Noruega dejará de financiar la caza de focas, una decisión que podría poner fin a una actividad muy controvertida en el país, informó este viernes un parlamentario noruego.

La mayoría de los diputados votó el jueves por la noche por la supresión a partir de 2015, de la contribución de 12 millones de coronas anuales (1,3 millones de euros) al sector.

«Hay que subrayar que el Parlamento no ha decidido prohibir la caza de focas pero tememos que la caza desaparecerá con el fin de los financiamientos», dijo a AFP Geir Pollestad, presidente de la Comisión Parlamentaria por el Comercio y la Pesca, que se oponía a la supresión. «El sector está en una situación difícil desde que se detuvo el comercio con la UE de productos derivados de la foca», explicó.

En 2010 la UE instauró un embargo sobre los productos derivados de la caza comercial de focas en Noruega (que no es miembro de la Unión) y en Canadá, una medida justificada por las «preocupaciones morales del público» frente a los «crueles» métodos de caza. Las focas suelen cazarse con fusiles y ‘hakapiks’, unos picos con punta de martillo.

Según la dirección de pesca, las contribuciones suponen hasta un 80% de los ingresos del sector de la pesca de focas.