Audi presenta oficialmente el Audi Q6 e-tron. Un coche que, como su hermano el Porsche Macan eléctrico, ha sufrido algunos retrasos. Finalmente, Audi quiere dejar todo eso atrás y demostrar que el tiempo de espera ha merecido la pena con un coche eléctrico para impulsar una marca que lleva tiempo parada. Si tienes alguna inquietud recuerda contactarnos a través de nuestras redes sociales, o regístrate y déjanos un comentario en esta página para poder ayudarte. También puedes participar en el WhatsApp Ecuador.

Según la marca, esta plataforma PPE sobre la que se asienta el modelo de Audi y Porsche les permitirá «hacer escalable la movilidad eléctrica, (…) lanzar modelos de gran volumen con elevados estándares técnicos en diferentes segmentos y, de este modo, seguir electrificando nuestra gama».

Lo cierto es que esta plataforma PPE se diseñó como puente antes de la esperada SSP sobre la que aunar los futuros modelos de mayor tamaño y capacidades técnicas de la marca. Esta última, sin embargo, también se ha retrasado pero el Audi Q6 e-tron sí nos sirve para conocer todos los pasos que los germanos están dando y debería ser un salto cualitativo en su gama de vehículos eléctricos que comenzó con mucha fuerza con los e-tron y e-tron GT.

Ficha técnica del Audi Q6 e-tron

Una revolución interior

Con 4,77 metros de largo, 1,94 metros de ancho y 1,65 metros de alto, el Audi Q6 e-tron se posiciona claramente por debajo del hermano mayo de la gama eléctrica, el ahora llamado Audi Q8 e-tron. Adquirir esta nueva nomenclatura, que deja a los números pares para los coches eléctricos, está sirviendo a Audi para simplificar la gama. Ahora, hay tres SUV claramente diferenciados.

La distancia entre ejes es de 2,90 metros, por lo que el espacio interior debe ser notable. De hecho, son unos tres centímetros menos que el Audi Q8 e-tron. La compañía asegura que el trato al pasajero forma parte esencial de la propuesta. El maletero es de 526 litros y se añaden otros 64 litros adicionales bajo el capó delantero. Los asientos son abatibles en formato 40:20:40 para mayor practicidad.

En la parte delantera, destaca el nuevo diseño de las pantallas. Esta vez son tres superficies las que acompañan a los pasajeros delanteros. A esta nueva configuración le han denominado Digital Stage. En ella se combina una pantalla de 11,9 pulgadas para el cuadro de instrumentos y una pantalla táctil central de 14,5 pulgadas. Esta última está curvada y se dirige hacia el conductor para facilitar su manejo. El pasajero también cuenta con una tercera pantalla, esta de 10,9 pulgadas, que permite la reproducción de vídeo, entre otras funciones. Todas ellas tienen tecnología OLED.

El conductor recibe la información con el clásico Audi virtual cockpit pero, ademas, el Head-Up Display (HUD) cuenta con realidad aumentada. En ella se mostraará la velocidad, las señales de tráfico y los sistemas de asistencia, como en otros pero promete hacer flotar elementos que simulan situarse a 200 metros de distancia. Según la marca, es como disfrutar de una enorme proyección de 88 pulgadas de tamaño.

En la pantalla central, Audi se rinde a las bondades de Google y adopta Android Automotive como sistema operativo. Esto, aseguran, les permitirá mejorar la planificación de las rutas. Para controlar todas las funciones, la compañía asegura que el asistentes de voz tiene soporte de inteligencia artificial con autoaprendizaje y entiende hasta 800 comandos diferentes. Además, sugerirá la activación de funciones en función del uso del coche, se automatizarán comandos (calefacción en los asientos, climatización…) y rutas con el paso del tiempo o se mostrarán listas de contactos habituales si tenemos que llamar por teléfono.

Un tren motriz que da un salto cualitativo

En cuanto a las capacidades técnicas del nuevo Audi Q6 e-tron, el SUV eléctrico de Audi llega con una batería de 100 kWh (94,9 kWh netos) que garantizan una autonomía de «hasta 625 kilómetros». Es decir, no se especifica, según ciclo WLTP el consumo exacto ni en ciclo mixto del modelo.

De salida, contará con dos versiones con tracción a las cuatro ruedas. El modelo más «modesto», de inicio, contará con una potencia de 285 kW (382 CV) que le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 5,9 segundos. Su velocidad máxima es de 210 km/h. El Audi SQ6 e-tron contará con motores eléctricos que elevan la potencia hasta 380 kW (510 CV), para acelerar de 0 a 100 km/h en 4,3 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 230 km/h. Más adelante llegarán con versiones exclusivas de tracción trasera que ampliarán la autonomía del modelo.

Pero lo más interesante llega con su tecnología de 800 voltios. Esto permitirá alcanzar una potencia de carga al modelo de 270 kW. Esto supone que, en 10 minutos, se pueden recargar hasta 255 kilómetros de autonomía y pasar del 10 al 80% de la batería en 21 minutos.

Si la estación de carga sólo funciona con tecnología de 400 voltios, el coche eléctrico de Audi utiliza la función «bank charging». La batería de 800 voltios se divide en dos baterías de igual tensión y ambas se cargan a un máximoo de 135 kW. En este caso, primero se igualan la carga en las dos baterías y, una vez se alcanza este punto, ambas se rellenan a la misma velocidad. En corriente alterna puede cargar a un máximo de 11 kW.

Sobre estas bases se asientan unos sistemas de ayuda a la conducción completísimos, con todas las obligaciones marcadas por la Unión Europea y un sistema de control de crucero adaptativo plus que adapta la conducción al comportamiento del resto de conductores para los que, además, utiliza la cartografía y hasta los datos subidos a la nube por otros vehículos.

Como es habitual en la marca, Audi presume de faros. El Audi Q6 e-tron podrá contar con pilotos traseros digitales OLED de segunda generación, con seis paneles que suman 360 segmentos y que renuevan la imagen cada diez milisegundos. En la parte delantera, hay doce segementos que aprovecha la misma tecnología para funcionar de manera individual y ofrecer la mejor iluminación sin variar un ápice la intensidad.

Esta segunda generación de faros OLED permite al coche comunicarse con el entorno, avisando de la presencia del vehículo a otros agentes del tráfico, así como adelantar al resto de conductores la aproximación a un accidente o a un vehículo averiado. Además, la firma luminosa puede personalizarse con ocho firmas a elegir por los clientes, en los que se combinan la tecnología Matrix LED para las luces diurnas y los OLED de segunda generación para los faros traseros.