OPPO Find X8 Pro análisis Review
Qué ganas tenía de volver a probar un gama alta de OPPO. La compañía está de regreso en Europa tras solucionar los problemas relacionados con las licencias de Nokia, y el Find X8 Pro es la muestra de que vuelven por la puerta grande. Un teléfono con un hardware espectacular y mucha, mucha ambición. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.
He podido probar este teléfono durante unas cuantas semanas, y tengo una opinión bastante formada al respecto. Tengo claro que uno de los mejores móviles del momento, así como los puntos en los que hay margen de mejora. Ponte cómodo, coge asiento y disfruta, porque este teléfono tiene mucha miga.
Ficha técnica del OPPO Find X8 Pro
Diseño, pantalla y sonido: sobresaliente tras sobresaliente, aunque con algún aspecto a mejorar
A nivel de diseño, el OPPO Find X8 Pro me deja con sensaciones encontradas. Lo positivo no es poco: la calidad de construcción es excelente, el tacto de la botonera sin ningún tipo de baile ni juego, el peso relativamente ajustado teniendo en cuenta el tamaño del teléfono… todo está a la altura de lo que se espera en un flagship.
Es un teléfono en el que se nota el mimo y el cuidado, un imprescindible en cualquier teléfono que quiera aspirar a la corona de la gama alta. La principal pega tiene que ver con el tacto, al menos en esta unidad blanca. El cristal que recubre su parte trasera es bastante, bastante resbaladizo, amén de tener un acabado perlado que -personalmente- no me convence demasiado. Cuestión de gustos, por supuesto.
La botonera es otra de las pequeñas pegas, ya que está situada demasiado alta. Es sencillamente imposible alcanzar los botones de volumen sin llevar el dedo pulgar a una postura muy forzada, e incluso el botón de desbloqueo y bloqueo está en una posición mejorable. Y, hablando de botones, tenemos dos sorpresas para esta generación.
El mejor botón de control de volumen no lo tenía Apple, lo tenía OnePlus con su Alert Slider. OPPO, hermana de esta compañía, ha introducido esta solución en su Find X8 Pro y estoy: muy contento. Este botón, a pesar de su posición especialmente elevada en la parte izquierda del teléfono, es ideal para silenciar el teléfono, ponerlo en sonido o en modo vibración.
El peor botón para controlar la cámara sí lo tenía Apple, y OPPO ha decidido seguir sus pasos. En el lateral derecho encontramos esta solución que, como parte positiva, permite activar la cámara de forma rápida. El problema es que, más allá de esta acción, el botón es más molesto que útil.
Sirve para funciones como el control de zoom y disparo de fotografía, pero no he encontrado una sola situación en la que este proceso haya sido más rápido que el habitual: tocar la pantalla. Además, en este teléfono hay un pequeño problema adicional, ya que el botón está especialmente alto. Esto se traduce en que, cuando está en vertical, no llegamos bien con el pulgar y, cuando está en horizontal, tampoco llegamos bien con el índice.
Las novedades siempre son recibidas, y más si tienen la intención de aportar funciones adicionales al teléfono. Pese a ello, este botón tiene mucho margen de mejora, empezando por su ubicación.
El frontal es bastante limpio, con una pequeña curvatura que no molesta en absoluto. Preferiría que fuese completamente plano, pero ni hay toques fantasma ni nada extraño. Este año, los biseles son simétricos por fin, algo que ayuda a que la estética sea más agradable.
Respecto a la pantalla, no tengo queja alguna. OLED, resolución 1.5K, tasa de refresco adaptativa gracias al LTPO de nueva generación y 4.500 nits de brillo pico. No es la mejor pantalla de la gama alta, pero se queda bastante cerca. En situaciones de alta luminosidad en exteriores se ve perfectamente, y en interiores tiene un brillo mínimo bastante agradable.
La calibración es excelente, con un toque algo saturado que agradará al grueso de usuarios del teléfono. Quizás echo en falta algo más de resolución para competir con los Android de primera línea que apuestan por paneles QHD+ con más de 500ppp pero, honestamente, esos píxeles extra son prácticamente inapreciables.
Por último, si hablamos de sonido, estoy bastante sorprendido. Este es un firme candidato a mejor móvil Android en el apartado de audio. Los altavoces suenan con contundencia, no hay apenas distorsión, la calidad final es brutal y el trabajo de ecualización es excelente.
También aplaudo la implementación de funciones de software para reducir el ruido de fondo de las llamadas -sirve también para WhatsApp, Meet e Instagram, entre otras-, y los cuatro perfiles de sonido predeterminados de OPPO.
Rendimiento, software y autonomía
Este es el primer teléfono que analizo con el nuevo MediaTek Dimensity 9400, un procesador al que le tenía bastantes ganas. Se trata de una solución muy similar al Qualcomm Snapdragon 8 Elite, ya que renuncia a los núcleos de bajo consumo para centrarse tan solo en los de rendimiento.
