Mingas y reforestación para recuperar ríos en Esmeraldas
Personas bañándose, mujeres lavando ropa o gente sacando agua para el consumo en las viviendas son acciones que han disminuido en el río Nadadero, en San Lorenzo del Pailón, que en los últimos años ha sufrido la contaminación de sus aguas y orillas.
En la actualidad, el agua del río se la observa un poco blanquecina, pero no impide que algunos niños se bañen o jueguen. Desde hace más de una década se denunció el daño ambiental a este afluente de unos 5 kilómetros de extensión y que gran parte está dentro de la zona urbana de San Lorenzo.
Jacinto Crespo, morador del barrio Zona Franca, sostuvo que esta afectación es por las empresas palmicultoras, aserraderos de madera, descargas de aguas residuales y basura desde las viviendas cercanas.
El municipio, instituciones y estudiantes organizaron mingas de limpieza y reforestación con el lema: El río Nadadero vive, en recordación al uso de este afluente para la navegación, pesca y abastecimiento de agua, en épocas anteriores.
Se ha pedido a las empresas palmicultoras apoyen con la reforestación, mientras el municipio de San Lorenzo, instaló unos 30 contenedores móviles para la recolección de la basura en la urbe, expresó Jonás Cedeño, del departamento municipal de Gestión Ambiental.
Un grupo de voluntarios del proyecto de protección ambiental Mingas por el Mar y el club de acción social y deportiva Guardianes de la Bahía, encabezados por la reina de la parroquia Tonchigüe, Romina Plaza Bone, realizaron una minga de limpieza en el estuario del río Tonchigüe, del cantón Atacames, este domingo.
En Selva Alegre, cantón Eloy Alfaro, se efectuó la reforestación en la comunidad Playa Nueva, para recuperar terrenos afectados por la extracción minera. (I)