Qué son los coches de kilómetro 0 y en qué casos pueden ser una buena opción
Coche de kilómetro 0. Cuando buscamos un vehículo nuevo, tenemos dos opciones encima de la mesa: optar por uno completamente nuevo o un usado. Las diferencias son evidentes. En el primer caso, el coche no se ha fabricado, o no se ha llegado a matricular por primera vez, cuando el cliente lo encarga y por tanto se convierte en el primer dueño. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
En el segundo caso, el del usado, el coche ya ha sido matriculado y, por tanto, ya ha tenido un primer propietario que ha podido ser un conductor particular o una empresa. Y, si en el coche nuevo hay pocas dudas, en el vehículo usado sí puede surgir alguna más.
Un automóvil usado se puede comprar con muchos kilómetros o años encima y habiendo pertenecido a uno o varios dueños. En ese caso, lo mejor es aplicar los consejos que ya explicamos sobre qué tener en cuenta a la hora de comprar un coche de segunda mano.
Pero, como conductores particulares, también podemos «estrenar» un coche que ya ha sido matriculado. ¿Cómo es esto? Con un coche de kilómetro 0. Aquí vamos a explicar todo lo que hay que tener en cuenta.
Todo lo que hay que saber sobre un coche de kilómetro 0
Los coches de kilómetro 0 son automóviles que ya han sido matriculados pero que están prácticamente como nuevos. Algunos, de hecho, no llegan ni a la decena de kilómetros recorridos.
Como cualquier otro proceso de compra, esto tiene ventajas e inconvenientes pero puede resultar muy útil si el comprador se ajusta a las limitaciones propias del vehículo de kilómetro 0.
Qué es un coche de kilómetro 0
Antes de nada, vamos a explicar qué es un coche de kilómetro 0. Este tipo de vehículos son automóviles que compran los concesionarios. Para este negocio, es habitual que los concesionarios lleguen a acuerdos con la marca para comprar un número variable de coches que, posteriormente, ellos venden a sus clientes.
De esta manera, los coches sirven como reclamo. El concesionario tendrá más posibilidades de vender un coche y el fabricante se garantiza vender un número seguro de automóviles (aunque lo haga a un precio más bajo) y gana exposición de su producto.
El cliente, en este caso, cuenta con la ventaja de que compra un vehículo rebajado pero con la garantía de que va a «estrenar» el producto.
Qué define a un coche de kilómetro 0
Como decimos, para que un coche sea considerado de kilómetro 0 tiene que pertenecer a un concesionario. El concesionario lo utilizará de muestra, por lo que los kilómetros recorridos debería ser bajísima y sólo corresponderse con el transporte del coche.
El número de kilómetros recorrido, por tanto, debería ser el mismo que marcaría un coche nuevo encargado por el cliente y que ha sido entregado en el mismo concesionario. Al fin y al cabo es un tipo de coche que se ha entregado como nuevo al punto de venta.
Es decir, con la compra de un coche de kilómetro 0 nos estaremos asegurando que estamos «estrenando» el coche. No seremos los primeros propietarios del mismo legalmente pero, en la práctica, no puede haber tenido otro propietario particular antes que nosotros.
Ventajas y desventajas de un coche de kilómetro 0
Pero, ¿por qué elegir un coche de kilómetro 0 y no optar por uno nuevo? Dependiendo del prisma desde el que se mire, los mismos rasgos distintivos de un coche de kilómetro 0 pueden ser una ventaja o una desventaja para el cliente.
Para vender el producto con mayor facilidad, el concesionario suele hacer una pequeña rebaja al precio del vehículo respecto a encargar uno nuevo a fábrica. Así el punto de venta se garantiza sacar el producto con mayor facilidad y el cliente compensa la falta de personalización.
Según RACE, el ahorro puede llegar a ser de entre un 15% y un 20%, aunque no hay un descuento estándar u obligatorio por ley. Para conseguir el mayor descuento posible, se suele recomendar acudir al concesionario en julio y enero, meses en los que aumentan las matriculaciones de los concesionarios para cumplir con los cupos exigidos por los fabricantes.
Evidentemente, un coche de kilómetro 0 ya está configurado. Es decir, el cliente tiene que acomodarse al equipamiento elegido por el concesionario, no puede añadir extras de equipamiento o el color que prefiera. Esto puede ser una desventaja que, como decimos, puede ser compensarse con el menor precio de venta.
La ventaja de que el coche ya esté fabricado y puesto en el punto de venta es que la entrega es casi inmediata. Sólo se necesitan unos pocos días para hacer el papeleo correspondiente a la compra y cambiar la titularidad del vehículo. De esta manera, el cliente no espera durante semanas o meses a que le entreguen el coche.
Aspectos a tener muy en cuenta
Además de lo anterior, que pueden o no compensar a cada comprador y que, como vemos, pueden resultar las dos caras de una misma moneda, hay algunos aspectos que, sí o sí, son exactamente iguales para todos los compradores:
- Al comprar un coche de kilómetro 0 el cliente se ahorra los gastos del impuesto de matriculación y del transporte hasta el punto de venta.
- La garantía mínima de un coche nuevo es de tres años pero, como el kilómetro 0 cuenta como un vehículo usado, en este caso la garantía es de dos años.
- Los plazos de la ITV se corresponde con la fecha de matriculación. Si el coche lleva un año en el concesionario, la primera ITV tocará pasarla a los tres años, en lugar de los cuatro años de un coche nuevo.
Qué diferencias hay entre un coche de kilómetro 0 y un seminuevo
Como decíamos, un coche de kilómetro 0 es un vehículo que ha sido matriculado por el concesionario y que no hay sido utilizado. Es decir, el cliente «estrenará» el coche que habitualmente se utiliza en la exposición y como reclamo para atraer clientes, aunque esto no es imprescindible.
Según su definición, un vehículo seminuevo o de ocasión, es aquel que, por norma general, sólo ha tenido un dueño, aunque señalan que ha podido pertenecer a una empresa de leasing y, por tanto, haber sido conducido por más de un cliente de dicha empresa.
En cuanto al tiempo en propiedad, no hay nada definitorio legalmente, como decíamos, por lo que un coche seminuevo no ha pasado más de uno o dos años en propiedad del primer cliente y, sobre todo, no ha recorrido más de 15.000 kilómetros, una cifra ligeramente superior a la que hace el conductor español anualmente.