La traducción es que, si bien a nivel de benchmarks está un pequeño paso por detrás del Qualcomm, a nivel práctico las diferencias son sencillamente inapreciables. Es increíble, sencillamente increíble, lo que se ha logrado en potencia bruta en 2024. Los juegos como Genshin Impact se ejecutan a 60fps constantes sin caída de rendimiento durante más de media hora.
Vuelvo a repetir el dato del análisis del Realme GT7 Pro, móvil que llega con el 8 Elite. En rendimiento de GPU, en este MediaTek, la pasada más baja -cuando el móvil está ya en pleno throttling, bajando rendimiento- es superior a la pasada más alta de un iPhone 16 Pro. En otras palabras: cuando este procesador está dando su mínimo rendimiento, está a la altura de un A18 Pro en su pleno pico de rendimiento. Esto son palabras mayores.
El teléfono apenas se calienta, es capaz de emular consolas retro sin ningún tipo de problema, y los 16 GB de RAM son brutales para la gestión de recursos. Llevo años diciéndolo y me reafirmo con este teléfono: no hay motivos para ser reticente a un procesador de MediaTek, están completamente a la altura de lo que se les exige.
El software es ColorOS 15 basado en Android 15, basante similar tanto a Realme UI como a OxygenOS. Como hemos comentado en cada una de estas ROMs, el trabajo está bien hecho, pero no es de nuestras soluciones preferidas. Hay cierta presencia de bloatware, como Booking, Amazon Music, Facebook, etc.
Son apps que se pueden desinstalar, pero una ROM algo más limpia sería la guinda en un teléfono de este calibre. En el lado positivo, contamos con muchas aplicaciones nativas para que no tengamos que instalar nada -archivos, reproductor de música, galería propia-, así como cierta presencia de IA principalmente relacionada con la edición de fotos.
Podemos eliminar reflejos de las fotografías, seleccionar de forma automática personas para quitarlas, o lograr que las fotos borrosas sean más nítidas mediante un modo de claridad. Los dos primeros modos -la eliminación de reflejos y personas- funcionan especialmente bien.
Respecto a la autonomía, con casi 6.000mAh y una pantalla ultra-eficiente no podía haber muchas sorpresas. Este teléfono dura cerca de 13 horas de pantalla en uso intensivo en día y medio, y cerca de 9 horas de pantalla si repartimos en tres días. En mi caso no hago muchas horas de pantalla, y he llegado a los dos días completos con batería restante.
La carga rápida es de 80W, aquí rivales como el Realme GT7 Pro le superan con 120W, pero no he tenido problema alguno. La carga completa se realiza en una hora exacta, y para lograr el 50% de batería se necesita un poco más de media hora. En lo personal, no necesito más.
Para rematar el rendimiento, contar que el lector de huellas es prácticamente perfecto. Está bien ubicado, es rápido, no falla casi nunca y se complementa con un desbloqueo facial 2D mediante la cámara frontal. No es el método más seguro, pero sí un genial complemento para este sistema biométrico.
Cámara: un claro candidato a rey de 2024
OPPO tiene una misión en este regreso a la gama alta: demostrar lo que sabe hacer con su cámara. La interfaz de su app es cómoda, completa, y una de las más rápidas del mercado a la hora de disparar, sobre todo en modo ráfaga. Pero la magia no está solo en el UI, está en el hardware de sus cámaras. Hablamos de sensores de Samsung y Sony -aunque no son los más grandes de los que disponen-, con mucho músculo.
- Cámara principal: Sony LYT-808 de 50 megapíxeles, f/1,6, 23 mm, PDAF multidireccional, AF láser, OIS.
- Cámara ultra gran angular: Samsung ISOCELL JN5 de 50 megapíxeles, f/2,0, 15 mm, PDAF multidireccional
- Cámara teleobjetivo 3x: Sony LYT-600 de 50 megapíxeles, lente periscópica, f/2.6, 73 mm, PDAF, OIS
- Cámara teleobjetivo 6x: Sony IMX858 de 50 megapíxeles, lente periscópica, f/4.3, 135mm, PDAF, OIS
- Cámara delantera: Sony IMX615 de 32 megapíxeles (1/2,74″, 0,8 µm – 1,6 µm), f/2,4, 21 mm, enfoque fijo
Con doble periscopio, sensor Lytia para la cámara principal y el apoyo de su IA, OPPO ha hecho bien los deberes esta generación.
Fotografía con la cámara principal
Durante el día, la cámara del Find X8 Pro tiene bastantes fortalezas. Me ha gustado el look que proporciona, es una de esas cámaras «estilo Pixel» que prioriza la estética al realismo. En mi opinión, encuentra un buen equilibrio, con un balance de blancos adecuado, buen rango dinámico y una cantidad de detalle destacable.
Es una de esas cámaras que nos asegura que el point and shot no fallará: hagamos la fotografía que hagamos la hará bien, sin sorpresas. Esto último parece evidente en un gama alta. Por desgracia, no suele serlo.
