Sony Bravia 9

Sony Bravia 9 análisis review con características precio y especificaciones

El televisor más ambicioso que nos propone Sony este año es una caja de sorpresas. Durante los últimos cuatro años este fabricante japonés ha colocado en lo más alto de su porfolio de televisores un dispositivo equipado con un panel OLED, pero este Bravia 9 va por otro camino. Es probable que a algunos usuarios les parezca que apostar por una matriz LCD con retroiluminación mini-LED en el modelo insignia es equiparable a dar un paso hacia atrás, pero después de haberlo probado a fondo puedo anticiparos que no lo es. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

Aun así, lo cierto es que los televisores OLED más avanzados que ha lanzado Sony durante los últimos dos años han puesto el listón muy alto. Altísimo. El modelo A95K Master Series, su mejor televisor de 2022, fue el primero en la historia de elyex al que decidimos premiar con un 10 en el apartado de calidad de imagen global. Y en el XR OLED A95L y su panel QD-OLED de segunda generación volvieron a colocar el listón a una altura difícilmente superable. También lo valoramos con un 10 en calidad de imagen. Con estos precedentes este Bravia 9 lo tiene difícil. Y no por la competencia. Tiene a sus máximos rivales dentro de casa.

 

Sony Bravia 9: especificaciones técnicas

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Así es como deberían venir calibrados todos los televisores prémium

Os propongo que empecemos indagando en el auténtico corazón del Bravia 9: el tándem constituido por el panel y el sistema de retroiluminación LED. La matriz inorgánica por la que se han decantado los ingenieros de Sony en el modelo que he analizado (el de 75 pulgadas) es un panel LCD de tipo VA con resolución 4K UHD, 10 bits nativos y una frecuencia de refresco de 120 Hz. Las matrices VA destacan por su elevada relación de contraste, por lo que me parecen la mejor opción posible para los televisores LCD ambiciosos. Y este modelo, desde luego, es muy ambicioso.

La matriz de diodos mini-LED de este Bravia 9 aglutina más de 1.500 zonas de atenuación local independientes

No obstante, el otro ingrediente esencial de la receta es el sistema de retroiluminación y la estrategia implementada para resolver la atenuación local. Este televisor, como he mencionado en las primeras líneas de este artículo, apuesta por un sistema de retroiluminación mini-LED. Sobre el papel es la implementación de este tipo más avanzada que han puesto a punto los técnicos de Sony hasta ahora, por lo que sus prestaciones deberían ser de referencia. Lo comprobaremos en el apartado dedicado al análisis de su calidad de imagen, aunque para ir abriendo boca merece la pena que tengamos presente que la matriz de diodos mini-LED aglutina más de 1.500 zonas de atenuación local independientes.

En la siguiente fotografía de detalle podemos ver que los ingenieros de Sony han optado por integrar unos pies laterales y no una peana central con el propósito de garantizar la estabilidad estructural del panel. Honestamente, me parece la opción ideal para un televisor de 75 pulgadas como este. Los pies son metálicos y están impecablemente mecanizados, así que en este ámbito no tengo nada que objetar. Y, de propina, instalarlos es pan comido. De hecho, en apenas dos o tres minutos pude fijarlos en su lugar de una forma muy sólida. Las peanas con frecuencia nos obligan a hacer un esfuerzo mayor y requieren más tiempo para su instalación.

La construcción de este televisor es sobresaliente. Cuando lo estás manipulando para instalar los pies y colocarlo en su ubicación definitiva te das cuenta de que tiene una gran solidez. El marco metálico transmite robustez cuando lo agarras para moverlo, y el policarbonato de la parte trasera es de buena calidad y lo suficientemente grueso para evitar que el panel se deforme cuando estamos manipulando el televisor. En mi opinión, en este ámbito Sony y Panasonic suelen ofrecernos un acabado más robusto en sus televisores prémium que LG y Samsung. Y es una cualidad que no pasaría por alto.

Y, por fin, llegamos a la que para mí es una de las grandes bazas de este televisor: su calibración. El menú que nos permite manipular los parámetros avanzados de ajuste de la imagen es extraordinariamente completo, por lo que es posible llevar a cabo una calibración minuciosa para sacar el máximo partido posible al panel. No obstante, y aquí me he llevado una sorpresa a medias, este Bravia 9 sale impecablemente calibrado de fábrica.

