OPPO Reno12 Pro

OPPO Reno12 Pro análisis review con características precio y ficha técnica

Hace unas semanas estuve en Ibiza para probar un teléfono muy especial para OPPO, el Reno12 Pro. Este teléfono quiere ser más que un gama media, además de una alternativa para democratizar la inteligencia artificial en teléfonos más económicos. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

Tras analizarlo en profundidad, tengo claros los puntos fuertes y débiles de esta propuesta. Un software completo aunque con trabajo por delante y el regreso de un gigante chino que no podía vender en Europa por un problema de patentes con Nokia. Así es el OPPO Reno12 Pro.

Ficha técnica del OPPO Reno 12 Pro

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Diseño, pantalla y sonido: un equilibrio muy bien definido

El OPPO Reno12 Pro tiene un foco muy claro en diseño, quiere ser un teléfono inspirado en la moda y las últimas tendencias. En mi caso he podido probar la unidad acabada en Nebula Silver, y puedo adelantar que no me ha enamorado del todo a nivel estético. El teléfono está muy bien rematado, con un detalle curioso.

Tanto la parte trasera como el marco están fabricados en plástico, pero la estructura interna que lo recubre es de aluminio. Esto le aporta un extra de rigidez y resistencia, algo que siempre se agradece. Pese a ello, dado el precio del terminal, hubiese agradecido biseles completamente metálicos.

OPPO suele arriesgar bastante en diseño con su familia Reno. El 12 Pro no es una excepción a nivel de colores

El color también es… diferente. Genera una serie de estelas en su parte trasera y no es del todo uniforme. Aunque se denomine Nebula Silver es rosado por la parte superior y algo plateado por la parte inferior. Pude probar otras unidades en color Nebula Black y me parecieron sencillamente espectaculares (más mate, sin tanto brilli brilli). Cuestión de gustos.

El módulo de cámara es relativamente discreto, aunque los patrones del mismo recuerdan a pequeñas piedras de diamante. Aquí agradezco a OPPO que el módulo no sea tan estridente como en generaciones anteriores. Tres cámaras alineadas al estilo clásico y una pequeña estructura para albergarlas. Muy limpio y sencillo.

La posición de la botonera es correcta, aunque los botones de volumen quedan muy altos e innacesibles al movimiento natural de la mano derecha. El botón de encendido sí que recae justo en el dedo pulgar, ideal para desbloquearlo de forma rápida.

Al desbloquear el teléfono tenemos un frontal muy bien aprovechado por su parte superior y laterales, con una barbilla inferior no demasiado alta. Más adelante hablaremos sobre el panel, ya que viene con una pequeña sorpresa poco habitual en esta gama de producto.

Pero ni parte trasera ni delantera, la verdadera estrella en el diseño de este teléfono es el peso. Hablamos de tan solo 180 gramos de peso para un teléfono de más de 16 centímetros de alto. Nada más sujetar el teléfono nos damos cuenta de que estamos ante uno mucho más ligero de lo habitual, una importante ventaja frente a sus rivales directos.

La pantalla del OPPO Reno12 Pro no tiene las mejores specs, pero luce espectacular.

Si hablamos de la pantalla, la propuesta OPPO me ha parecido bastante honesta. Aquí no se nos prometen picos de tropecientosmil nits ni cifras astronómicas: es una pantalla OLED, con resolución Full HD+, tasa de refresco de 120 Hz y un brillo pico de 1.200 nits. La cifra puede parecer incluso baja en los tiempos que corren, pero habiendo probado el móvil a pleno sol puedo garantizar que el panel se ve sin mayor problema. No es el más brillante dentro de su rango de precio, pero no tengo queja ninguna con él.

La interpretación de color me ha gustado, algo vibrante. Cuenta también con tecnologías como la de tono adaptativo para ajustar automáticamente la temperatura de color según las condiciones de luz ambiental, modos de color para calibrar el panel en P3, y posibilidad de ajuste manual para la temperatura general. OPPO ha cuidado bastante el software aquí y encontramos uno de los apartados de configuración más completos.

Curvas que no molestan. A favor.

Otro de los puntos más curiosos es su panel. OPPO ha querido combinar lo mejor de una pantalla curva con lo mejor de una pantalla plana. Y lo cierto es que les ha salido bien. La curvatura es muy ligera, apreciable a simple vista, pero sin los clásicos problemas de toques fantasma que nos pueden dar este tipo de pantallas. Por cierto, este modelo está recubierto con Corning Gorilla Glass Victus 2, la misma tecnología de cristal que usan los teléfonos de gama alta.

Destacar asimismo que este panel es compatible con la tecnología Splash Touch de OPPO. Esta nos permite utilizar el teléfono incluso aunque el panel o nuestros dedos estén ligeramente mojados. Funciona realmente bien, y en la presentación nos mostraron cómo funciona incluso con los dedos manchados en aceite de oliva.

