Por qué nunca debes dejar una botella de agua dentro del coche si hace calor
Durante el verano, una gran cantidad de personas se pone frente al volante para emprender viajes, ya sean de fin de semana o rutas de varios días, para escapar de las ciudades y el calor y dirigirse a destinos costeros más refrescantes. El tráfico aumenta notablemente en las diferentes vías, por eso, es importante tomar precauciones extras a la hora de lanzarse a la carretera. A los peligros habituales de la conducción, se les suma un factor adicional: el calor. Y es que debido a las altas temperaturas que se alcanzan en esta época y a la larga exposición al sol durante las horas de carretera, es imprescindible tomar precauciones para evitar la fatiga y la deshidratación del conductor. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
Frente a esta situación, suele ser común llevar una botella de agua en el coche para mantenerse hidratado y fresco, sobre todo, en los trayectos más largos. Este hábito, aunque recomendable, también comporta una serie de peligros que van más allá de lo desagradable que puede llegar a ser beber agua caliente.
Las botellas de plástico, pese a ser aparentemente inofensivas, pueden comportar riesgos, tanto para la salud como para la seguridad, vinculados a las altas temperaturas que pueden alcanzar los turismos. El interior de los coches puede alcanzar fácilmente los 50 grados en su interior cuando están estacionados al sol. Aquí aparece el primer problema: al dejar una botella de plástico expuesta al calor durante largos periodos de tiempo, existe la posibilidad de que las bacterias presentes en el agua se multipliquen, pudiendo producir dolores de estómago o infecciones a aquellos que la beban.
Para prevenir este riesgo, se recomienda no dejar las botellas en el coche y comprar una nueva – y fresca- antes de emprender un nuevo viaje. Otra alternativa es adquirir una cantimplora o un termo que mantenga el agua fresca y rellenarla cada vez antes de subir al vehículo.
El efecto elefante
Otro de los peligros que puede comportar dejar botellas de agua en el coche, tiene que ver con la seguridad de los pasajeros. No solo las botellas, sino que cualquier objeto suelto en el coche puede suponer un peligro en caso de accidente, ya que pueden salir disparados e impactar contra alguno de los viajeros. A este fenómeno se le conoce como efecto elefante y es que a tan solo 50 km/h, los objetos multiplican su peso por 30 o 40 en caso de frenazo brusco. Así, a esta velocidad, una botella de litro y medio de agua tendría una fuerza de impacto de unos 60 kilos.
Con el objetivo de mitigar este peligro, se recomienda guardar las botellas, y cualquier otro objeto potencialmente peligroso, en un sitio seguro. Asimismo, bajo ningún concepto, este sitio debe ser los pies del conductor, ya que podría interferir de manera peligrosa en el manejo de los pedales.
Aunque mucho menos frecuente, pero considerablemente más peligroso, existe la posibilidad de sufrir un incendio en el vehículo. Este puede venir desencadenado por el efecto lupa que producen las botellas de agua al estar expuestas durante largos periodos de tiempo al sol. Estas concentran los rayos del sol en un solo punto que puede encender materiales inflamables que se encuentren dentro del coche, como, por ejemplo, los asientos.
En este caso, la solución más fácil es acordarse de no dejar las botellas en el vehículo una vez estacionado.