En el ámbito de la inversión, las entidades bancarias y plataformas especializadas ponen a nuestra disposición diferentes productos con características muy diferentes entre ellos. En función del riesgo al que queramos exponernos, podemos optar por uno o por otro, pero entre todos ellos existe un mismo denominador común: la necesidad de estar bien informados para conocer exactamente qué es lo que estamos contratando.

Uno de los productos en los que confían una mayor cantidad de inversores son los fondos indexados. Se trata de un mecanismo que intenta replicar un determinado índice y, en el largo plazo, ofrece interesantes rentabilidades. En este artículo te contamos todo lo que tienes que saber sobre ellos.

Qué es un fondo indexado

Dentro del concepto de inversión, encontramos dos tipos de gestión: pasiva y activa. Mientras que la inversión activa busca anticiparse a los movimientos del mercado y, de este modo, obtener una rentabilidad superior a la del índice en cuestión, la inversión pasiva es completamente diferente. Esta gestión no busca batir al índice de referencia, sino que lo que quiere es replicarlo.

El inversor realiza una inversión inicial, que puede ir aumentando de forma progresiva, en un conjunto de activos financieros. Para obtener la rentabilidad, se trabaja en el largo plazo. Es decir, no es un tipo de inversión que requiera que estemos constantemente analizando el mercado, sino que una vez hecha la inversión, deberemos esperar a que la cartera vaya replicando el índice que tenemos como objetivo.

La rentabilidad final que nos ofrezca nuestra inversión no dependerá de la decisión del gestor en cuestión, sino que responderá al comportamiento del mercado en el que opera. En el caso del IBEX 35, por ejemplo, estará determinado por los movimientos que lleven a cabo las empresas que pertenecen al mercado nacional.

Los fondos indexados son una opción interesante a tener en cuenta para todos aquellos ahorradores que no quieren estar pendientes de seguir las acciones diariamente, al tener la mirada puesta en el largo plazo. Además, se trata de un instrumento financiero que resulta mucho más sencillo de entender para aquellos que todavía no tienen una gran experiencia.

Las principales ventajas de los fondos indexados

Con respecto a los fondos cotizados, encontramos diferentes ventajas que es conveniente conocer para comprender su funcionamiento:

• Los fondos indexados suelen tener comisiones más competitivas que otros fondos, aunque siempre dependerá del bróker desde el que realicemos la compra. Por lo que te recomendamos que estudies bien la política de comisiones antes de decidirte por uno de forma definitiva.
• El seguimiento también es más sencillo, puesto que no presenta tanta volatilidad como el mercado cortoplacista.
• Los fondos indexados, como ya hemos anticipado, son más fáciles de entender. Por lo que si no tenemos una gran experiencia en este campo, te recomendamos que comiences por ellos para comprender bien el funcionamiento del mercado y los diferentes conceptos con los que se relacionan.
• Al ser un tipo de producto que está pensado para ofrecer rentabilidad en el largo plazo, No dependemos de las decisiones que realice el gestor en el que confiemos nuestro dinero, sino que dependeremos de cómo vaya evolucionando el mercado para obtener una cierta rentabilidad y, a largo plazo, esto se traduce en una mayor seguridad.

Cómo elegir un fondo indexado

Una vez hemos conocido qué es un fondo indexado y cuáles son las principales ventajas que nos ofrece, el siguiente punto es conocer cuál es la mejor forma que existe para escoger este tipo de fondos. De entre las diferentes características que debemos tener en cuenta, una de ellas es el tracking error. Mediante este concepto vamos a saber cómo de cerca o de lejos está el fondo en cuestión con respecto al índice de referencia. Es decir, sirve para medir la desviación de los resultados.

Cuanto mayor sea el tracking error, más alejado estará de su objetivo. Y, por lo tanto, menor rentabilidad nos va a ofrecer. Dada su importancia, es fundamental conocer bien este dato antes de elegir un fondo.

Otro elemento que debemos estudiar son las comisiones. Te recomendamos que estudies diferentes brókers o plataformas especializadas y compares las distintas comisiones que ofrecen, puesto que de ellas va a depender en gran medida la rentabilidad que te ofrece el fondo en cuestión y su importancia es clave.

El tamaño del fondo también puede influir a la hora de tomar una decisión final. Un fondo que gestione varios millones siempre va a tener una mayor disponibilidad del dinero en cuestión que uno pequeño, por lo que la respuesta al realizar la retirada será mucho más rápida. Al mismo tiempo, también deberemos estudiar la gestora que se encarga del fondo, siendo necesario confiar únicamente en aquellas que tienen una gran trayectoria tras de sí.

Por último, recuerda informarte sobre el tipo de réplica del índice que realiza. Los fondos de réplica fiel tienen una composición del fondo, dando un peso diferente a las empresas del fondo en función de su posición real en el mercado. Por ejemplo, Apple siempre tendrá un mayor peso en el S&P 500 que cualquier otra compañía de menor tamaño. Sin embargo, también puede ocurrir que nos encontremos con un tipo de fondo equiponderado. Estos se caracterizan por invertir la misma cantidad de dinero en todas las empresas, con independencia del peso real de las empresas sobre el índice. Te recomendamos que te decantes por la primera opción.

Los fondos indexados se han convertido en uno de los productos financieros más interesantes del mercado, más aún a medida que las cuentas remuneradas han ido perdiendo interés debido al recorte de tipos del BCE. Estudiar al detalle el fondo en cuestión es fundamental para evitar problemas en el medio plazo y conseguir la mejor rentabilidad posible para el dinero que queramos invertir.