Santiago Ribadeneira, presidente del Deportivo Quito, acudió ayer al Centro de Mediación del Consejo de la Judicatura en busca de una solución “legal y apropiada” para salvar la agobiante crisis financiera que mantiene el club, y que de no cancelar los montos pendientes, lo más cercano es la quiebra de la institución azulgrana.

“Esperamos encontrar una figura de resolución apropiada a las demandas interpuestas por jugadores. Queremos que ellos acudan a este centro a buscar soluciones”, dijo Ribadeneira, que enfatizó en la realidad económica del club. “El Quito no tiene ninguna capacidad de pagar sentencias que han empezado a llegar en masa”, dijo.

Lo principal para la dirigencia chulla es encontrar medios de generación de recursos económicos, con lo que se asegure el pago principalmente a los jugadores que tienen demandas ante la Ecuafútbol, la Asociación de Futbolistas y la FIFA, pero hasta conseguirlo se pidieron moratorias a los acreedores, algo que no ha tenido una total aceptación, como fue el pedido de la dirigencia chulla.

“Con nuestra presencia en el Consejo, los acreedores podrán comprobar que estamos actuando de buena fe, pero si esto no se soluciona, ni ellos, ni nadie cobrarán su dinero”, expresó el titular azulgrana.

Ribadeneira comentó de diálogos con los jugadores que ya tienen sentencias de pago, pero señaló que de no encontrar eco a la moratoria “los problemas serán catastróficos”.