Qué son las células “zombies” y por qué su eliminación podría tener beneficios
Dentro del cuerpo humano, se esconden células denominadas “zombies”, que aunque no están completamente muertas, tampoco funcionan como células vivas y pueden causar daño en los tejidos. Estas células senescentes, apodadas “zombis” por su estado intermedio, podrían ser responsables del deterioro de órganos como los pulmones, huesos e incluso el cerebro a medida que una persona envejece. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
Un estudio reciente publicado en la revista Nature Medicine propone que la eliminación de estas células podría tener beneficios significativos, como la generación de hueso nuevo en mujeres mayores y ayudar así a prevenir problemas comunes postmenopáusicos como la pérdida ósea.
El enigma de las células zombies
Las células zombies son aquellas que, aunque están en proceso de morir, aún no lo han hecho completamente. Estas células tienden a acumularse con la edad, desencadenando inflamación y dañando a las células sanas circundantes.
Investigadores de la Mayo Clinic de Estados Unidos demostraron que las células senescentes no solo son un subproducto del envejecimiento, sino que podrían ser activas impulsoras del proceso de envejecimiento. Paul Robbins, director del Instituto de Biología del Envejecimiento y Metabolismo de la Universidad de Minnesota, resaltó la importancia de estas células en el deterioro relacionado con la edad.
Resultados del estudio
Basándose en investigaciones anteriores con ratones y muestras de laboratorio, científicos plantearon hipótesis sobre la influencia de las células senescentes en la osteoporosis, una enfermedad que afecta aproximadamente al 13% de los estadounidenses mayores de 50 años, y casi al 20% de las mujeres según datos de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades.
El equipo de Mayo Clinic exploró un tratamiento novedoso dirigido a eliminar estas células “zombie” a través de una combinación de dasatinib, un fármaco contra el cáncer, y quercetina, un compuesto presente en algunos alimentos y disponible como suplemento. La mitad de un grupo de 60 mujeres posmenopáusicas sanas recibió este tratamiento conocido como D+Q, mientras que la otra mitad sirvió como grupo de control. Los resultados mostraron que las mujeres que recibieron el tratamiento generaron un 16% más de hueso nuevo en comparación con el grupo de control. No obstante, el estudio presentó ciertos matices.
El beneficio del tratamiento con D+Q se observó solo durante las primeras semanas y no pareció frenar la pérdida ósea a largo plazo, sino que simplemente mejoró la tasa de formación de hueso nuevo. Además, el tratamiento fue más efectivo en mujeres con un alto volumen de células senescentes. Sundeep Khosla, investigador de pérdida ósea en Mayo Clinic, señala que el tratamiento podría ser más beneficioso a partir de los 70 años, ya que la densidad de células zombi tiende a aumentar significativamente a partir de esa edad.
Implicaciones para el antienvejecimiento y la longevidad
Tanto Khosla como Robbins ven este estudio como un primer paso prometedor hacia tratamientos antienvejecimiento. Aunque la ciencia de la longevidad todavía está en una fase temprana, estos descubrimientos abren la puerta a nuevas formas de abordarla. Los científicos identificaron diversos biomarcadores de la edad biológica, pero el reto actual es encontrar objetivos concretos para desarrollar tratamientos farmacológicos eficaces.
La quercetina
Frente a los posibles beneficios de la quercetina, un flavonoide que se encuentra en alimentos como cítricos, arándanos, manzanas y cebollas, algunos expertos recomiendan cautela. Robbins advierte que las dosis comunes de quercetina disponibles en suplementos pueden no ser suficientes para matar células senescentes. Además, señala que la pureza y eficacia de los suplementos no siempre están garantizadas, y que incluso en su forma más pura, la quercetina por sí sola puede no ser un poderoso senolítico.
Aunque el tratamiento con D+Q muestra potencial, todavía se necesitan más investigaciones para determinar la mejor manera de utilizarlo. La personalización del tratamiento en función del volumen de células senescentes y la dosis adecuada podría mejorar su eficacia. Asimismo, la exploración de otros fármacos senolíticos puede abrir nuevas posibilidades en la lucha contra el envejecimiento.