POR: UNIDAD DE INVESTIGACIÓN PICHINCHA COMUNICACIONES

El equipo de investigación intentó contactarse con Karla Morales, en reiteradas ocasiones, antes de la publicación de la nota, con el fin de obtener su reacción, pero no tuvo respuesta.

La puesta en escena de un aparato mediático y económico a favor de recaudar fondos y explotar la imagen de una mujer arrancó con fines absolutamente políticos, a pesar del llamado a no politizar las tragedias. La figura insigne de ese aparato es Karla Morales:

Hija del conocido comentarista deportivo Carlos Víctor Morales y directora ejecutiva de la fundación KAHRE en Ecuador. En una entrevista para un medio local Karla Morales dijo que:

“La oportunidad de crecer en el área del voluntariado surgió cuando uno de sus contactos con una ONG la recomendó para un puesto”[1]

Después de ganar experiencia en varias áreas de esta ONG ella decidió abrir su fundación en julio del 2014. Morales señaló:

“Para no perder su estabilidad económica, creó una tienda de muebles con la cual se propuso vender productos de buena calidad y asequibles”[2]

En la misma entrevista, Karla menciona que, a partir del terremoto de abril del 2016, su fundación Kahre tomó muchísima más fuerza.

“Desde que sentimos el sismo, mi esposo Ezequiel, que es bombero profesional, decidió trasladarse a Manabí para analizar la situación. Tomé la iniciativa de recolectar donaciones en mi casa con la intención de llevarlas en mi carro al siguiente día”.[3]

Morales cursó sus estudios en derecho en la Universidad Católica Santiago de Guayaquil. En ciertos medios de comunicación, nacionales e internacionales, Morales dice ser abogada desde el 2016.

Sin embargo, la Facultad de Derecho registra su tesis de grado recién en agosto del 2019.

Ahora bien, Ecuador es uno de los países más golpeados por la pandemia del coronavirus. Una de las ciudades más afectadas es la ciudad de Guayaquil donde los sistemas de salud y servicios funerarios colapsaron. Imágenes dolorosas de las víctimas mortales del Covid-19 circulan en redes sociales y en medios de comunicación internacionales denunciando la inoperancia de las autoridades gubernamentales para controlar la emergencia sanitaria.

Al observar imágenes de cuerpos amontonados en contenedores, bodegas, casas, calles y veredas esperando que alguien los recoja para enterrarlos o quemarlos, algunos medios de comunicación internacionales titularon: diario El País, de España, “Guayaquil es la Wuhan de Ecuador”; el diario El Tiempo, de Colombia, “Guayaquil no tiene cómo enterrar sus muertos en medio del coronavirus”; la cadena televisiva alemana, Deutsche Welle, resaltó que en Guayaquil existe “un colapso en el sistema funerario”.

Este tratamiento mediático internacional y las denuncias constantes en redes sociales sobre lo que pasa en Guayaquil obligaron a las autoridades a reconocer que se han cometido errores y que ha faltado transparencia en la información. En cadena nacional, el 2 de abril del 2020, el presidente Lenín Moreno, reconoció que el registro de muertos por coronavirus “se queda corto”, por lo que pidió transparentar las cifras.

Así pues, tras esta falta de liderazgo estatal, surge el comité privado de emergencia, que como en el terremoto de abril del 2016, pretende tener una visión “humanitaria” para “resolver los problemas” que aquejan a la ciudad de Guayaquil. Este grupo está conformado por inversionistas, líderes corporativos y políticos, que “con su mano derecha, están buscando respuestas a problemas que con su mano izquierda han creado la misma gente presente en la sala»[4]

Este grupo ya veía venir las medidas económicas que anunciaría Moreno. Por ello, se anticiparon a posicionar la imagen de “valientes héroes y salvadores” del país para que manejen los recursos del Fondo Nacional de Emergencia promovida por el gobierno nacional, con la excusa de que ellos son quienes tienen la experiencia en el “buen y transparente” manejo de donaciones.

El 10 de abril del 2020, el presidente Moreno anunció en cadena nacional las medidas económicas para reactivar la economía del país. Una de ellas: “crear una cuenta nacional de asistencia humanitaria. Esta cuenta tendrá dos fuentes, la primera vendrá de las contribuciones de las empresas”:

“Se buscará que el pequeño productor no quiebre. Las empresas grandes, que ganaron más de $ 1 millón, aportarán con el 5 % de esa utilidad en tres pagos mensuales”

Y la segunda, proviene de ciudadanos quienes aportaran con un porcentaje de su salario:

“Durante nueve meses, las personas que tengan un salario harán una contribución progresiva sobre la base de ingresos. No pagarán el aporte quienes ganen menos de $ 500. “Los que menos ganan, menos pagan, los que más ganan, más pagan”, anunció el presidente.

Tras este anunció, presidente del Ecuador informó que esta cuenta no será administrada por el Gobierno, sino por representantes de la sociedad civil[5], para asegurar la atención de salud, de alimentos y de empleo” [6].

