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Aunque son la mar de cómodos y nos sirven para casi todo, es cierto que las baterías de los smartphones actuales, por muy buenas que sean, no duran como las de antaño. Para facilitar no quedarnos con la batería agotada en el momento menos apropiado, en los últimos años se han instalado puestos de carga vía USB en transportes públicos, aeropuertos, hospitales, etc.

A pesar de ser tan útiles como parecen ser, no deberías usarlos. O al menos, no sin tomar una serie de precauciones o podrías quedar expuesto al conocido como juice jacking.

¿Qué es el juice jacking?

La idea del juice jacking se demostró por primera vez en DEF CON, una conferencia de seguridad y muchos de los asistentes son hackers éticos, en 2011. En la conferencia de seguridad, se anunciaron estaciones de carga gratuitas. A cualquiera que enchufara su dispositivo se le mostraba un mensaje de advertencia que explicaba los peligros de los puertos de carga públicos. A pesar de esta advertencia, unas 360 personas conectaron igualmente su móvil.

De forma similar a lo que sucedía con las memorias USB que se ponían en paredes, que podían infectar los dispositivos a los que se conectaran, mientras estás utilizando los servicios de carga gratuitos por USB, si lo han modificado, los piratas informáticos infectan tu teléfono con malware y roban tus datos confidenciales en un proceso al que se conoce como «juice jacking».

Si conectas el móvil al ordenador con frecuencia, es normal que lo tengas puesto por defecto en modo USB MTP y que el PC directamente te detecte el móvil y permita acceder a la memoria de almacenamiento. Desconecta tu teléfono inmediatamente si recibes un mensaje de transferencia de archivos mientras cargas tu teléfono a través de una estación de carga pública. Tan pronto como conectes tu teléfono a cualquiera de estos puertos de carga, tu teléfono podría volverse vulnerable y estar sujeto al robo de datos.

También les será posible realizar video jacking, es decir, grabar todo lo que sucede en tu teléfono inteligente, cada acción que realices, foto, vídeo que veas, mail que abras, conversación que tengas… puede ser grabada.

Cómo prevenir este tipo de peligro en tu móvil

Este ataque requiere que conectes tu teléfono mediante una conexión USB. No es posible crear una toma de corriente maliciosa. Por lo tanto, llevar tu propio cargador y usar tomas eléctricas públicas es una alternativa mucho más segura en caso de necesitar rellenar urgentemente tu batería.

En el caso de que necesites usar uno de tipo USB, una buena manera de asegurarse de que el puerto USB no va a ser usado para robarte datos es enchufar primero la batería externa al puerto USB público, y luego el móvil a la batería externa y que se vaya cargando a través de esta y no de forma directa. El mismo elemento de protección tienen algunos dispositivos llamados bloqueadores USB, preservativos USB o Juice-Jack Defender, son adaptadores que se colocan entre el cable y el equipo y que actúan como escudo.

Por último, podemos tener la precaución de llevar cables USB que solamente admitan carga, para que, aunque el cargador público esté manipulado, no puedan acceder a nuestros datos.