Renault está inmersa en una completa renovación de su acercamiento a los vehículos familiares. En los últimos meses hemos asistido al desplazamiento del Renault Scenic al mercado del coche eléctrico y su salto al mundo SUV, abandonando definitivamente un segmento, el de los familiares puros, que ya está casi desierto. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

En también asistimos al reposicionamiento del Renault Espace como SUV. De nuevo, el monovolumen cambiaba de enfoque para adaptarse a las exigencias del mercado pero su concepto de familiar se mantiene intacto con un coche que admite hasta siete plazas.

Ahora, el Symbioz viene para ocupar un hueco en la parte media. Llega para pelearse en uno de los mercados más competidos, el del SUV compacto. Lo hace apostando, propio de Renault, por una habitabilidad excepcional y un nuevo lenguaje de diseño en el que ya han dado los primeros pasos con Rafale o, en menor medida, Scenic.

Ficha técnica del Renault Symbioz

Todo lo que ofrece

El Renault Symbioz tiene una clara apuesta por el diseño, con formas más arriesgadas de lo habitual en los últimos años en Renault. Es evidente la entrada de Luca de Meo como CEO hizo cambiar algo en el departamento de diseño, buscando ahora diseños más musculados y un nuevo lenguaje.

En este caso, ese nuevo lenguaje es el mismo que el utilizado por el Renault Captur en su rediseño. Las formas son ahora mucho más horizontales en el frontal y repiten imagen con el hermano pequeño. De hecho, el reciclaje es tal que también se extiende al interior. Como el Captur, también se fabricará en Valladolid.

Si por fuera tenemos el mismo frontal que en el Captur, por dentro tenemos el mismo salpicadero. Vuelve la disposición en L (aunque sin solución de continuidad) que ya se ha instaurado en los modelos franceses. El cuadro de mandos tiene un tamaño de 10,3 pulgadas y la central, en formato vertical, crece un poco más hasta situarse en las 10,4 pulgadas.

El sistema de infoentretenimiento se desenvuelve bien con Android Automotive, que sostiene el sistema multimedia openR Link ya conocido en otros modelos franceses. La gran ventaja es que utiliza los servicios de Google, por lo que tenemos Google Maps integrado, los sistemas de reconocimiento de voz de la misma compañía y otras aplicaciones dedicadas exclusivamente para el entretenimiento.

En lo que hemos podido tocar, el sistema de infoentretenimiento se mueve bien, es rápido y sencillo. Los menús están bien repartidos, con mucho sentido, y es fácil encontrar la función que esperamos en cada momento.

Por lo demás, todo lo que vemos en el Symbioz es lo que ya conocemos en el Captur. De hecho, desde la propia compañía nos señalan que ambos modelos se diseñaron desde cero al mismo tiempo para compartir elementos. Se trataba de llenar el hueco que existía entre el Captur, un vehículo muy pensado para ciudad y más asequible y un Austral, de precio ya elevado.

Sí diferencia al Symbioz un enfoque más polivalente y práctico para familias. Para aligerar los viajes, cuenta con techo panorámico con capacidad para opacarse, como ya vimos en el Renault Scenic. Vendrá bien para dar luz a un interior que, en sus plazas traseras, puede ser un pelín justo para los pasajeros de mayor altura. En mi caso, midiendo 1,68 metros, me siento cómodo pues, además, es fácil meter los pies bajo el asiento delantero.

Estos pasajeros también cuentan con dos tomas USB-C para las plazas traseras. Su banqueta es deslizable 16 centímetros y, con ellos, el tamaño del maletero pasa de 492 litros a 624 litros. Para alcanzar esta cifra hay que hacer uso de un doble fondo muy amplio.

Delante, también tenemos otras dos tomas USB-C y hasta tres huecos donde dejar el teléfono móvil y otros objetos. Además, suma mandos físicos bajo la pantalla central para facilitar los controles del climatizador, entre otras funciones.

También son físicos los botones para eliminar los avisos por exceso de velocidad que ya es obligatorio en todo coche nuevo que se venda en Europa. Con la misma decisión que en otros modelos del grupo, como hemos visto en el Dacia Duster, hay un botón que, con doble click, activa inmediatamente nuestra propia configuración de avisos y alertas.

Estos últimos entran dentro del paquete de ayudas a la conducción y seguridad, que suman hasta 29 asistentes, entre los que encontramos, evidentemente, los obligatorios por la Unión Europea. También añade función stop&go en el control de crucero adaptativo, reconocimiento de señales o consejos personalizados para mejorar nuestra conducción.

En cuanto a su motorización, Renault repite de salida con una configuración que está siendo muy utilizada dentro del grupo. Hablamos del denominado E-Tech full hybrid 145 CV. Este propulsor trabaja con un motor de gasolina 1,6 litros de cuatro cilindros y 94 CV y dos motores eléctricos. El principal tiene una potencia de 36 kW (48 CV). El auxiliar ofrece hasta 18 kW (24 CV).

Todo ello se combina con una caja de cambios multimodo sin embrague y una batería de 1,2 kWh. La transmisión tiene cuatro relaciones para el motor de combustión y dos marchas para el motor eléctrico principal. Todo ello le permite trabajar en hasta 14 combinaciones distintas con mayor o menor presencia del motor de combustión o los propulsores eléctricos.

Con este nuevo Symbioz, Renault puede ahora pelear en el segmento del SUV compacto, uno de los mercados más competidos con un coche que les ha permitido arriesgar muy poco y, al mismo tiempo, ofrecer un vehículo muy amplio y polivalente, con un gran maletero. Una solución muy interesante para ciudad (con un tamaño muy práctico y mecánica híbrida) y, al tiempo, un maletero realmente solvente para disfrutar en viajes largos