En efecto, esta medida develó dos cuestiones importantes: ¿para qué necesitamos del Estado si no se siente en la capacidad de administrar un fondo de donaciones? y ¿cuál es el principal interés de estos empresarios para manejar el fondo de emergencia?

El análisis que hace el Observatorio de la Dolarización deja entrever este interés y alerta que las donaciones que se realicen entre el 17 de marzo y 10 de abril de 2020 serán deducibles de impuestos[7].

En la actualidad, el gran negocio es controlar las donaciones. Con argumentos como “ayudar a los más pobres y salvar sus vidas” las grandes élites económicas institucionalizan la caridad, legitiman su poder y crean el estereotipo de que ellos son líderes que deberían gobernar el país porque son caritativos, gentiles y buenos con los pobres. Por tanto,

<<dedicarse a la caridad empieza a verse como algo «heroico», por lo que una persona rica justifica su exagerada fortuna «rociando» bienes sobre otras personas, lo que le ayuda a «sentirse mejor»>> Buffet [8]

En Ecuador, el sector “benéfico” y “caritativo” es una industria próspera que extiende cada vez más la brecha entre ricos y pobres. En esta emergencia sanitaria “la industria benéfica”, con su caridad, pretende hacer del país un lugar de compasiones, tal cual lo han hecho la Junta de Beneficencia, la Teletón del exalcalde Jaime Nebot, entre otras, en la ciudad de Guayaquil. Una ciudad desigual donde ya es normal que las almas caritativas recauden donaciones para resolver las necesidades fundamentales de los más pobres.

Las cifras del último censo revelan que la provincia del Guayas tiene la mayor cantidad de asentamientos ilegales (312 en 2,098 hectáreas). El 26% de los guayasenses no tienen acceso a agua potable y 53% no contaban con red de alcantarillado público. Más de 60% de la población no está afiliada a la seguridad social y el 20% son limpiadores, asistentes domésticos, vendedores ambulantes o peones.

Por tanto, no resulta paradójico que, en esta crisis sanitaria, ciertos políticos y empresarios aliados con periodistas y medios de comunicación intenten posicionar la imagen “caritativa”, por ejemplo, de Karla Morales y su fundación para que lidere y elija a los integrantes que se encargaran del manejo de este fondo nacional de emergencia.

Llama la atención, por ejemplo, que, en su cuenta de Twitter, el periodista Reinaldo Romero sugiere, abierta y públicamente, pida al presidente Moreno la nominación de Morales para que presida y elija a los integrantes para el manejo del fondo nacional de emergencia.

O que el periodista Ricardo Royel proponga a la fundación Kahre para que controle el fondo de emergencia nacional[9] aludiendo que ella maneja con honestidad los recursos.

Asimismo, políticos como Pocho Harb sugieren que se incluya a Karla Morales en el Comité de la Sociedad Civil porque, según él, ella es una persona entregada a las causas sociales.

Pero ¿quién es Karla Morales y por qué algunos grupos insisten en posicionar su liderazgo frente a esta emergencia sanitaria?

Ella es la directora ejecutiva de la fundación que lleva su mismo nombre. En el terremoto de Manabí en el 2016, los medios de comunicación nacionales e internacionales la posicionaron como el “rostro del voluntariado en Ecuador” [10]como la salvadora del país, sin tomar en cuenta lo que había detrás, sin consultar denuncias y quejas de su labor.

El diario El Mundo, por ejemplo, el 11 mayo del 2016 informaba que el liderazgo de ella era tan elevado que los municipios de las principales ciudades (Guayaquil de Jaime Nebot y Quito de Mauricio Rodas) del país la eligieron para que se ponga frente a la emergencia.

“Es tal su nivel de liderazgo, que los municipios de Quito y Guayaquil la han buscado para coordinar asistencia sanitaria y la entrega de ayudas”

Del mismo modo, este medio español informó que:

En términos económicos, la gestión que movilizó la guayaquileña, solo durante la primera semana que sucedió al terremoto, se avaluó en 3 millones de dólares.[11]

El portal Mil Hojas publicó una nota titulada “Karla Morales, líder de la sociedad civil tras el terremoto”. Ahí menciona que ella solicita que no se le cobre los impuestos que como persona natural tiene la obligación de pagarlas por las aportaciones que recibe desde el exterior.

“Les dije que mucha gente ya había empezado a enviarlos a mi nombre. Que yo no tenía problema que se coordinara en recibirlos con las autoridades para distribuirlos, pero que no me cobren impuestos. Me dijeron que no. Ahora tengo autoridades de otras instituciones, que me dicen que no me preocupe, que eso no va a pasar. En caso de que así sea estamos dispuestos a hacer vaca, como decimos, para cubrir los gastos de los impuestos…”[12]

Está propuesta de “yo te ayudo, pero no pago impuestos” ya fue planteada en el 2016 por la misma Karla Morales, quien ahora lidera la recolección y distribución de donaciones en esta emergencia sanitaria, y a quien varios actores políticos empresariales intentan posicionarla mediáticamente como la directora del manejo del fondo de emergencia nacional.

