El hecho de colocar los alimentos en una zona u otra del interior del frigorífico no solo es clave para que se conserven adecuadamente, sino que también podrías estar derrochando energía si no sabes dónde poner cada producto. Especialmente, porque es uno de los electrodomésticos que se tienen conectados a la corriente las 24 horas del día y durante toda la semana. Por ello, no viene mal conocer cuál es la mejor forma de organizar tu nevera.

Tener organizada la nevera

Está claro que todo frigorífico que se tiene en cada casa no se está apagando y encendiendo continuamente, sino que se tiene conectado a la luz todos los días de la semana. Pero, eso no quiere decir que no podamos llegar a ahorrar dinero en la factura de la luz con algunos consejos. De hecho, con el simple acto de ordenar los alimentos en la nevera de la manera correcta, se consigue una reducción en el consumo de luz. Aunque tiene truco, ya que tampoco te puedes olvidar de controlar la temperatura.

No solo importa el gasto energético de la nevera. Aquí lo que debería preocuparte es cómo colocas los alimentos. Básicamente, porque a la hora de ordenarlos dentro del frigorífico, podrías estar provocando que consuma más energía de la cuenta a la hora de enfriarse. Así que para saber cómo se tiene que organizar, puedes echar un ojo a estos consejos:

• Que los alimentos no toquen las paredes de la nevera para que enfríe correctamente.
• Coloca los productos que van a caducar antes y, tras estos, los que acabas de comprar. Al abrir la puerta del electrodoméstico, no tendremos que rebuscar entre los alimentos que se van a caducar y no dejaremos tanto tiempo abierto el frigorífico.
• Cada alimento tiene su lugar. En la puerta lo ideal es poner la mantequilla, mermeladas o bebidas como agua, zumo, leche. En cambio, en la parte superior, se tendrían que colocar productos ya abiertos que no requieran necesiten de una temperatura muy baja, como el tomate frito, nata, etc. Ya en la zona media, tendrían que ir los quesos, los yogures, al igual que los tápers (es aconsejable en recipientes herméticos y de cristal). En la zona baja habrá que poner carnes y pescados. Y, dentro de los cajones, las verduras o frutas.

Comprueba la temperatura

Sin embargo, todo lo anterior se tiene que complementar con un buen control de la temperatura que ofrece este tipo de electrodoméstico. No solo por el hecho de conseguir una conservación de los alimentos, sino por el gasto innecesario que se puede estar dando en tu nevera.

Lo adecuado es que se coloque entre los 3 y 5 grados. Con estos grados, se puede mantener los productos correctamente en el interior del electrodoméstico y, por supuesto, se consigue reducir el gasto en luz. En cuanto a la zona del congelador, lo ideal es que se encuentre a -18 grados. Todo esto combinado, no solo consigue mantener en buenas condiciones la comida, también puedes ahorrar algo de energía.