Las imágenes que nos entrega cuando habilitamos el modo cine o alguna de las variantes de Dolby Vision tienen un acabado absolutamente cinematográfico

Las imágenes que nos entrega cuando habilitamos el modo cine o alguna de las variantes de Dolby Vision tienen un acabado absolutamente cinematográfico. Aun así, y esto explica por qué solo me he llevado una sorpresa a medias, lo esperaba. Y es que el A95K de 2022 y el A95L de también salieron minuciosamente calibrados de fábrica.

El año pasado tuve la oportunidad de comparar la calibración de este último con la calibración de referencia del monitor profesional TRIMASTER HX 4K BVM-HX310 de la propia Sony, que es uno de los dispositivos de masterización más  utilizados por los cineastas durante la postproducción de las películas. Y eran extraordinariamente similares. En mi opinión la calibración de este Bravia 9 está a la altura de la del A95L.

En la siguiente fotografía podemos ver qué aspecto tienen los dos mandos a distancia que nos entrega Sony junto a este televisor. El de la derecha tiene una distribución de los botones tradicional, pero el de la izquierda es más estilizado e incorpora un sensor de movimiento que activa la retroiluminación de las teclas cuando lo agarramos. El acabado de este último mando a distancia está un poco más cuidado que el del otro, y, además, incorpora seis botones de acceso directo a Netflix, Disney+, Prime Video, Sony Pictures Core, YouTube y Crunchyroll.

El HDR de este Bravia 9 es impresionante

Para poner a prueba su calidad de imagen recurrí a algunas de las películas en Blu-ray Disc y Blu-ray 4K que suelo utilizar, entre las que merece la pena destacar ‘Dune: parte 2’, ‘El hombre del norte’, ‘Tenet’, ‘El renacido’, ‘La llegada’, ‘Interstellar’, ‘Blade Runner 2049’ o ‘Spider-Man: Lejos de casa’, entre otras. También utilicé contenido de Netflix y YouTube que conozco muy bien, como de costumbre.

La distribución de los subpíxeles RGB de la matriz LCD VA del Bravia 9 es muy diferente a la de los paneles OLED que fabrican LG y Samsung

La siguiente fotografía del panel la tomé utilizando mi microscopio digital, y en ella podemos ver con claridad la distribución de los subpíxeles RGB de la matriz LCD VA. Este patrón es muy diferente al que emplean tanto los paneles orgánicos de tipo W-OLED que produce LG como al de las matrices QD-OLED que fabrica Samsung.

Un apunte interesante: con frecuencia la cobertura antirreflejos provoca que los subpíxeles aparezcan un poco difuminados cuando los fotografío con mi microscopio digital, pero en este televisor se ven nítidos. Más adelante comprobaremos si esta cobertura cumple correctamente su función.

Cuando la señal entrante es de calidad este televisor nos entrega unas imágenes repletas de detalle. En este terreno el procesador XR tiene mucho que decir, aunque al margen de lo sofisticados que sean los algoritmos de inteligencia artificial que han puesto a punto los ingenieros de Sony lo relevante es que el nivel de detalle que alcanza en algunos momentos es espectacular. En la siguiente imagen podéis intuirlo. No obstante, esto no es todo. Como podéis ver la profundidad subjetiva de las imágenes de este Bravia 9 es fabulosa. En ocasiones parece que estamos mirando a través de una ventana y no la pantalla de un televisor.

El fotograma de ‘Dune: parte 2’ que podemos ver en la siguiente fotografía refleja con claridad algunas de las cualidades más importantes de este televisor. Una de ellas es la precisión con la que resuelve la colorimetría. El mérito en este caso se lo reparten los nanocristales que utiliza, el algoritmo de procesado de la imagen y la excelente calibración de fábrica. Como podéis ver, la piel de Jessica Atreides es muy realista, y no es fácil resolver la piel humana con esta naturalidad. Además, no hay ni rastro del ruido de alta frecuencia. Y, de propina, los negros son extremadamente profundos, aunque, como cabe esperar, no igualan el negro absoluto de los paneles OLED.