Ahora, estos mismos actores pretenden limpiar la imagen de esta “salvadora guayaquileña” a través de redes sociales diciendo que el sistema de justicia ecuatoriano ha sido atacado por hackers malintencionados que cargaron procesos judiciales en su contra. Sin embargo, pese a que su equipo de trolls pretenda ocultar esto, en la Función Judicial ella registra dos procesos: uno por peculado donde fue sobreseída en 2017, y otro en 2018 y que en la actualidad está paralizado por investigación previa.

Por ello, para emergencia sanitaria Karla Morales dice está concentrada en la ayuda humanitaria y que no aceptará manejar ningún fondo público cuando en el país no existe ley de gestión de riesgos.

Empero, en esta emergencia sanitaria, la fundación KAHRE en conjunto con varias empresas privadas recaudaron un fondo “de $415.000 que serviría para la compra de alimentos, insumos médicos y material de protección para combatir el Coronavirus”[13]. Para transparentar las donaciones y fondos recaudados Morales dijo que realizará una auditoría con la empresa TAXCORP S.A.

¿Qué tipo de transparencia va a reflejar esta auditoría cuando se revela que el periodista Carlos Víctor Morales, padre de Karla hace spots publicitarios para TAXCORP S.A.?

¿Cómo se reflejará la transparencia del manejo de fondos recaudados cuando en la empresa auditora trabaja el mejor amigo de Karla Morales, Rubén Martínez, con quien hasta ha viajado al extranjero?

No obstante, algo que ha comprometido aún más su imagen y su credibilidad de que no recibe fondos públicos, es su empeño por ayudar a limpiar la imagen del gobierno. En un tuit, Morales dice: “Nuestro VP está poniendo el pecho como todos nuestros médicos y trabajadores. Antes que autoridad es un ser humano, corriendo los mismos riegos que todos. Ayudémoslo, contribuyamos y aportemos con soluciones. Nadie puede solo.”

De la misma forma, luego de las disculpas públicas que ofreció el vicepresidente, Otto Sonnenholzner, por la presión de medios internacionales y del presidente de El Salvador, Nayib Bukele, quien puso como ejemplo a Ecuador de lo que no quiere que pase en su país respecto del manejo de cifras y los sistemas de salud, el equipo de comunicación de Morales publicó en sus redes sociales, “nuestro duelo no debe ser una oportunidad paras aleccionar a los ciudadanos”.

Por otro lado, Karla Morales y su grupo se felicitan mutuamente y se agradecen por el maravilloso trabajo mientras los ciudadanos suplican por ayuda para enterrar a sus muertos. Ellos se inscriben en un grupo y en una mentalidad que ha actuado y ha hecho lo que hoy es Guayaquil. Una ciudad que elige a quién le prometa darle “ayuda humanitaria” para sobrevivir mejor, porque los recursos estatales están destinados para las grandes obras en barrios residenciales.

Finalmente, quedan varias dudas y sospechas: ¿este grupo se beneficiará de esta crisis sanitaria porque para ellos la figura de donación es solo un pago anticipado de impuestos que realizarán más adelante y lo mejor es que será administrado por ellos mismos?

CITAS:

[1] https://www.extra.ec/buena-vida/karla-morales-no-le-tengo-miedo-al-reto-HEexa153422

[2] ibídem

[3] Ibídem

[4] Dijo Buffet, un empresario estadounidense considerado uno de los mayores inversionistas del mundo en una entrevista para RT https://actualidad.rt.com/rtpedia/181926-warren-buffett

[5]https://twitter.com/ComunicacionEc/status/1248811354204626944

[6]https://twitter.com/ComunicacionEc/status/1248822921096835072

[7]https://twitter.com/dolarizacionEc/status/1248795019495923713?ref_src=twsrc%5Etfw%7Ctwcamp%5Etweetembed%7Ctwterm%5E1248795019495923713&ref_url=http%3A%2F%2Fwww.pichinchacomunicaciones.com.ec%2Fdonaciones-millonarias-de-bancos-ecuatorianos-para-la-emergencia-seran-deducibles-de-los-impuestos-a-la-ciudadania%2F

[8]https://actualidad.rt.com/sociedad/view/101367-peter-buffett-caridad-pobreza-fracaso

[9]https://twitter.com/wiloflo/status/1248789855645073410

[10]https://www.elmundo.es/internacional/2016/05/11/57336b64e2704ee3568b45b0.html

[11]ídem

[12] https://milhojas.is/612387-karla-morales-lider-de-la-sociedad-civil-tras-el-terremoto.html

[13] https://ecuador.goltv.tv/es/noticiasroot-lat/69439-liga-pro-live-recaudo-cerca-de-415-000-en-un-concierto-benefico