El régimen de Siria mostró ayer su disposición a participar en una reunión preliminar con las facciones opositoras en Moscú, en respuesta a una iniciativa de Rusia. El encuentro tendrá el objetivo de fijar fecha para la celebración de otra reunión, en la que se espera que solo participen el gobierno y la oposición.

El gobierno sirio destacó que la decisión se debe al interés de Damasco por responder a “las expectativas del pueblo con vistas a lograr una salida a la crisis”. Además, señaló que seguirá luchando contra el terrorismo en todo el país y que Siria “siempre ha estado dispuesta a dialogar con quien cree en la unidad de Siria y de su pueblo, y en su soberanía y sus decisiones independientes para servir al pueblo y obtener la seguridad y la estabilidad, poniendo fin al derramamiento de sangre de los sirios”.

Entre enero y febrero de este año, se celebraron dos rondas de negociaciones en Ginebra, en las que por primera vez dialogaron el régimen y la oposición, y que se cerraron sin resultados.

Desde hace más de 3 años, el país es escenario de un conflicto que ha causado más de 200.000 muertos, según la Organización de las Naciones Unidas. Actualmente, también hay sobre la mesa una propuesta presentada por el enviado especial de la ONU, Staffan de Mistura, para lograr un alto el fuego en Alepo y, si funciona, extenderlo a otras partes del territorio.

El presidente de la Coalición Nacional Siria, Hadi Bahra, fijó ayer su interés por mantener una reunión entre todas las facciones de la oposición, pero en Egipto, cuyas autoridades reiteraron la postura del país a favor de una solución pacífica a la crisis sin intervenciones militares.