Y llegamos a la que sin duda es una de las características más atractivas de este televisor: su capacidad de entrega de brillo. Es capaz de entregar picos de casi 3.000 nits en una ventana que ocupa el 10% de la superficie del panel, por lo que los contenidos HDR si están bien grabados tienen una espectacularidad y un realismo difíciles de igualar. Además, su nivel de detalle en altas luces es notable, por lo que disfrutar fotogramas como el de ‘Tenet’ que podéis ver debajo de estas líneas es una auténtica gozada. La lástima es que, al igual que los demás televisores prémium que nos ha propuesto Sony en años anteriores, procesa contenidos Dolby Vision y HDR10, pero no HDR10+.

La capacidad máxima de entrega de brillo suele ser una de las bazas de los televisores mini-LED más avanzados, pero a pesar de su sofisticación muchos de ellos tienen un talón de Aquiles: el blooming. Es un defecto que se manifiesta bajo la forma de unos halos que rodean las zonas más iluminadas de cada fotograma, y en este Bravia 9 los ingenieros de Sony han conseguido algo muy meritorio: el blooming es casi imperceptible incluso en fotogramas muy comprometidos, como el que podéis ver en la siguiente fotografía. Además, la relación de contraste que nos entrega este televisor gracias al avanzado sistema de atenuación local de la retroiluminación es sobresaliente. Tanto, de hecho, que en algunos momentos rivaliza de tú a tú con los modelos OLED.

Otra buena noticia: la cobertura antirreflejos que Sony ha puesto a punto para este televisor es fabulosa. Diría incluso que es la misma, o, al menos, que es muy similar a la del A95L del año pasado. En la sección central de la imagen podemos ver un tenue destello provocado por el reflejo intencionado sobre el panel del flash de mi smartphone.

En casi todos los televisores que he analizado hasta ahora este reflejo provoca un destello de cierta intensidad, pero en este modelo es casi inapreciable. Eso sí, hay un apartado en el que este televisor tiene un claro margen de mejora: sus ángulos de visión. Sus 75 pulgadas juegan a su favor y permiten que varias personas se acomoden frente al panel, pero si alguna lo tiene que ver desde una posición muy escorada su percepción del color se degradará ligeramente.

No puedo concluir este apartado del análisis sin hablaros del sonido de este Bravia 9. Sony suele resolver de una forma satisfactoria el audio de sus televisores prémium, pero en este modelo se ha lucido. Y es que no solo es capaz de alcanzar un nivel elevado de presión sonora manteniendo la distorsión bajo control; además genera una imagen sonora equiparable a la que puede entregarnos una muy buena barra de sonido. Y las voces nunca aparecen enmascaradas por los efectos de ambiente.

En mi opinión suena tan bien que no optaría por una barra de sonido a menos que pudiese permitirme una de gama muy alta. Eso sí, para rematar nuestra experiencia me haría con un equipo de sonido multicanal dedicado. Este sí es el compañero de viaje ideal de este Bravia 9.

 

Este televisor es tan bueno con juegos como con películas

Para evaluar el rendimiento de este televisor con videojuegos recurrí a nuestra adorada consola Xbox Series X y a varios títulos que son muy sensibles a la latencia, como ‘Mortal Kombat X’, ‘Forza Horizon 4’, ‘Gears 5’ y ‘Ori and the Will of the Wisps’.

Su latencia de entrada a 1080p y 2160p con una frecuencia de refresco de 120 Hz es de unos 10 ms

Su calidad de imagen global con juegos es estupenda. De hecho, al habilitar el modo para juegos su capacidad de entrega de brillo se incrementa ligeramente, lo que da a las imágenes HDR un acabado aún más espectacular. El tiempo de respuesta de los paneles LCD VA es perceptiblemente más alto que el que nos entregan las matrices OLED, que suele ser inferior a 1 ms, pero en este Bravia 9 no es un problema.

Además, su latencia de entrada a 1080p y 2160p con una frecuencia de refresco de 120 Hz es de unos 10 ms. No es una cifra récord, pero es realmente buena y nos garantiza una experiencia óptima con videojuegos. Antes de concluir esta sección del análisis me parece importante no pasar por alto que solo las entradas HDMI 3 y 4 implementan la norma 2.1 completa. Es una lástima que un televisor prémium como este no nos proponga 4 entradas HDMI 2.1.