¿Qué podemos esperar de los móviles en dos mil veintidós?
Entramos en febrero, un mes bastante prolífico en lo que a lanzamientos de smartphones se refiere. Tenemos fechado un evento de Samsung para el 9 de febrero y, cómo no, el Mobile World Congress 2022, que tendrá lugar a finales de mes en Barcelona. La primera tanda de lanzamientos está a la vuelta de la esquina y toca preguntarse lo siguiente: en un mercado tan maduro como el actual, ¿qué podemos esperar de los móviles de 2022?
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Para arrojar algo de luz sobre este asunto, vamos a basarnos en las tendencias que se empezaron a dibujar a finales del año pasado y que, de alguna forma, nos adelantan lo que los fabricantes tienen (o pueden tener) en el horno. Sin más dilación, comenzamos.
Más pantallas OLED
Los paneles OLED, salvo algunas excepciones, han quedado reservados para la gama alta, premium y ciertos equipos de gama media-alta, pero la realidad es que los paneles IPS siguen teniendo una presencia importante en los dispositivos más económicos. 2022, sin embargo, podría ser un buen año para que los paneles OLED comenzasen a ganar protagonismo en los segmentos más populares.
Lo hemos visto en marcas como Xiaomi, que en sus últimos Redmi Note 11 ya se ha desecho de los paneles IPS para apostarlo todo al OLED. Son terminales económicos y ya incorporan esta tecnología, así que seguramente sea cuestión de tiempo que otros fabricantes de móviles de gama media como Motorola, Realme o Nokia acaben dando el salto.
Más hercios (adaptativos)
Durante los dos últimos años hemos asistido a una nueva guerra, la de los hercios. Si en 2020 los 90Hz eran una cosa de terminales de gama alta, en 2021 vimos los 120 Hz en dispositivos de gama media e incluso ha habido marcas que, directamente, han implementado 144 Hz, cual monitor gaming.
Por un lado, cabe esperar que 2022 sea el año de los hercios y que los 90 Hz pasen a ser lo normal, quedando los 60 Hz para dispositivos de gama de entrada. Esto, seguramente, no sorprenda a nadie. El problema es que, aunque los hercios suelen ser adaptativos (en rangos de 30, 60 y 120 Hz, por ejemplo), el sistema no suele estar optimizado.
El panel ProMotion de los iPhone 13 Pro tiene 12 puntos de refresco (de 10 Hz a 120 Hz), lo que permite una mejor adaptación de la tasa de refresco al contenido, mientras que el Galaxy S21 Ultra tiene cinco (10, 48, 60 y 120 Hz). En nuestras pruebas, descubrimos que en Android no tiene un sistema de tasa de refresco propio que controle el sistema, sino que depende de los desarrolladores. Si una aplicación no tiene programado el frame rate, se escoge el frame rate que tenga programado el sistema, por lo que siempre se oscila entre 60 y 120 Hz.
Los fabricantes, sin embargo, ya se han puesto las pilas en este aspecto. Google con sus Pixel 6 Pro y OPPO con su Find X3 Pro son dos ejemplos, puesto que ambos fabricantes han adaptado su capa de personalización con múltiple valores de refresco para que se adapte mejor al contenido que se reproduce. Así pues, no es solo una cuestión de meter más hercios, sino que de configurar bien el sistema para que se optimicen.
Más potencia (si cabe)
Como cada año, cabe esperar que las fabricantes de chipset vuelvan a elevar el listón e introduzcan todavía más potencia en los dispositivos. Qualcomm ya ha hecho su movimiento con el Snapdragon 8 Gen 1, mientras que Samsung ya ha puesto sobre la mesa ese Exynos 2200 con GPU de AMD. Y eso, seguramente, sea solo el principio.
En los últimos años hemos visto procesadores de gama alta incorporados en terminales de gama media, como los Snapdragon 870. La familia Snapdragon 7 y 6 también ha mejorado bastante y MediaTek no se ha quedado corta con sus Dimensity. ¿Qué nos depara este año? Probablemente, una mayor penetración de los cuatro nanómetros en la gama más alta.
No todo es procesador, claramente. Las memorias, o mejor dicho, su tecnología, sigue siendo variada. La gama alta, normalmente, monta memorias UFS 3.1, mientras que la gama media suele incorporar memorias UFS 2.2 (que son una mejora leve con respecto a las UFS 2.1). Quizá, en 2022, empecemos a ver más móviles de gama media con memorias UFS 3.1, que son significativamente más rápidas.
Cargas todavía más rápidas
En el último año hemos visto cómo en la gama alta se ha instaurado la rápida de <60W e incluso hemos visto avances en la carga rápida de 125W. OPPO fue de las primeras marcas en anunciar este avance y Realme también tiene su propuesta, UltraDART. Xiaomi, por su parte, ya ha dejado ver los 200W en un prototipo.
Sin embargo, estas asombrosas cargas rápidas todavía no son cosa del día a día. Lo más normal es que tengamos cargas de 30, 50 y 65W, que no están nada mal, pero cabe esperar que este año demos el salto a cifras más altas. Es cierto que también sería deseable tener baterías de más capacidad, pero la realidad es que el espacio es limitado y siempre se tiende a reducir el grosor, por lo que a falta de baterías más grandes, siempre es bienvenida una carga más rápida.
De la misma forma, es esperable un aumento en la potencia de la carga rápida inalámbrica. En ese sentido, hemos visto avances como los 80W alcanzados por Xiaomi o los 50W que Realme puso sobre la mesa con MagDart. Y si, de paso, este sistema se acompaña de una mejor eficiencia energética, mejor que mejor.
Cámaras bajo la pantalla
Las cámaras bajo la pantalla ya están en el mercado, aunque de forma muy minoritaria. Solo un par de móviles incorporan esta tecnología de forma comercial y los resultados, aunque buenos, no tienen nada que ver con los que se consiguen gracias a las soluciones actuales (a.k.a. cámaras integradas en perforaciones en los paneles).
El motivo es que se sacrifica la densidad de píxeles en el área en que se encuentra la pantalla, lo que hace que, entre otras cosas, pueda verse un área más grisácea en la pantalla y que la foto no tenga la misma nitidez. Xiaomi asegura haber dado con una solución que deberíamos haber visto el año pasado, al igual que OPPO, que también ha trabajado en esta tecnología.
En cualquier caso, todo apunta a que este es el siguiente salto en cámaras frontales: pasar a estar bajo la pantalla. ¿Será algo fácil de implementar (bien)? Seguramente no y seguramente lleve tiempo, pero quizá este año tengamos novedades al respecto. Si se consiguió hacer con los sensores de huellas bajo la pantalla, cabe esperar que suceda lo mismo con la cámara.
Más plegables
Cuando parecía que Samsung era la única empresa que seguía apostando por los plegables, llegó Huawei con el P50 Pocket , Xiaomi con el Mi MIX Fold y OPPO con el Find N y dejaron claro que también quieren un pedazo del pastel de los plegables. Así pues, tenemos ya a Samsung, Huawei, Motorola y OPPO con sus respectivos plegables sobre la mesa.
Visto lo visto, y teniendo en cuenta que las firmas han apostado por esta tecnología, es esperable que este año sigamos viendo terminales plegables, tanto de las marcas mencionadas anteriormente como de otras que no, véase Realme y Google (de cuyos plegables se ha hablado en alguna ocasión).
¿Asuntos pendientes? Reducir la visibilidad del pliegue (algo que OPPO parece haber conseguido) y optimizar el uso de la pantalla plegable con más funciones que permitan exprimir todo su potencial.