Según la especialista, expertos señalan que faltan seis semanas para que la provincia llegue al pico más alto de contagios.

Punto Noticias. Inti Quevedo, médica salubrista, integrante del Observatorio del coronavirus, alertó que no es verdad que la pandemia esté controlada en la provincia de Pichincha, como en reiteradas oportunidades ha asegurado el ministro de Salud, Juan Carlos Zevallos.

Al contrario, para Inti, los casos de contagio están en ascenso, por lo que considera que la provincia vive uno de los momentos más duros. Señaló que desde el 1 de mayo hasta el 22 de junio, Pichincha registró un aumento sostenido de casos positivos, que en ningún momento se han estancado o disminuido.

A decir de Quevedo, tanto es así que la provincia ha pasado de concentrar el 7.5 % de los casos nacionales al 14.70 %, datos hasta el pasado lunes. Es decir, ha duplicado la concentración de casos, que habla de una transmisión sostenida.

Comentó que hay académicos que sostienen que faltan seis semanas más para que Pichincha alcance el punto más alto de la curva de contagios.

La especialista avisó que Quito atraviesa la tercera semana en que la red hospitalaria está saturada y no hay espacio para hospitalizar a pacientes que presentan forma grave de la enfermedad.

A criterio de la experta, una de las causas por las que Pichincha y la capital están en esta grave situación es el paso del rojo al amarillo en el semáforo epidemiológico, a pesar de que algunos profesionales de la salud y académicos alertaron, en mayo, que todavía la provincia se encontraba en la subida de la curva de contagios y que no era la mejor opción el cambio de color del semáforo.

La médica salubrista manifestó que también el número de fallecimientos aumentó. De reportar 91 fallecidos hasta el 4 de mayo, se pasó a 455 fallecidos hasta el lunes 22 de junio, con Covid, únicamente.

Cuestionó que la falsa sensación de seguridad, que los mensajes del Ejecutivo emiten, hace que la ciudadanía no se cuide, con el lavado de manos, uso de mascarillas, desinfección de sus prendas, ni tome precauciones, como disminuir la movilidad, las aglomeraciones, etc.

Deploró que, sumado a lo anterior, el Gobierno Nacional no tenga políticas públicas de protección para las personas que, debiendo quedarse en sus hogares, tienen que salir a trabajar, para alimentar a sus familias.

“Yo creo que no deberíamos llegar a este dilema de la salud o la reactivación productiva, porque deberían desplegarse todas las acciones necesarias para proteger la vida de las personas y proteger el aparato productivo. Hay formas inteligentes de hacerlo”, reflexionó.