Alarma en Otavalo por la compra del cabello a los indígenas

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Para los dirigentes de la comunidad kichwa, es un atentado contra la cultura de este pueblo.

Punto Noticias. Preocupación genera, en los líderes y miembros de la comunidad indígena de Otavalo, la presencia de personas que les compran el cabello a los kichwas de esa localidad de Imbabura, en el norte de Ecuador.

Desde hace tres semanas, ciudadanos extranjeros recorren las calles de la ciudad, ofreciendo dinero a mujeres y hombres para que les permitan cortarles el pelo, denunció Rumiñahui Jimbo, presidente del Cabildo Kichwa de Otavalo,

Los compradores buscan cabelleras que midan más de 30 centímetros, por las que ofrecen de USD 10 a 50, dependiendo de la extensión y calidad de las fibras capilares, que son adquiridas para la fabricación de pelucas en Colombia.

Esto es un atentado contra la cultura kichwa de Otavalo, en la que los hombres se caracterizan por lucir cabellos largos peinados en trenza, reclama Jimbo, por lo que, el sábado 19 de septiembre del 2020, los dirigentes del Cabildo Kichwa, acompañados de la Policía Municipal, realizaron un recorrido por la ciudad, constatando que eran verdaderas las denuncias que recibieron y los rumores que se difundieron por las redes sociales.

Ocho parejas de compradores de cabello, cortando con tijeras el pelo a los indígenas, fueron localizados. La tarea la realizan los sábados y miércoles, que son los días de feria en Otavalo, cuando la mayor parte de los habitantes de la zona rural salen a la ciudad para realizar compras y trámites.

Los líderes del Cabildo Kichwa han dialogado con varios compradores de cabellos, para explicarles el contexto intercultural de Otavalo y solicitarles suspender su actividad, pero los extranjeros argumentaron sus derechos a la libre movilidad y al trabajo.

Lizbeth Imbaquingo, vicepresidenta del Cabildo, sostiene que se trata de una práctica ofensiva, que se aprovecha de la necesidad de la gente, afectada por la crisis económica, para que les vendan el pelo.

Diversas personas han permitido que les corten el cabello, argumentando que es una decisión personal, que no hay problema porque les crecerá nuevamente. Rafael Maigua, promotor de la cultura de Otavalo, considera que es un atentado contra la identidad de su pueblo. “El cabello largo es uno de los pocos elementos que nos identifican como kichwas Otavalo. Por lo tanto, cercenarlo es una ofensa contra nuestras raíces y contra nuestros padres, que defendieron esta tradición milenaria”, sentenció.

Jimbo insiste en que no solo se está atentando contra la cultura, sino también contra la salud, porque el corte de cabello se realiza en la vía pública, con acumulación de gente, por lo que el Cabido Kichwa solicitó que intervengan funcionarios del Municipio, Comisaría Nacional y Dirección de Salud.

Los operativos de control continuarán y, si los compradores de cabellos siguen con su práctica, les decomisarán las fibras capilares y les aplicarán la justicia indígena, por no acatar una disposición de las autoridades locales, advirtieron los dirigentes del pueblo kichwa de Otavalo.

Fuente: El Comercio.

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