En fotografías del día a día, tanto en situaciones de cielo nublado como con exceso de luz -días muy soleados-, me he encontrado con el principal punto negativo de esta cámara: el exceso de procesado. Este es un viejo conocido en prácticamente todos los teléfonos de gama alta, y es que el sharpening hace de las suyas junto a un ejercicio de reducción de ruido muy, muy agresivo.
Esto acaba ocasionando el efecto contrario al que se quiere lograr: si no ampliamos, los bordes se ven bastante detallados pero, al ampliar, observamos que hay zonas de la imagen que son una mancha borrosa. Mi petición aquí para OPPO es clara: hay que rebajar esos algoritmos de reducción de ruido y reducir algo más contraste y claridad -detalle artificial-. El ruido natural de las fotografías no supone problema alguno si se controla de forma menos agresiva.
Donde sí me ha sorprendido bastante esta cámara es por la noche. La reducción de ruido sigue siendo excesiva a todas las luces, pero los resultados son brutales. Es, con diferencia, uno de los mejores apartados nocturnos que he probado nunca. Me gusta el control de luces artificiales, el balance de blancos, la colorimetría -se cuela un poco, pero el resultado merece la pena-, todo.
No suele gustarme hacer fotografías con los móviles por la noche, ya que los resultados son buenos, pero no excelentes. Con este OPPO, he tenido ganas de hacerle fotos a todo. En escenas en las que no hay tanto ruido para controlar, el detalle fino aparece, y el equilibrio general de la escena es casi impecable.
Zoom y ultra gran angular
Sobre el zoom hay bastante para contar, casi todo bueno. El principal punto negativo que le he encontrado tiene que ver con una práctica que realizan varios gama alta: cuando no hay luz suficiente o el teléfono calcula que el teleobjetivo no será suficientemente rápido, la foto se hace con el sensor principal. No es ningún drama y, de hecho, para usuarios medios es una buena práctica. En mi caso, como fotógrafo, si selecciono el teleobjetivo es porque quiero usar el teleobjetivo, y no otra lente.
Bárbaro. Tras la última actualización -he tenido la suerte de tener este OPPO durante bastante tiempo para ver su evolución-, el comportamiento de los teleobjetivos es espectacular. Como puedes ver, con el sensor x3 todo es nitidez. Si ampliásemos a maldad veríamos algunos peros en el procesado, pero ampliar en una foto zoom no tiene mucho sentido.
Lo mismo puedo decir del zoom de seis aumentos. Es muy, muy nítido, no desfallece en luminosidad pese a su menor apertura, y ofrece una versatilidad espectacular. Todo gama alta que se precie debería contar con dos teleobjetivos, y este OPPO es la prueba.
OPPO ha afinado sus algoritmos para que, cuando detecta que estamos haciendo muchísimo zoom sobre una imagen con bastantes bordes, poder dibujarlos de forma artificial y lograr una fotografía más nítida. No es perfecto, pero en la mayoría de ocasiones el resultado es espectacular. He de decir que disparar con tantísimo zoom es muy incómodo -lo es con cualquier teléfono- y estoy convenido de que no será una práctica habitual tirar fotografías en 100x. Pero, cuando quieras hacerlo, dejarás impresionado a cualquier persona.
En este ejemplo se aprecia bastante bien lo que hace la cámara. La IA redibuja los contornos y, en ocasiones, hace que sean más perfectos de lo que la realidad muestra. En este caso, fíjate tanto en los bordes de los ladrillos como en las propias letras del cartel, todo está muy definido.
El ultra gran angular es bueno, aunque no corrige demasiado la distorsión. A nivel de nitidez queda por detrás de sensor principal y teleobjetivo, pero lo hace bastante bien respecto a sus principales rivales. También brilla cuando cae la luz, algo que pocas cámaras pueden decir.
Modo retrato
El retrato es también muy bueno, y el bokeh precioso, sobre todo si tenemos luces nocturnas. Sorprende esto último, ya que la mayoría de teléfonos hace un modo retrato nocturno sencillamente terrible. Al OPPO no le importan las condiciones de luz, hará un retrato espectacular en todas las condiciones. La única pega que le pongo tiene que ver con los tonos de piel: los clarea más de lo que debiera por el día.
Selfie
El selfie tampoco se queda corto, aunque el modo retrato en este modo es algo más justito. Pese a ello, muy buena interpretación de pieles y aquí, curiosamente, el procesado es más realista. Es sin duda uno de los mejores selfies del momento, con un angular más que suficiente.
Vídeo
La grabación de vídeo es, también, una fortaleza para OPPO. De hecho, es probablemente el móvil Android que mejor vídeo graba ahora mismo. El ejercicio excesivo de reducción de ruido está presente, pero es brutal lo que consigue, incluso cambiando de sensor durante la grabación.
Tiene un 4K muy nítido, una estabilización brutal, grabación en Dolby Vision… Toda una sorpresa que pone sobre la mesa que, sí, los móviles Android también pueden hacerlo muy bien grabando vídeos.