Por qué los camiones eléctricos van tan atrasados
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Los camiones eléctricos se presentaron como el siguiente paso ‘natural’ de los propios camiones de generación anterior. En la actualidad podemos encontrar cómo las marcas se han postulado hacia este intento por la propuesta de un vehículo que, inevitablemente, tenía que formar parte de los vehículos electrificados. Sin embargo, hoy, a pesar de sus grandes estructuras (Volvo, Scania…) se dan bastante por detrás de los coches que funcionan a batería.
A los camiones eléctricos aún les falta desarrollo
Podemos afirmar que el camino de los camiones eléctricos está en un lugar a medias de recorrer: ni se encuentra parado en cuestiones de desarrollo, ni todavía se halla listo para comandar el futuro de estos vehículos, al menos por el momento. Y es que, hoy en día este tipo de camiones, que ya cuentan con tecnologías de última generación, no están tan presentes como deberían.
Esa es la impresión que tiene el sector, sobre todo teniendo en cuenta el impulso que han cogido los coches urbanos, también electrificados, los cuales ya copan un territorio en el mercado más que interesante en estos momentos. Eso es algo que aún es difícil de ver con estos de mayor tamaño, y no porque no lo hayan intentado.
De hecho, si observamos el momento actual, no son pocas las marcas y fabricantes que se han subido a ellos, donde incluso Tesla ha decidido embarcarse a partir de su concepto conocido como Semi, quien está recogiendo las últimas actualizaciones de la variante. Sin embargo, para muchos no es suficiente. Y es lógico.
Sus problemas impiden el avance
Así, el desarrollo de los camiones eléctricos puede suponer un auténtico punto de inflexión en el transporte por carretera, un cambio de modelo hacia un futuro mucho más sostenible. Por tanto, decimos que un camión sea ha electrificado cuando cuenta con uno o varios motores eléctricos como medio de propulsión.
Y aunque ese futuro es difícil de predecir con exactitud, se estima que en un plazo de unos diez años el uso de estos estará plenamente integrado en nuestro modelo de transporte de grandes volúmenes. De todos modos, actualmente se enfrentan a algún problema que otro que les impide estar en una situación plena o cercana a ella.
Así, uno de sus problemas radica en aspectos como sus cargadores. Porque sí; este tipo de camiones, como ocurre conn los coches eléctricos, son ahora más limpios, más baratos y ya están disponibles. Pero la falta de una estrategia de carga europea y el decepcionante suministro de los fabricantes de camiones europeos está frenando al mercado.
Proporcionar estos cargadores en las ciudades beneficiaría a medio millón de camiones eléctricos y permitiría que el 43% de los viajes en camión de la Unión Europea estén libres de emisiones para 2030, según la organización de transporte y movilidad europea de Transport & Environment (T&E),
Qué soluciones hay
Porque los transportes industriales y profesionales pesados (categoría que incluye desde camiones a autobuses) son una minoría, pero producen la mayoría de las emisiones. En Estados Unidos, por ejemplo, esa categoría representa solamente el 7% del total de vehículos, pero produce el 20% de las emisiones de gases. La idea es muy inteligente: para reducir el grueso del problema, ataca a los focos más grandes, así reduces la mayoría de los daños y a mayor velocidad.
Con todo, lo que se atisba hoy para dar parte a ser una solución cercana al mismo es la implementación de cargadores más potentes para acortar los tiempos de carga de camiones e industriales pesados. Un objetivo del que, por su parte, ya están desarrollando desde el Laboratorio Nacional de Energía Renovable de Estados Unidos (NREL).
Y es que reducir el tiempo de carga es esencial para viabilidad del transporte por carretera de cero emisiones. Si bien cuentan con baterías más grandes, y por tanto ofrecen más rango que los coches o industriales ligeros, la autonomía suele verse comprometida por el mayor peso.
Por tanto, gran parte de la viabilidad de este tipo de camiones pasa por aumentar el suministro de los de cero emisiones y proporcionar infraestructuras de carga, que es lo que abrirá el camino para entregas limpias y silenciosas en las ciudades.