Usuarios que deben por servicios básicos solicitan más plazo

Silvia Vera está desesperada al saber que adeuda un saldo de $ 350 por las planillas de agua y luz en su domicilio, en la ciudadela Alborada, norte de Guayaquil, y de $ 150 de su salón de belleza por esos servicios.

No sabe qué hacer porque se enteró de que a partir del 13 de noviembre, las empresas que proporcionan servicios básicos (luz, agua y teléfono) ya pueden cortar la provisión.

En esa fecha termina la prohibición de suspender los servicios básicos por planillas atrasadas que establece la Ley Orgánica de Apoyo Humanitario, vigente por la pandemia del COVID-19.

Silvia es una de las 20 personas consultadas por este Diario sobre este tema, en un recorrido hecho por diversos sectores de Guayaquil. De ellas, siete afirman tener deudas y no saben qué hacer porque se termina el plazo en pocos días.

Juan Carlos Rosero, dueño de un local de encebollados en la Alborada, dice con tristeza que debe $ 400 en agua y luz; solicita más plazo porque la crisis generada por la pandemia todavía le afecta y las ventas siguen bajas.

Igualmente, Álvaro Ordóñez, que habita en esa misma ciudadela y es propietario de un bazar, explica que adeuda $ 200 de luz y requiere que el Gobierno le ayude a aplazar el pago por más tiempo.

Édison Berrones, habitante de Cristo del Consuelo (suroeste) y dueño de un bazar, asegura tener una deuda de $ 200 de agua, luz y teléfono. Se siente angustiado al saber que tiene pocos días para cancelar.

También Alejandro Zambrano, habitante de Mucho Lote 2 y dueño de un asadero de pollos, señala que adeuda $ 150 por agua y luz. Espera pagar lo más pronto, pero lo ve difícil porque a su local de esa parte del norte le llegan pocos clientes, no como antes de la pandemia cuando tenía ventas altas de lunes a domingo.

En Vergeles, norte de la ciudad, Víctor Peña tiene un local de reparación de refrigeradoras. Menciona que adeuda $ 200 mientras arregla una nevera que no le dejará mucha ganancia e implora que el Gobierno sea “más empático con la ciudadanía, ya que todavía no está resurgiendo el negocio por la pandemia”.

Mientras, Silvia Pesántez, residente del Guasmo, enseña sus facturas que dejan ver una deuda de $ 17 en agua y $ 70 en luz. Además adeuda el arriendo de la casa donde ella vive junto con sus dos niñas.

Las otras trece personas consultadas afirman estar al día con los pagos de servicios básicos y dicen que debería tomarse en cuenta a las personas que realmente necesitan.

Oswaldo Encalada, residente de la ciudadela Alborada, dice que está de acuerdo con la medida de la Ley porque ha habido mucho tiempo para pagar y luego se van a ir acumulando las deudas.

Francisco Reyes, morador del Guasmo, se declara asombrado porque no está de acuerdo con que se corten los servicios porque en esta época del COVID-19 nadie tiene dinero.

Sobre el tema, el administrador de la Unidad de Negocio de la Corporación Nacional de Electricidad (CNEL) en Guayaquil, Manuel Miranda, dijo a este Diario que con la mayoría de usuarios ya se han suscrito contratos automáticos para refinanciar las deudas acumuladas desde marzo a doce meses sin intereses, por consumo de luz.

Quienes han firmado convenios por deudas de pandemia recibirían una notificación de la empresa en caso de no cumplir con la primera cuota de pago, que se empezó a cobrar dentro del valor expresado en la planilla de septiembre. Como esta factura se puede cancelar desde finales de octubre en la mayoría de casos, el 13 de noviembre todavía habría plazo para realizar los pagos.

Sin embargo, con una segunda cuota impaga “podría llegar a haber un corte, una baja de breakers”, explicó Miranda.

En el caso del agua, Interagua pide a los deudores que vayan a firmar convenios. La gerenta de Atención al Cliente, Pilar Murillo, citó que a partir del término de la Ley Humanitaria, la empresa empezará a enviar las notificaciones de atraso cuando se venzan las planillas de agua y se le dará un tiempo al cliente (5-7 días).

CNEL anunció que da plazo hasta diciembre para el pago de planillas atrasadas y en ese mes se ordenarían los cortes. (I)