Magia, romance y acrobacia en Amaluna

Por fuera es solo una carpa de coloramarillo con azul que se impone en un área del parque Bicentenario, al norte de Quito, pero dentro de ella la ‘magia’ toma vida en medio de la música, las acrobacias y las coreografías de 48 artistas que forman ‘Amaluna’, la obra que el Circo del Sol presenta en la capital.

Este 6 de septiembre se estrenará el espectáculo para el público, que se exhibirá hasta el 30 de este mes. La noche de ayer se desarrolló un preestreno para medios de comunicación e invitados especiales.

La emoción de los presentes se expresaba en sus rostros, estaban expectantes a ver que ocurriría en el escenario de 30 metros que se ubica en el centro del recinto. Pasadas las 20:00 desde los altoparlantes se escuchó en francés un “bienvenue a Cirque du Soleil”, que daba la apertura para el inicio del show.

La música sonó de forma estruendosa, el ambiente se volvió más oscuro porque parte de las luces se apagaron. De pronto, aparecieron bailarines con trajes multicolores, así comenzó la historia que está inspirada en la obra La Tempestad de WilliamShakespeare.

En la misma, se cuenta cómo la reinaPróspera festeja la mayoría de edad de su hija Miranda, quien se enamora de un náufrago llamado Romeo que llega a la isla en donde habitan. Sin embargo, Próspera no está de acuerdo en aquella relación amorosa.

Disfraces de todo tipo se utilizaron durante la función, los artistas realizaron arriesgados saltos, usaron palos para hacer acrobacias, aros para bailar en el aire, una fuente de agua para sumergirse en el líquido, columpios, colchonetas y demás implementos se complementaban para que en cada número el público quede sorprendido.

Muchos estaban con la ‘boca abierta’ al ver los actos, el aplauso estuvo presente en todo momento y se combinaba con los sonidos de asombro que emitían los asistentes. Pero el humor no se alejó, una especie de payasos llamados Papulya y Mainha, que personificaban al sirviente de Romeo y a la niñera de Miranda, respectivamente, hacían sonreír a los espectadores.

En cada cambio de acto las figuras aparecían, hablaban con sus gestos y daban cuenta de que entre los dos había atracción y buscaban la manera de darse un beso. Sin embargo, algo ocurría y no podían hacerlo. El público estaba impaciente porque el roce de los labios ocurra, mientras compartía con ellos, ya que los actores se acercaban a la gente y en las butacas continuaban su comedia.

El cuento de MIranda y Romeo se desarrolla por dos horas, en medio de la música, en la que el rock predomina. Una banda integrada por mujeres es la encargada de sonorizar el show, a veces saltaban al escenario y en otras solo se escuchaba lo que su talento era capaz de expresar a través de los instrumentos.

A las 22:30 culminó el show, después de superar las barreras impuestas para que el amor de los protagonistas no prospere finalmente la pareja culmina el espectáculo con un beso. En medio de una fiesta que simula ser la celebración de un compromiso, en la que todos los personajes se juntan.

El público no dudó en pararse y aplaudir de pie después de haber permanecido impávidos ante cada una de las escenas que forman el Circo del Sol. Los artistas solo agradecieron con una sonrisa y un gesto de abrazo para quienes reconocieron su trabajo.