Es preocupante y sospechoso lo que sucede con el proceso electoral, advierte el analista Jorge Oviedo
Se refiere a los obstáculos puestos por los organismos electorales para evitar que sea calificado el binomio de izquierda Arauz-Rabascall.
Punto Noticias. A criterio de Jorge Oviedo Rueda, analista político, que a estas alturas del proceso electoral no esté calificado en binomio Arauz-Rabascal, de UNES, que es el que más respaldo tiene en el país, no solamente es extraño, sino que pasa de ser sospechoso a preocupante.
Para Oviedo, da la impresión de que hay sectores de la sociedad que conciben la democracia como un pastel al que le falta la mitad; es decir, una democracia cortada en la que no están integrados todos los sectores que tienen que participar, expresar su opinión, y que, para desgracia de la mayoría, esa democracia quedaría en manos de unos pocos.
El analista considera que eso no es una democracia, sino la tiranía de las minorías que tratan de imponer su voluntad.
A su parecer, este momento, la democracia está siendo motivo de burla, porque nunca en la historia política del país ha sucedido una situación parecida, en los términos que estamos viviendo. Sí se han cometido desacatos históricos, pero, en las circunstancias actuales, la cosa va mucho más allá, señaló.
Oviedo sostiene que las elecciones del próximo año son particularmente importantes, porque se enfrentan dos bloques, perfectamente definidos: el uno que es el de las élites, representadas por Guillermo Lasso, alrededor del cual se ha conglomerado la derecha; el otro que pone al frente una opción electoral de izquierda, con posibilidades de ganar, que es Andrés Arauz.
En analista dice que Arauz representa a la izquierda posible, a la izquierda progresista que ha dado mucho que hablar en la región, que ha triunfado en Argentina, en México, en Brasil, cuando Lula llegó al poder; que ha triunfado en casi todo el continente.
“Se está dando la oportunidad de avanzar en ese proceso histórico que se llama progresismo y que, sin duda alguna, es una corriente histórica que tiende hacia la izquierda”, apuntó.
Advirtió que las élites ecuatorianas no están dispuestas a aceptar esta realidad, por lo que el Consejo Nacional Electoral (CNE) y el Tribunal Contencioso Electoral (TCE) están en una tremenda y muy grave disyuntiva: aceptan que la sociedad se someta a este reto o encubren las intenciones de las élites; es decir, le dan continuidad al proceso de derecha que inició con la traición de Moreno, el cual no están dispuestas a soltarlo.