Hay diferentes factores que juegan un papel clave a la hora de conseguir que el repetidor Wi-Fi funcione de forma correcta. Lo más importante de todo es que sea capaz de mejorar la conexión inalámbrica en casa. Si no es así, la verdad es que de poco sirve. Por esto mismo, es el momento de que conozcas los dos trucos o consejos que te pueden ayudar a que no vuelvas a sufrir problemas de WiFi si tienes este dispositivo en tu hogar.
Nadie quiere sufrir problemas de WiFi en caso, esto está claro. Por eso, muchos optan por comprar algún tipo de equipamiento adicional para solucionarlo. Sin embargo, no siempre se tiene en cuenta una serie de aspectos básicos que permitan aprovechar el máximo rendimiento de, por ejemplo, el repetidor Wi-Fi que acabas de instalar en casa.
Hay algunos consejos que funcionan mejor que otros, en nuestro caso, os vamos a dar dos trucos con los que hemos conseguido que este dispositivo sea ayuda y no empeore la conexión vía WiFi como estaba haciendo hasta ahora.
La regla de oro: la ubicación perfecta
Aunque creas que es lo menos importante, la localización del dispositivo suele afectar bastante. El mayor error que cometen una buena parte de los usuarios que compran este tipo de aparato es que lo colocan demasiado lejos del router de casa.
Por tanto, la regla de oro que debes seguir es que debe estar a mitad de camino entre el router y la zona sin cobertura (o mala cobertura WiFi) de tu casa. Para que te hagas una idea más clara, todavía debes tener una buena conexión, por ejemplo, en una zona en la que todavía tengas una señal estable.
El punto idóneo para un repetidor se encuentra en un rango de -60 dBm a -70 dBm. Esto lo puedes comprobar a través de apps gratuitas de móvil como WiFi Analyzer.
Tres consejos extra
Y como consejos adicionales, ten en cuenta los siguientes puntos:
- No coloques nunca el repetidor WiFi en una zona en la que haya muy mala señal inalámbrica.
- No lo instales detrás de muebles o escondido en algún rincón de la casa.
- Evita que esté cerca de otros dispositivos como puede ser una Smart TV, además que también es clave que no esté junto a microondas, espejos o paredes gruesas. Más que nada porque puede afectar a las interferencias.
Usa el cable Ethernet, si puedes
Son muchos los modelos que vienen con el característico puerto Ethernet con el que vas a disfrutar de una mayor estabilidad de conexión. Está claro que vas a conectar la gran parte de tus dispositivos vía WiFi, pero esta alternativa te dará más estabilidad como decíamos, e incluso una mayor velocidad. Eso sí, debes comprobar que el repetidor venga con un puerto Gigabit Ethernet, puesto que si es Fast el límite de velocidad que vas a poder usar es de 100 Mbps.
¿Todavía no lo has comprado?
Los dos trucos son claros y sencillos. Ahora bien, si todavía no has comprado un modelo en particular, aquí te dejamos una serie de indicaciones para que aciertes a la primera:
- Que venga como mínimo con la tecnología WiFi 6 o WiFi 6E. Es cierto que el WiFi 7 está cada vez más extendido, pero lo recomendable es que cuenta con este estándar como mínimo.
- Si lo quieres con puerto Ethernet que cuente con un puerto Gigabit Ethernet para que pueda ofrecerte una velocidad máxima de hasta 1 Gbps (va a depender también de la tarifa de fibra que tengas contratada).
Por tanto, además de las recomendaciones anteriores, ten en cuenta estos consejos que pueden marcar la diferencia entre comprar un producto de calidad o no. De esta manera, la inversión que hagas por este dispositivo merecerá la pena.
