En Canadá, Emma Quirk de nacionalidad australiana, salió a celebrar y a tratar de conocer a sus nuevos vecinos, después de mudarse a Saskatchewan. La fiesta se salió un poco de control y la recién llegada, Quirk, pronto se vio en apuros, al notar que no tenía dinero, ni teléfono, ni contactos y no tener tampoco idea de cómo volver a su casa (sin mencionar el estado de etílico que se cargaba). Saskatchewan es uno de los estados al sur de Canadá, que por su ubicación y altura puede llegar a tener veranos con temperaturas hasta de 32º C, pero también inviernos de -17º C. El incidente de Emma Quirk tuvo lugar una noche de diciembre, Emma salió a fumar un cigarro cerca de la medianoche y al no poder volver, fue víctima de las inclemencias del frío. Emma fue hallada casi a las seis de la mañana, echa bolita en la intemperie y con hipotermia. Fue trasladada al hospital donde determinaron que sus manos estaban a punto de congelarse.

En el hospital, los doctores que atendieron a Emma consiguieron salvarle las manos, pero había ya daño significativo. «Frostbite» es el término en inglés que se usa para denominar a las quemaduras por congelamiento y Emma tenía quemaduras en 7 dedos. (Puede que algunas imágenes sean demasiado gráficas, recomendamos discreción)

Esta foto fue tomada al llegar al hospital, mientras las enfermeras trataban de salvarle las manos.

Lo peor de todo es el proceso de recuperación, ya que como toda buena quemadura, tiende a generarse un absceso, éstas son las manos de Emma unas horas después de ingresar al hospital:

Y bueno, se pone aún peor. Ésta es Emma unos días después del incidente:

El doctor que atendió a Emma le pidió que no reventara los abscesos, sin importar que tan incómodo y doloroso fuera, por lo que éste fue el punto más grave de su inflamación. Llegado este punto, los abscesos fueron drenados quirúrgicamente.

La recuperación por este tipo de quemaduras es extremamente dolorosa. Hoy en día, las manos de Emma lucen así:

@elyex