Separados por protocolos de bioseguridad, pero unidos por la indignación de la recién aprobada Ley de Apoyo Humanitario, un grupo de trabajadores se concentró en los bajos de la Gobernación del Azuay para protestar con consignas, banderas y carteles mientras policías los veían.

Los obreros se concentraron desde las 09:00 en el Parque Calderón, pero 45 minutos después hicieron una fila en la acera y por algunos minutos se tomaron la acera. Todo acontecía en medio del Centro Histórico que se reactivó parcialmente. Algunos comercios de celulares y electrodomésticos atendían, a pesar que la ciudad se encuentra por decisión del Municipio local en semáforo rojo.

Policías, con mascarillas y escudos, junto a los trabajadores durante el plantón de este lunes. Foto: Johnny Guambaña

Semanas atrás en la Gobernación se colocó una bandera gigante con un mensaje en el medio: “De esta salimos Azuay”. Sin embargo, para Óscar Reinoso, representante del Frente Unitario de Trabajadores (FUT) y de la Confederación de Organizaciones Clasistas Unitarias de Trabajadores (Cedocut), considera que ese mensaje es contrario a las políticas implementadas desde el Gobierno Nacional porque de implementarse la Ley la clase obrera se irá a la quiebra.

Para su criterio, esta normativa aprobada en la Asamblea con 74 votos a favor no es humanitaria sino inhumana porque con los artículos donde se detalla la reducción de la jornada de trabajo, sueldo y aportación; el contrato especial emergente, el acuerdo para cambiar condiciones económicas del contrato de trabajo, entre otros, se “violenta los derechos a la estabilidad laboral, libre sindicalización, contratación colectiva, etcétera”.

En este contexto también declaró a los legisladores que dieron su voto favorable a este Ley, que sean declaradas personas no gratas. Por esto advirtió que estas manifestaciones seguirán hasta que el Gobierno retroceda. Pero la lucha también será en lo legal y en los próximos días interpondrán una demanda ante la Corte Constitucional.

Obreros se concentraron desde las 09:00 en el Parque Calderón. Foto: Johnny Guambaña

Carlos Camacho también llegó al plantón y aunque dijo no formar parte de ninguna organización sindical, apoya las manifestaciones porque considera que el presidente y sus ministros no han manejado adecuadamente la crisis, ni en lo sanitario ni en lo económico. Lo que más lamenta es el recorte a los presupuestos de las universidades públicas por disposición del Ministerio de Economía y Finanzas, pues cree que sin educación no hay progreso.

De repetirse los plantones volverá, pero cuidándose con una mascarilla y una botella de gel antiséptico en las manos para no contagiarse del COVID-19. (I)