Por último, hablando del apartado del sonido, la experiencia ha sido buena. El sonido del doble altavoz es de calidad, con suficiente pegada, y con una ecualización quizás un paso por encima de lo que solemos encontrar en este rango de precio. Lo mismo sucede con la respuesta háptica: es más cercana a un gama alta que a un gama media.

En cuanto a ajustes de audio, podemos cambiar la ecualización mediante OReality Audio, la configuración propia de modos de OPPO, a saber: Inteligente, Teatro/Cine, Juego y Música. También es compatible con audio espacial y es capaz de filtrar el ruido ambiental en las llamadas.

 

Rendimiento, software y autonomía: una nueva era para OPPO

Para este OPPO Reno12 Pro, la compañía ha llegado a un estrecho acuerdo con MediaTek. Este teléfono monta un Dimensity 7300, pero ha sido personalizado y optimizado específicamente para este teléfono, de ahí el apellido «Energy».

Este procesador está fabricado en proceso de cuatro nanómetros y su estructura es bastante sencilla: un clúster de cuatro núcleos ARM Cortex-A78 a 2,5 GHz y otro clúster de otros cuatro núcleos, en este caso A55 a hasta 2,0 GHz. Un procesador de gama media pura con una GPU Mali-G615 y acompañado de memoria interna de tipo UFS 3.1.

Si bien en este rango de precio he probado móviles más potentes, para un target generalista no habrá mayor problema con este procesador. He podido mover todas mis aplicaciones habituales y jugar a algunas de las propuestas más exigentes del mercado, como ‘Genshin Impact’.

No esperes llegar a las configuraciones más altas de gráficos, pero estoy convencido de que el rendimiento no será un problema para los compradores de este teléfono. Tampoco habrá problema con el lector de huellas bajo la pantalla, que funciona de forma rápida y precisa. Y, para cuando no lo logre, la dupla biométrica se completa con reconocimiento facial 2D.

El software es uno de los puntos en los que más ha trabajado OPPO, y es que el objetivo con este teléfono es demostrar que las funciones de inteligencia artificial no tienen por qué estar reservadas solo a móviles de la gama más alta. Principalmente las funciones de IA se centran en la edición y retoque fotográfico, aunque hay algunas muy interesantes que beben de los modelos Gemini de Google.

Por ejemplo, este teléfono será capaz de hacer resúmenes de las transcripciones generadas por la app grabadora. También podrá resumir artículos de internet, y ayudarnos a redactar mensajes con distintos estilos de conversación. Hablo a futuro ya que, en el momento en el que analizamos este teléfono, no todas las funciones de IA están desplegadas. OPPO nos asegura que en futuras OTA podremos disfrutar de ellas.

¿Qué hay activo en español en este momento? Por ejemplo, las funciones de borrador de la galería. Esta no es una función especialmente rompedora, ya que el borrador mágico de los Pixel lleva tiempo con nosotros. Sin embargo, he de admitir que funciona incluso mejor que en los móviles de Google. Es sencillamente espectacular cómo detecta a los sujetos y cómo reinterpreta la zona en la que estaban.

También tenemos acceso a AI Studio, el clásico generador de imágenes en diferentes estilos generadas a través de un input con fotografías de nuestra galería. Es una función que también hemos visto en teléfonos de la competencia, pero que vendrá bien para pasar un buen rato. Eso sí, los estilos son los predefinidos por OPPO, no podemos hacer una generación personalizada.

Es también relevante la función de BeaconLink. Esta permite hacer llamadas sin cobertura utilizando el rango del Bluetooth. Las llamadas están limitadas a teléfonos que cuenten con este protocolo, algo que siendo propietario de OPPO nos corta bastante las alas. Pese a ello, aplaudo la innovación que han implementado.

La IA quiere ser protagonista en este OPPO, pero muchas de las funciones todavía no están activas si usamos el móvil en español

Más allá de la IA, la ROM de OPPO es buena, aunque no brillante. No tenemos integración con los temas automáticos de Material You, a pesar de que la app de llamada y mensajes son las de Google. Eso sí, desde los ajustes sí que podemos activar tematización basada en los fondos de pantalla, o bien escoger la paleta manualmente. Los toggles del centro de control se agrupan junto a las notificaciones, algo que nos obliga a deslizar para encontrar algunas notificaciones recientes.

Los ajustes del sistema son completos, y hay bastantes opciones de personalización: los acentos de color anteriormente mencionados, animaciones del lector de huellas, iluminación de los bordes de la pantalla para notificaciones, etc.

Es una ROM limpia y sin demasiado bloatware. Tan solo hay dos carpetas con apps y juegos (no llegan a la decena), pero nada que no pueda desinstalarse. En mi caso siempre prefiero que se apueste por lo sencillo a lo recargado, pero dado el músculo de OPPO echo en falta algo más de calidad en las apps nativas y algo más de diferenciación frente a otros rivales.

