google Lens.

Pero cuando cobra vida esta cámara es cuando activamos los modos manuales. El primero es el modo ‘Auto’, que nos ofrece una interfaz similar a las cámaras Alpha de Sony. Nos permite controlar el punto de enfoque, tipo de archivo (RAW, JPEG o JPEG+RAW) y poco más. Es una interfaz de cámara, pero pensada para disparar en automático.

Si queremos todas las opciones, tenemos el modo manual. Nos deja controlar ISO, HDR, balance de blancos, enfoque, exposición… Es bastante espectacular contar con tantas opciones, experiencia que se ve penalizada por la temperatura que coge el terminal en cuanto usamos la cámara un par de minutos.

Lo único que sigue chocando en esta app es la ausencia de modo retrato. Sony sigue sin tenerlo para la cámara trasera, una decisión que se nos hace difícil de justificar, máxime cuando en la cámara selfie sí hay un modo retrato. En su lugar, tenemos un botón para bokeh (tenemos que descubrirlo nosotros mismos) muy poco intuitivo.

Tras pulsar el botón podemos pensar que el retrato está activo, pero no. Una vez pulsamos en el botón hay que pulsar sobre «bokeh» (podemos pensar que la palabra bokeh indicaba que el retrato está activo, pero resulta que es un botón), regulamos la intensidad del mismo y disparamos. Demasiados pasos para una función básica que sí que se encuentra en el apartado selfie, bajo el nombre de «autofoto retrato».

Fotografía diurna Sony Xperia I IV

fotografia diurna

Pero vamos con lo importante, los resultados fotográficos. El Sony Xperia I IV tiene un potencial enorme. Es capaz de realizar fotografías muy ricas en detalle, sin lavar las imágenes y con un ejercicio en colorimetría más que aceptable. Es bastante buen también enfocando, por lo que es sencillo obtener buenos resultados.

Pero el gran cambio, según Sony, está en el procesado de sus fotografías en HDR. Este ha sido, sin duda, el mejor y el peor salto, como verás más adelante. En fotografía cercana a sujetos vemos que vuelve a ser rico en detalle, las altas luces están bien controladas (hay cierta sobreexposición en esta fotografía de ejemplo en la parte del sol, algo prácticamente inevitable), y poco ruido al levantar sombras en el sujeto.

¿Cuál es el problema entonces? Que este HDR no es, en absoluto, consistente. Con este teléfono no hay mucho punto medio: o tenemos una fotografía espectacular o tenemos una fotografía que apenas podemos usar. En este amanecer había bastante luz en la parte en la que tan solo ha sacado sombras. Son casos puntuales y, por lo general, las tomas salen bien, pero de vez en cuando nos da la sorpresa agridulce y la foto tiene poco arreglo.

Teleobjetivo

Sony presume de contar con un teleobjetivo completamente óptico en el rango de 85mm (3.5X) a 125mm (5.2X). Si no ampliamos, los resultados son aceptables, pero en un móvil nacido para la fotografía y que presume de uno de los mejores zoom ópticos, hay que analizar el detalle. Este, prácticamente, no está presente.

El teleobjetivo es muy poco nítido, un problema de procesado del que el sensor no tiene culpa. La colorimetría y rango dinámico aquí sí son bastante buenas, pero es uno de los zooms menos nítidos de la gama alta.

Ultra gran angular con el Sony Xperia I IV

El ultra gran angular sufre también los grandes problemas de HDR que encontramos en el sensor principal. En esta fotografía, sin ir más lejos, las sombras son una mancha negra, pese a haber luminosidad más que de sobra en la escena.

A nivel de detalle, tampoco obtiene muy buenos resultados. La zona central mantiene cierta nitidez, pero conforme nos acercamos a las esquinas perdemos información. No es un mal gran angular pero, de nuevo, esperábamos un poco más de ambición en el flagship de Sony.

Modo retrato

modo retrato

El «modo retrato» tampoco se libra de los problemas con HDR. Esta fotografía, tomada a las 15:00 de la tarde (luminosidad muy elevada), tiene serios problemas de exposición. El recorte no es muy fino, y la fotografía está más cerca de un gama media que de un flagship.

El trabajo con el bokeh digital también es mejorable, muy artificial, poco progresivo y con un efecto difuminado algo agresivo. Sony lleva unas cuantas generaciones con el retrato como asignatura pendiente, y el nuevo modelo no se libra.

Fotografía nocturna

Cuando cae la noche, los resultados nos dan una alegría. El Sony Xperia I IV es muy natural, hasta el punto de que el modo noche es automático (no podemos desactivarlo ni elegir cuándo se activa), y apenas notamos su presencia. Fotografías con detalle natural, ruido natural muy controlado y buen trabajo en exposición.

El teleobjetivo, de nuevo, tiene un halo borroso algo extraño. Hasta el punto en el que el recorte al 100% desde el sensor principal tiene más nitidez. Este sensor puede salvarnos para algún momento nocturno en el que queramos hacer zoom, pero no invita demasiado a abrirlo.

El gran angular no es el mejor, pero es más que aceptable cuando cae la luz. El nivel de detalle central es bueno (como pasaba de día), con importante pérdida de nitidez en las esquinas. Este sensor dará bastante más juego que el teleobjetivo cuando cae la noche.

Selfie con Sony Xperia I IV

selfie

El selfie del Sony Xperia I IV está muy bien resuelto. Aquí el HDR sí que hace bien su función, con un buen equilibrio entre altas luces y sombras. Sorprende la cantidad de detalle que rescata en la piel, y lo natural que es procesándola.

Sony Xperia I IV, la opinión de Xataka

sony xperia i iv

Si quieres ser el gama alta más caro del mercado, debes ser el mejor (o, al menos, de los mejores), gama alta del mercado. El Sony Xperia I IV es una opción interesante, pero queda muy lejos del podio. No tiene la mejor cámara (de hecho, está bastante por debajo de la media), su panel es de los pocos del mercado sin LTPO, el sonido no sobresale respecto a los mejores exponentes y el rendimiento (sobre todo, en lo que respecta a la temperatura), es problemático. Este Sony cumple, pero no aspira al sobresaliente en puntos clave.
El Xperia I IV es un teléfono para los amantes de la fotografía manual y para los que tienen claro que quieren un móvil distinto al resto

Como todo gama alta, es un móvil con sus pros. La batería es buena, la ROM nos ha gustado, y el diseño es bastante distinto a lo que acostumbramos a ver en la gama alta. Sony sigue apostando por la diferenciación y, en ese aspecto, poco reproche tiene cabida. ¿Es suficiente con una buena batería, una ROM limpia y un diseño distinto para justificar los casi 1.400 euros? Viendo la competencia, lo tiene complicado. Incluso los plegables más populares están a un precio inferior, si lo que nos llama la atención es un diseño diferencial.

El Xperia I IV es un teléfono para los amantes de la fotografía manual, una propuesta diferente con la que huir del notch, del agujero en pantalla y del diseño industrial que siguen la mayoría de sus rivales.