La autonomía del dispositivo es excelente, con dos de uso prácticamente garantizada. En uso intenso no es un teléfono que se drene, al no tener una frecuencia de reloj especialmente alta. He logrado superar las ocho horas de pantalla sin menor problema, algo a lo que se suma la carga rápida de 80W. En tan solo 18 minutos se carga al 50%, y el 100% se alcanza en 35 minutos.

Cámara: decente, aunque no sobresaliente

OPPO ha apostado por una configuración de cámara triple en su Reno12 Pro. Esto se traduce en que contamos con cámara principal, teleobjetivo y ultra gran angular. La configuración es muy versátil, aunque hay algunos detalles a comentar.

  • Cámara principal: 50 MP, f/1.8, 26mm (wide), 1/1.95″, 0.8µm, multi-directional PDAF, OIS.
  • Cámara teleobjetivo: 50 MP, f/2.0, 47mm (telephoto), 1/2.75″, PDAF, 2x optical zoom.
  • Cámara ultra gran angular: 8 MP, f/2.2, 16mm, 112˚ (ultrawide), 1/4.0″, 1.12µm.

Los sensores del OPPO Reno12 Pro son bastante pequeños. El principal, el Sony LYT-600, tiene un tamaño de  1/1.95″, notablemente por debajo de los sensores empleados en móviles de gamas superiores, algo más cercanos a la pulgada. Lo mismo sucede con ultra gran angular y teleobjetivo: el móvil viene bien equipado a nivel de cámaras y megapíxeles, pero tenemos que tener en cuenta que son sensores humildes.

La app de cámara es sencilla, muy limpia y cuenta con integración directa con Google Lens, algo que siempre se agradece. También es rápida disparando, y cuenta con un modo Pro para acceder a ajustes manuales.

Fotografías con la cámara principal

El HDR es brutal, aunque la interpretación del color no tanto.

La cámara del OPPO Reno12 Pro tiene puntos muy positivos. En primer lugar, me ha encantado el HDR de la cámara principal. Es uno de los más equilibrados en la gama media, haciendo que sea prácticamente imposible obtener fotografías quemadas. En esta escena observamos, como es bastante común (incluso en gama alta), que en escenas de alto contraste la sobresaturación del color está muy presente.

El cielo se tiñe de magenta en sus esquinas y tanto el verde, como el rosa y el azul, están algo pasados de frenada. Esto suele deberse al exceso de procesado que tienen que hacer los teléfonos en escenas de este tipo. Pese a ello, es una fotaza.

Cuando la escena no tiene un contraluz tan agresivo, puedes apreciar perfectamente la diferencia en color. En este caso, sí que ha dejado las sombras ligeramente apagadas, pero no me preocupa demasiado ya que la imagen está bien resuelta. Eso sí, notamos en todo momento que estamos ante un sensor algo pequeño, y la falta de músculo hace que el detalle fino no sea muy alto.

Al caer la noche, como se podía esperar, los resultados son inferiores. Pese a ello, teniendo en cuenta el sensor que lleva, me han parecido más que aceptables. Hay una clara tendencia a sobresaturar los colores cálidos y a un balance de blancos anaranjado. Pese a ello, estamos ante imágenes decentes para este tipo de situación.

Zoom y ultra gran angular

El teleobjetivo, también de 50 megapíxeles como el sensor principal (aunque firmado por Samsung en este caso), cumple. Se observa a simple vista la pérdida de detalle y cómo le cuesta recuperar las sombras. Pese a ello, hay un buen trabajo interpretando color en el cielo y controlando las altas luces del mismo. No es un teleobjetivo brillante, pero es más que válido para disfrutar de un zoom decente.

El ultra gran angular cumple, aunque sufre bastante incluso si las condiciones de luz son buenas. Es el sensor más débil de los tres y está ahí para aportar versatilidad. Pese a que no tiene un detalle especialmente alto, me ha gustado la consistencia que hay entre los tres sensores: procesan de forma muy pareja.

Modo retrato

El retrato no es el punto más fuerte de este OPPO. El mapa de profundidad lo hace relativamente bien, aunque se le resisten elementos como las gafas o los cabellos más finos. El bokeh tampoco es el más realista que hayamos visto, y estando ante un teléfono de más de 500 euros, sí que me gustaría acabar viendo algo más de calidad final con futuras actualizaciones de software.

Selfie

El modo retrato en selfie también tiene problemillas.

El selfie me ha gustado, sobre todo a nivel de interpretación de color. Aquí es un poco más suave que en la cámara trasera, aunque tiende a aclarar ligeramente las pieles y a ser, de nuevo, muy agresivo en modo retrato. Pese a ello, un buen selfie con más información en la escena de lo que estamos habituados.

Video

La grabación de vídeo sigue un poco la tónica de lo visto en el apartado fotográfico. El procesado es excesivo y notamos en todo momento que el sensor no es muy musculoso. El lado positivo es que me ha sorprendido bastante el trabajo con la estabilización, uno de los mejores en su rango de precio. Podemos disfrutar de grabación en 4K y obtener resultados aceptables en prácticamente cualquier situación.